Dónde si no en Miami irían a encontrarse los paladines de la derecha continental y hacia allí partió Mauricio Macri para ser parte de un foro organizado por una dudosa ONG cubanoamericana llamada Instituto Interamericano por la Democracia que ni siquiera tiene página en wikipedia. Compartirá cartel nada menos que con Iván Duque, el presidente de Colombia, donde hubo 19 muertos y 87 desaparecidos a causa de la represión de protestas contra su gobierno en los últimos días.
De la cita en la soleada metrópolis norteamericana también participarán el chileno Sebastián Piñera, que comparte con Duque el vicio de la violencia institucional, el ecuatoriano Lenin Moreno y el titular de la OEA y autor intelectual del golpe de Estado que depuso a Evo Morales en Bolivia en 2019, Luis Almagro. El nombre del foro es “En Defensa de la Democracia en las Américas” y tiene el auspicio de varias instituciones del lobby cubano anticastrista en Miami, la Sociedad Interamericana de Prensa e Infobae.
Piñera y Duque departirán por Zoom pero Macri no quiso perderse el encuentro. Volaba anoche rumbo a Miami, acompañado por Fulvio Pompeo, su asesor más cercano en materia de política exterior. Aunque hace no tanto tiempo el expresidente argentino se imaginaba encabezando la entente de derecha continental, hoy debe resignarse a un papel secundario: los principales atractivos del cartel son Duque, Piñera y hasta Moreno, que tiene reservado el discurso de cierre, alrededor de la una del mediodía local.
Macri compartirá su panel, sobre --sorpresa-- “Defensa de la Democracia”, con el golpista Almagro, y tres políticos retirados que comparten con él la condición de expresidentes: Andrés Pastrana (responsable del “Plan Colombia” de intervención militar norteamericana en ese país), Luis Guillermo Solís (de Costa Rica) y Osvaldo Hurtado (de Ecuador). Una nota en el Diario Las Américas de Miami, otro sponsor del foro, da cuenta de la agenda, centrada que apunta a alertar sobre los “ataques a la libertad de prensa, expresión y de movimiento”.
Habrá en Miami, con seguridad, un momento para cruzar espiritualmente el océano Atlántico y celebrar las buenas noticias para el eje derechista continental que llegaron en la tarde de ayer desde Madrid. Aunque los titulares más grandes se los llevó la noticia del retiro político de Pablo Iglesias, tras terminar en quinto lugar en los comicios comunales, eso no debería distraer del resultado contundente que obtuvo el Partido Popular, que quedó cerca de la mayoría propia, y los diez puntos que cosechó el neofascismo de Vox.
El triunfo arrasador de la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, llegó luego de una campaña inusualmente violenta, marcada por la reiteración de mensajes anónimos con amenazas de muerte dirigidos a candidatos y dirigentes, que desde la derecha minimizaron constantemente. El futuro del gobierno de Pedro Sánchez queda entre paréntesis ante un nuevo ascenso de la derecha que puede solidificarse si se termina concretando la sociedad política entre conservadores franquistas del PP y ultras de Vox.