Los datos desconocidos que revelan que la economía de Alberto en pandemia supera a la de Macri sin pandemia

El Covid generó la mayor pérdida de empleos desde la Segunda Guerra Mundial. Pero la economía argentina ya superó los niveles pre pandemia. Según Orlando Ferreres, la industria y la inversión superan los registros de 2018. Las exportaciones son las más altas desde 2013. ¿Por qué la recuperación puede frenarse con una derrota del Gobierno?

06 de noviembre, 2021 | 22.00

Para comprender la magnitud del daño económico causado por la pandemia basta con un dato: según la Organización Internacional del Trabajo, en el mundo se perdieron 225 millones de puestos de trabajo, la caída de empleo más severa desde la segunda guerra mundial.

La recuperación es lenta porque cerraron cientos de miles de empresas y porque muchos aún temen volver a viajar, asistir a espectáculos multitudinarios o incluso salir a comer.

La economía de Francia cayó un 8,3% en 2020 y este año apenas recuperará un 5,5%. Inglaterra cayó un 9,75% y este año crece al 7,25%. Italia cayó un 8,8% y este año recuperará un 5,1%. España cayó un 10,85% y apenas crece al 5,9%. México cayó un 8,95% y se recupera al 5,9%. La mayoría necesitará al menos dos años para volver a como estaban antes de la pandemia.

Argentina, en cambio, este año recuperará prácticamente todo lo perdido. Cayó un 9,9 % en 2020 y se espera crezca este año un 9,1%. De hecho en agosto creció un 12,8% respecto a agosto de 2020 y quedó un 0,3% arriba de febrero de 2020, el mes anterior a la pandemia.

Incluso el país podía haber caído menos en 2020 si no hubiera comenzado el año con un derrape del 5,4% en el primer trimestre, fruto de la maxi devaluación que generó el ex presidente Mauricio Macri en agosto de 2019 tras su enojo por la derrota en las Paso.

Por otro lado, Argentina no tuvo la posibilidad de endeudarse para financiar los gastos de pandemia, porque encontró el país en default. Ni siquiera pudo utilizar los fondos que entregó el FMI para gasto social covid, porque debió usarlos para pagarle al mismo fondo parte de la deuda tomada en 2018. Los países de la Unión Europea llegaron a gastar montos que representan el 40% de su PBI para apoyar a sus empresas y ciudadanos. Montos impensados para la débil economía heredada por Alberto.

Hubo un país en la región que tuvo un saldo positivo en los últimos dos años. Brasil solo cayó un 4,1% en 2020 y se recupera a un ritmo del 4,9% este año. Pero tuvo más de 600 mil muertos por no cuidar a su población.

Alberto con pandemia logra más que Macri sin pandemia

Lo más llamativo del repunte argentino es que muchos sectores ya crecen por arriba del 2019, cuando no había pandemia. Incluso del 2018.

Según el Centro de Estudios Económicos de Orlando Ferreres, en septiembre hubo un crecimiento de la inversión del 20,4% anual. Se estima que la inversión es de US$ 6.913 millones y representa el 21,9% del PBI. De esa forma, acumula en los nueve meses transcurridos un crecimiento de 26,2% respecto a 2020. 

Para Ferreres, este incremento revela que, durante 2021, “la inversión está mostrando una marcada recuperación, tanto al comparar con 2020  como con los dos años anteriores, marcados por la recesión económica”.  

Así, la inversión de septiembre se ubica  20,4% por encima del mismo mes de 2020, un 16,3% arriba de 2019 y supera en un 8,4% a las inversiones de 2018.

Como se ve, lejos de los pronósticos apocalípticos de los economistas del establishment, las empresas están invirtiendo durante el gobierno de Alberto Fernández, aún en pandemia, mucho más que en la administración macrista, que se supone era amiga de los mercados.

La verdad es que los empresarios eligen invertir para producir cuando creen que contarán con consumidores a quienes venderle la producción, una certeza que Macri no les daba.

