Máximo Kirchner trabaja en la elaboración de un documento dirigido a las autoridades del Fondo Monetario Internacional que busca que firmen los principales presidenciables del oficialismo y de la oposición a fin de plantearle que el acuerdo de pagos que negocia el ministro de Economía, Martín Guzmán, se haga a 20 años, en línea con las recientes declaraciones del presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner. Los contactos con la oposición, anticipado en exclusiva por Roberto Navarro en El Destape, ya se iniciaron en el Congreso: legisladores de Juntos por el Cambio confirmaron que en las últimas horas hubo una conversación en ese sentido de la que participaron el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y el jefe del bloque de diputados del PRO, Cristian Ritondo.
"La deuda que heredamos es impagable y lo que estamos viendo es cómo negociar con el Fondo para obtener las mayores ventajas", expresó Alberto Fernández en una entrevista para desmentir diferencias con Cristina Kirchner en este punto. Todo el oficialismo está implicado en la idea de que la renegociación se haga en plazos más generosos que los diez años que marca el estatuto del FMI como tope para un acuerdo de facilidades extendidas. La lógica que desarrolló en la vicepresidenta su discurso en Las Flores de la semana pasada fue que si el Fondo había ignorado lo que establecen sus reglas para darle un préstamo sideral a Mauricio Macri para facilitar su reelección, ahora correspondía que también hiciera una excepción a su articulado para el pago. "Fue un préstamo político, que la renegociación también sea política", argumentan en el Gobierno.
Con ese objetivo, Máximo Kirchner trabaja en una carta o documento que pretende que suscriban los posibles futuros presidentes por parte del oficialismo y de la oposición, para mostrar un compromiso común más allá de a quien le toque gobernar. El sábado, antes del inicio del maratónico debate por Ganancias, Máximo y Massa recibieron a Martín Guzmán en el Congreso y conversaron sobre esta posibilidad. "Lo mejor es abordarlo seriamente y afrontarlo como política de Estado. En ese sentido la idea es invitar a Horacio Rodríguez Larreta, a María Eugenia Vidal, a los presidenciables del futuro de Cambiemos también, a que se sienten a la mesa y plantear un acuerdo de largo plazo", reveló luego Massa sobre esa charla. Quedaron en volver a reunirse esta semana los tres para pasarlo en limpio y ponerlo en un papel, para luego hacer un llamado a la oposición.
La idea de Máximo es que también lo suscriban el senador Martín Lousteau y el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, ambos radicales. Del lado del Frente de Todos, además de Massa y de él, pensó en el gobernador bonaerense Axel Kicillof y en el sanjuanino Sergio Uñac. Ocho nombres que además de ofrecer una amplia representación institucional -tres gobernadores, un jefe de gobierno, el presidente de la Cámara y del bloque del oficialismo en Diputados- también son quienes surgen como posibles presidentes para los mandatos en los que habrá que hacer frente a los vencimientos de los pagos. Con todo, hasta ayer, Máximo no habría conversado del tema con ninguno de los cuatro presidenciables de Juntos por el Cambio, pero sí lo hizo en estos días durante un encuentro con Cristian Ritondo en Diputados.
"Tiene que ser Guzmán quien explique que una idea así puede prosperar en el Fondo. Si él asegura que es posible, entonces tendría que haber una convocatoria formal en la que podrían participar los jefes de los bloques parlamentarios de la oposición, no sólo del nuestro", sostuvieron cerca del jefe del bloque del macrismo sobre las chances de llegar a un acuerdo. Es decir, esperarán que el ministro convalide una propuesta de este tenor "para no quedar pedaleando en el aire". En tanto, voceros de Rodríguez Larreta adelantaron que, en caso de que les acercaran una iniciativa formal, sugerirán que se la hagan llegar a las autoridades de su partido. La presidenta del PRO es Patricia Bullrich, a quien difícilmente se la puede imaginar aceptando el convite dado que su estrategia se basa en oponerse a toda iniciativa del oficialismo. En el Frente de Todos pretenden contactar únicamente al ala dialoguista de Juntos por el Cambio. Incluso, cuando a Massa lo consultaron si llamarían al propio Macri, respondió que apuntaban a convencer a los dirigentes que podrían gobernar "en el futuro".
"Hay que estirar los plazos todo lo posible", insistió Máximo el sábado en la reunión en la presidencia de Diputados. Guzmán estuvo de acuerdo pero le aclaró que veía muy difícil que el Fondo aceptara hacer una nueva excepción con Argentina, pero que haría un sondeo. Les comentó que parlamentarios de Estados Unidos habían presentado recientemente una propuesta para modificar el estatuto del Fondo, claro que no era algo para ya mismo como necesita el Gobierno. Sin embargo, deja la pauta de que no sólo en Argentina hay disconformidad con las reglas de organismo y sus arbitrariedades.