El gobierno de la provincia de Buenos Aires, a través del ministro de Justicia, Julio Alak, calificó como "un hecho de alta gravedad institucional" que el procurador bonaerense Julio Conte Grand se haya reunido a almorzar con el ex presidente Mauricio Macri, como quedó testimoniado a través de una imagen que circuló este jueves por las redes sociales. "Situaciones de estas características son impropias de la máxima autoridad de la Procuración General", afirmó Alak. Desde la oficina de Conte Grand señalaron luego que Macri le transmitió su interés en llevarlo a trabajar a la Fundación FIFA y que, a su entender, no existiría un conflicto de intereses en el diálogo reservado porque el ex presidente no tiene causas en la justicia provincial. Lo que quedó en evidencia, una vez más, es la promiscua relación del macrismo con un sector de la Justicia.
En el gobierno bonaerense pusieron en tela de juicio el argumento de Conte Grand porque si bien es cierto que los casos en las que Macri está denunciado tramitan en el fuero federal, el procurador es uno de los funcionarios involucrados en el expediente de armado de expedientes contra dirigentes políticos y gremiales durante la gestión macrista. Quien lo denunció fue el fiscal general de Lomas de Zamora, Enrique Ferrari, al considerar a Conte Grand partícipe necesario en el lawfare, es decir, el armado de esas causas para perseguir adversarios políticos.
Pero no sólo por eso lo cuestionó Alak. El ministro, que actuó como vocero del Ejecutivo provincial, evaluó también que "la reunión genera, además, fundadas sospechas sobre el correcto tratamiento en el Ministerio Público de importantes investigaciones penales contra funcionarios del espacio político que lidera Mauricio Macri y múltiples causas de interés de esa fuerza opositora".
Propuesta indecente
La foto del almuerzo a solas entre Macri y Conte Grand en un reservado del conocido restaurante Kansas fue divulgada por el periodista Pablo Duggan, de C5N. Conte Grand fue secretario de Legal y Técnica de la gobernadora María Eugenia Vidal y, en diciembre de 2016, asumió en su actual cargo como jefe de los fiscales de la provincia. En ese momento, hubo organizaciones que buscaron impedir que jurara debido a su evidente afinidad política. Desde entonces se sostiene en el puesto amparado en la mayoría legislativa de Juntos por el Cambio en la provincia.
El gobernador Axel Kicillof estalló contra el procurador pocos días antes de las elecciones legislativas, cuando por los medios opositores se buscaba instalar la idea de una crisis de inseguridad por el asesinato de un kiosquero en Ramos Mejía y la "suelta de presos" supuestamente realizada durante la pandemia. "Poner o liberar a alguien de prisión es algo que resuelve la Justicia. Podrían hablar con el jefe de los fiscales de la provincia puesto por Vidal y que no quiere renunciar", subrayó entonces Kicillof en referencia a Conte Grand.
Los motivos del encuentro con Macri en un lugar bastante público quedaban en el terreno de la especulación. En el Frente de Todos había quienes imaginaban que el ex presidente deseaba que asumiera su defensa legal o, decían otros, al menos lo asesorara, dado que consideraban que era muy malo el trabajo que venía haciendo su abogado Pablo Lanusse. "Como procurador bonaerense, Conte Grand no tiene ninguna causa contra Macri, pero conoce a todos los jueces y fiscales. Es probable que le esté pidiendo consejo de qué tiene que hacer", analizaba un dirigente que sigue de cerca sus causas. La semana pasada, el ex presidente fue procesado en la causa por el espionaje a familiares de los fallecidos en el ARA San Juan.
En la oficina de Conte Grand deslizaron a un portal que Macri le ofreció trabajo pero no como su abogado sino en la Fundación FIFA. Que el procurador le agradeció la oferta pero que le dijo que no. También aclararon que antes de irse "pagó la cuenta" y que no evalúa renunciar a su cargo.
Antecedente Olivos
La imagen del almuerzo en Kansas remite de inmediato a las revelaciones realizadas por El Destape en la investigación Operación Olivos, a mediados de este año. Allí quedaron al descubierto la cantidad de veces que los camaristas Mariano Borinsky y Gustavo Hornos visitaron a Macri en la Quinta de Olivos y en la Casa Rosada, en fechas previas a algún fallo de alto impacto político como ocurrió con la reapertura del caso Nisman, la “Ruta del dinero K”, la causa Dólar Futuro y la obra pública en Santa Cruz.
Borinsky admitió las visitas -fueron 16- pero dijo que no hablaban de causas judiciales y que jugaban al paddle. Macri, en cambio, dijo que jugaban al tenis y que tenían relación debido a varios amigos en común. Argumentó que, entre set y set, discutían una propuesta de reforma del Código Penal. Los diputados del Frente de Todos Rodolfo Tailhade, Eduardo Valdés y Leopoldo Moreau hicieron una denuncia penal por esas visitas en las que quedaba de manifiesto la intervención del poder político en las decisiones judiciales.