Por otra parte, las condiciones de producción cambiaron radicalmente. En el país de 2015/2019 las tasas de interés eran tan altas que casi ningún negocio era viable. De hecho convenía invertir en la timba financiera que producir. Las empresas se encontraron con incrementos de tarifas de hasta el 3500 %, que modificaron sus estructuras de costos. Las importaciones competían de manera desleal con la producción nacional y el mismo ministro de producción macrista, Francisco Cabrera, aconsejaba importar.

La inversión crece muy por arriba de la gestión de Juntos por el Cambio porque el actual proyecto sentó las bases de un modelo productivo que permite que, aún en pandemia, genere más proyectos de inversión que con el modelo de Macri.

Las exportaciones más altas desde 2009

Otro dato elocuente es la evolución del comercio exterior y el fuerte repunte de las ventas externas. En los primeros nueve meses del año las exportaciones ya superan los 58 mil millones de dólares, el valor más alto desde 2013. Si se mide en unidades hay que retrotraerse al 2011 para encontrar una cifra similar. El saldo comercial acumula 12.300 millones de dólares, el más alto desde 2009. Estos datos dan por tierra con el latiguillo de que el país está aislado del mundo.

La industria crece aún en pandemia

Argentina necesita crecer en general, pero hay un sector que define la calidad de ese crecimiento: la industria, que genera empleo de calidad y divisas, vía exportaciones. Según indicó el último informe de Ferreres, la industria ya superó no solo el nivel pre pandemia, sino también los años previos de crisis económica. La actividad industrial de setiembre fue un 11,4 % más alta que la del mismo mes de 2020. Superó en un 10,4% a la de 2019 y asombrosamente estuvo un 8,8% arriba de 2018. Esto habla de la enorme diferencia entre el proyecto del Frente de Todos y el de Juntos por el Cambio.

Durante el periodo macrista la industria perdió empleos en 46 de los 48 meses de gobierno. Hoy, aún con sectores que recién arrancan por la pandemia, ya tiene 35 mil puestos más que en 2019.

Hay algunos sectores que sorprenden por su performance: Según la consultora PxQ, de Emmanuel Álvarez Agis, la producción automotriz fue en setiembre un 57% superior a 2019 y es la más alta en 4 años. Y esto se logró priorizando la producción nacional. Hoy los vehículos tienen un componente nacional del 54% contra el 25% de la etapa anterior.

El informe de PxQ también consigna que los despachos de cemento son un 18,2 % más altos que en 2019. El segundo registro más alto de la Historia.

La magnitud de la recuperación la muestra también la recaudación impositiva, que creció un 58% en octubre y es la más alta en términos reales desde 2015.

¿Cómo se explica que aún en medio de la pandemia que generó la mayor pérdida de empleos desde la segunda guerra mundial la economía funcione hoy mejor que en el periodo 2015/2019? Estos datos hablan del gobierno actual y a la vez de la gestión macrista.

El abismo de Macri

Entre 2015 y 2019, según datos del Banco Mundial, el PBI per cápita cayó un 11%, la deuda pública subió del 48% al 92% del PBI, la inflación se duplicó, pasando del 26% al 56%, el desempleo subió del 6,5% al 10,5% y el salario en dólares cayó de 580 a 275 dólares.

El monumental derrape no es casual, si no fruto de un modelo de concentración del ingreso que ahoga el consumo y con él la inversión, la producción y el empleo. Para colmo, los pocos que ganaron fugaron esa renta al exterior.

Capitalismo de pillaje

Joseph Stiglitz dijo en su discurso de aceptación del premio nobel de economía en 2001 que existen tres modelos de capitalismo en el mundo: el renano anglosajón, con fuertes regulaciones bien controladas; el capitalismo salvaje norteamericano, con pocas regulaciones pero bien controladas, y el capitalismo de pillaje que predomina en Latinoamérica, con pocas regulaciones que no se controlan ni cumplen. Ese capitalismo de pillaje que menciona el nobel es el propuesto por la derecha local. Y quien proponga alguna regulación será tildado de comunista.

