El expresidente Mauricio Macri respaldó la candidatura del ultraderechista chileno a quien no conoce, José Antonio Kast, pero lejos de festejar junto al pinochetista el resultado de los comicios, sumó un nuevo caso probatorio para quienes sostienen la teoría de que trae mala suerte.
“Hoy Chile, para mí, es tal vez la única sociedad, el único país de primer mundo que tenemos en Latinoamérica, y han sido muy exitosos en construir, en desarrollarse, en fortalecer sus instituciones”, expresó campante Mauricio Macri desde el Palacio de La Moneda, en Santiago, donde habló con la prensa para apoyar al defensor del genocida Augusto Pinochet.
Lo que no tuvo en cuenta el expresidente es su fama de mufa y, mucho menos, el devenir de los comicios en los que el candidato de Izquierda Gabriel Boric derrotó a José Antonio Kast. Con más del 50% de mesas escrutadas, el líder del frente "Apruebo Dignidad" tiene más del 54% de los votos.
“El cambio y la innovación tiene que ser con equilibrio. Si ustedes llegan a perder el equilibrio, corren el peligro de destruir lo que han construido” , alertó Macri. Luego, tras afirmar que no conoce personalmente a Kast, expresó que "calcula" que el fascista intentaría gobernar “en la misma línea que gobernó el presidente (saliente, Sebastián) Piñera y la Concertación”. Pero esta vez, tampoco se pudo, Mauricio.
El líder de ultraderecha, aceptó la derrota y agregó: "Acabo de hablar con Gabriel Boric y lo he felicitado por su gran triunfo. Desde hoy es el presidente electo de Chile y merece todo nuestro respeto".
En el momento de votar, el joven Boric, de 35 años, reconoció que está con “la voz gastada, pero el corazón está lleno y la esperanza intacta” y llamó a los chilenos a votar. “De ustedes depende que Chile cambie”, dijo en Punta Arenas, 2.200 kilómetros al sur de Santiago, el candidato de la alianza Apruebo Dignidad.
Durante su conferencia fue varias veces interrumpido por simpatizantes que gritaban: ¡Se siente, se siente, Boric presidente!”.