Ganancias y jubilaciones: qué hará Juntos por el Cambio en el Congreso

Después del anuncio económico del Gobierno nacional, el PRO, convocado por Mauricio Macri, se reunió de emergencia para hacer catarsis y formalizó la fecha de elecciones. Patricia Bullrich dejará el cargo de presidenta del partido amarillo en marzo, cuando se logre un nombre de consenso o varios dirigentes se sometan a una interna ante sus afiliados.

Bullrich no estuvo en el encuentro que se realizó en Olivos. Según se dijo, porque tenía muchos frentes que atender al haber vuelto a un gobierno nacional, pero no fue tan así. Cerca suyo, se acusó que ni siquiera la invitaron a la reunión. Sin embargo, no pareció importarle mucho dados los problemas de gestión a resolver en un ministerio en el que se siente cómoda.

Lo cierto es que la relación entre la actual ministra y el ex presidente no transitó por los mejores carriles en los últimos meses. La posición confusa de Macri antes de las elecciones generales –con un ida y vuelta entre apoyos a Milei y a Bullrich– los distanció. Pero cuando el libertario triunfó en el balotaje, el problema se profundizó ya que ambos se acusaron de haber negociado cargos en forma individual e inconsulta. 

Algunas de estas diferencias deberán saldarse en las urnas. El 24 de enero deberán exhibirse las listas amarillas para el conocimiento de los afiliados y su oficialización, tras el período de impugnaciones, será el 11 de febrero. La elección ocurrirá, finalmente, el 17 de marzo y la ministra de Seguridad no irá por un nuevo mandato dado que decidió volcarse a trabajar dentro de la gestión de Milei. 

Este paso al costado le dará espacio a otros sectores internos para disputar el espíritu y lineamiento del espacio amarillo. Actualmente, el PRO tiene, por lo menos, tres líneas separadas pero que conviven: la que responde a Bullrich, la que lo hace con Macri y la referenciada con Horacio Rodríguez Larreta, que tampoco formó parte de la partida de la reunión del miércoles en Olivos.

Hasta ahora, ninguna de esas facciones decidió romper el partido. Incluso, frente a la especulación sobre un posible distanciamiento paloma en la cámara de Diputados, optaron por mantener la unidad parlamentaria. La opción de disputa se planteó a nivel espacio, la lucha por la conducción.

Con eso en mente, ya salieron algunas voces, como contó El Destape, a plantear su deseo de una conducción en manos de Macri. Es posible que el ex presidente esté dispuesto a ello y, de decidir ir por ese camino, tendrá dos maneras de intentarlo: por consenso, sin internas, o en elección abierta ante otras listas, instancia de la que deben participar los afiliados.

Para eso, todavía falta. Por lo pronto, de la reunión no parecieron salir conclusiones tajantes sobre el futuro inmediato. Con fuerte presencia parlamentaria, lo que suceda en el Congreso apareció como clave y los voceros del encuentro fueron diputados nacionales. Cristian Ritondo, presidente del bloque amarillo, destacó la “responsabilidad” del PRO, dispuesto a “acompañar en medida de que entendemos lo que está bien”.

La justificación propia de la luna de miel apareció como lógica para esta etapa. María Eugenia Vidal, que será una de las que estará en la discusión política de un bloque signado por diferencias internas, pidió precisiones sobre las jubilaciones y el trabajo, pero le echó la culpa a la pesada herencia. Como Ritondo, ratificó la responsabilidad del espacio y el acompañamiento a medidas que consideren coherentes y compartidas.

¿La interna se traslada al Congreso?

Lo cierto es que, a la espera de muchas definiciones clave, dos proyectos anunciados en el paquete de medidas económicas deberán pasar por el Congreso, la revisión de Ganancias y la eliminación de la fórmula previsional para actualizar jubilaciones por decreto. El primer punto estuvo en discusión hace dos meses, cuando se eliminó la cuarta categoría del impuesto.

El PRO, en principio, podría votar "tranquilamente" el proyecto que mande el Ejecutivo para ajustar la recaudación por medio de este tributo. El macrismo rechazó la eliminación de la cuarta categoría cuando Sergio Massa envió el texto al parlamento, por lo que encontraron coherencia para acompañar en este caso. En aquel entonces, la consideraron una medida populista que no se podía aprobar. La dificultad la tendrán los que apoyaron y hoy pueden haber cambiado de idea. 

Algo de esto quedó plasmado en un comunicado tras una reunión de bloque este miércoles. Acompañaron la idea de "eliminar de raíz el déficit fiscal de una vez y para siempre". Pero la discusión será ley a ley. De hecho, se esperará la letra chica para debatir el futuro de las jubilaciones, con una mirada mucho más profunda.

Los otros socios fundacionales del ex Juntos por el Cambio parecieron tener posiciones similares. El radicalismo todavía no avanzó en su postura, pero, según anticipó un diputado, podrían acompañar la revisión de Ganancias en el marco de una crítica fuerte a los libertarios que acompañaron - Milei y Victoria Villarruel- su eliminación para perjudicar a Juntos por el Cambio en las elecciones. "Caraduras", se cuestionó ante este cambio al tiempo que se reconoció que era una "locura" sacar el tributo. Jubilaciones, sin embargo, apareció como "inadmisible". 

Cambio Federal se mostró bastante crítico. Nicolás Massot, uno de los articuladores del bloque comandado por Miguel Pichetto, enfatizó la "contradicción enorme" en la que se enredó Milei al acompañar Ganancias. "Si él es economista, no puede alegar nunca que no sabía la insustentabilidad de esa medida y haberlo hecho de todas maneras. Me parece que queda a las claras que tuvo mucho más que ver con una cuestión de impacto electoralista", dijo el diputado en FutuRock. El libertario deberá enfrentar muchas críticas.

La Coalición Cívica podría adoptar una postura similar aunque todavía no avanzaron en eso. En medio de varias reuniones, los lilitos se mostraron cautos. "Por ahora son anuncios" de un gobierno nuevo, por lo que prefirieron esperar los detalles. "Es ley por ley", se aclaró y se recordó que aún ni siquiera se convocaron las sesiones extraordinarias como para empezar a analizar nada. 

La falta de definiciones por ahora encontró un Congreso paralizado. En el Senado se pudo avanzar con la designación de autoridades. El presidente provisional será Bartolomé Abdala y no el formoseño Francisco Paoltroni que lanzó un discurso muy duro por el cambio de planes a último momento. En Diputados todavía se espera la negociación para encarar la confirmación de comisiones.

No hubo avances sobre el tema y ya se desató una pelea feroz. El miércoles 7 de diciembre, el PRO, Unión por la Patria y La Libertad Avanza aprobaron una moción de Germán Martínez para que las comisiones se integran en base al sistema D'hont. Los bloques con más miembros tendrán más integrantes. Pero eso no fue acompañado por los ex socios. 

La Coalición Cívica, la UCR y Cambio Federal se unificaron en sectores políticos para pelear por la segunda vicepresidencia de la Cámara (cosa que se otorgó) y parecieron decididos a intentar lo mismo con las comisiones. El PRO y UP entendieron que ya se aprobó que solo los bloques podrán aspirar a eso, pero desde el espacio lilito aclararon que "es el criterio" de ellos, no de todos. La relación con el macrismo es tirante.