El año pasado el mismo economista reveló que en los últimos 30 años el 1% más rico de la sociedad norteamericana se quedó con el 110% de la riqueza generada en ese periodo. El 100% producido desde 1990 y el 10 % que le sacó al resto de la sociedad que había sido generado con anterioridad. Esa enorme concentración no solo hundió en la pobreza a millones de ciudadanos, también ralentizó el crecimiento económico y determinó que China los supere. El capitalismo salvaje, y mucho más el de pillaje, no solo es injusto: es ineficaz.

Vale recordar que al asumir Mauricio Macri eliminó los aranceles a la exportación al trigo, el maíz, el girasol y rebajó los de la soja. También, insólitamente, rebajó y llegó casi a eliminar el impuesto a los Bienes Personales o impuesto a la riqueza, que existe en casi todo el mundo. La rebaja de impuestos a los que más tienen fue compensada con los tarifazos generalizados y el derrape de las prestaciones previsionales. Como también con la eliminación del Plan remediar, las computadoras para los estudiantes y otras erogaciones estatales para la población. Esa furiosa concentración del ingreso se mostró ineficaz como método de generación de la riqueza y ni siquiera logró generar la confianza esperada por Macri. Hecho que se comprueba al verificar que la fuga de divisas fue la más alta en décadas.

Ahora Juntos por el Cambio y sus nuevos socios de la ultra derecha se corren aún más y agitan un discurso anti Estado. Lo que se mostró en 2015/2019 es que cuando no es el Estado el que marca las reglas del juego lo hace el mercado. O peor aún, los más grandes del mercado: unos pocos. Hay políticos mejores y peores. Lo que es seguro es que en el directorio de una empresa no hay un solo director que levante su voz para defender los intereses de los trabajadores. Y es lógico: no le pagan para eso.

El empleo formal lleva 10 meses de crecimiento en los que se crearon 124 mil puestos. Las expectativas de contratación de las empresas son las más altas desde marzo 2018. Las ventas minoristas son un 7% más altas que en 2019, según CAME. Pero esos datos no alcanzan para que esa mitad de la población que cayó en la pobreza sienta la mejoría.

El peligro de perder

Juntos por el Cambio cuenta con la suerte para estas elecciones de que se compara su periodo sin pandemia, con el del Frente de Todos, con una pandemia que, según la Organización Mundial del Trabajo, destruyó 225 millones de puestos de trabajo, la caída de empleo más severa desde la segunda guerra mundial.

El gobierno presidido por Alberto ya logró que la economía recupere los niveles pre pandemia y supere aún registros del 2019 e incluso del 2018. Lo malo es que esos años eran horribles por la horrible política macrista. Tendrá que llegar a niveles de 2015 para que la población sienta el fruto de sus políticas. Para eso necesitará un par de años más.

Para colmo aún lo espera sortear el acuerdo con el FMI en condiciones razonables y salir del problema crónico de la escasez de divisas, que remarca con gran lucidez Claudio Scaletta en su nota de esta misma edición.

El problema es si el gobierno pierde la elecciones y la oposición, que ya amenaza con quedarse con la jefatura de diputados, se transforma en un obstáculo insalvable para legislar y gobernar. Y si los intentos de avanzar con decretos son impedidos por jueces que, como en el caso de las tarifas de Internet, cable y celulares, frenan las iniciativas del Ejecutivo para palear la voracidad corporativa en detrimento de la población.

Para seguir creciendo al ritmo arriba señalado y que todos los argentinos sientan que los estragos sucedidos fruto de políticas de concentración del ingreso del Gobierno anterior y de una pandemia tan dolorosa como una guerra el Gobierno necesita obtener un resultado que le permita seguir con sus políticas. De lo contrario, todo lo logrado puede perderse.