Avispero PRO: Bullrich y Larreta se agitan tras la movida de Macri

La lectura que el ex presidente eligió para volver a la cancha, el acto con el que Bullrich y Milei le responderán y el trabajo silencioso del ex jefe de Gobierno porteño.

04 de agosto, 2024 | 00.05

Mauricio Macri reapareció con un mensaje a la interna más que a la sociedad, una suerte de advertencia a La Libertad Avanza. La esgrimió bajo el paraguas de una lectura propia: la ciudadanía votó a Javier Milei el personaje, no al equipo que lo rodea. La mesa chica, esa que le dijo que no al ex presidente, apareció como el blanco de las críticas para un nuevo posicionamiento gris. Apoya pero desde lejos, no porque no quiere sino porque no lo dejan. Las dos puntas del triángulo ejecutivo cuestionadas se manejan bajo el secretismo, sin una imagen positiva que acompañe, siendo un objetivo fácil para el líder del PRO.

En el PRO, se leyó un escenario clave para empezar a jugar. El presidente tuvo un apoyo popular personalísimo, ese que supo explotar para llegar a la Casa Rosada. En una época de redes sociales e individualidades, esa estrategia le funcionó para el éxito, pero lo dejó en soledad. Su triunfo fue individual. Por eso, Macri le remarcó que no tiene equipos y pudo apuntar contra la hermana de “relación particular”, Karina, y el asesor Santiago Caputo, “que no es menor”.

El jefe de Estado no tardó en salir a apoyar a su hermana en las redes y una fuente PRO amigable con el gobierno recordó que, en la gestión de Cambiemos, cuando se lo criticaba a Marcos Peña, Macri salía a defenderlo. “Es lo que tiene que hacer, ¿no?”.

La pelea entre Mauricio y la mesa chica de Milei fue vista con buenos ojos por quienes se referencian en el líder del PRO y por otros que decidieron empezar a volver a la política después de la derrota del 2023. Pero también hubo lecturas más cautas, que analizaron la nueva estrategia como “difícil, finita, más cuando Karina es Javier”.

Mauricio está precalentando, apostando a que con el paso del tiempo cambie la demanda de la sociedad, que el presidente ya no represente las demandas de quienes lo votaron, algo impulsado principalmente por la falta de resultados económicos. Evidentemente, todavía no le alcanza para enfrentarse a Milei, porque su imagen no se ve afectada, pero sí a quienes lo rodean.

Santiago Giorgietta, director de la consultora Proyección, coincidió con la lectura de que la ciudadanía votó a Milei personaje, no a su entorno. Ahora, según lo que arrojan grupos focales, la gente empezó a apuntar al entorno por la falta de soluciones, no al presidente. En el listado aparecen el ministro de Economía, Luis Caputo, la propia Karina y hasta la diputada Lilia Lemoine.

Cada dirigente tiene satélites, que pueden volverse positivos o negativos según el contexto. En este caso, explicó Giorgietta, se evidencia una situación económica mala pero todavía con esperanza depositada en Milei, lo que se refleja en su imagen pero sus satélites empezaron a volverse negativos. Esto permite que el jefe de Estado eluda ese golpe, ya que el descontento está concentrado en el rumbo del gobierno y no en su persona. Por eso, para el analista político, la estrategia de Macri no golpea al presidente, no le hace daño.

A esta lectura le sumó otro dato relevante: la demanda de la sociedad al gobierno es económica, pero Macri planteó un acuerdo con el plan económico. Esta indefinición en la que se mueve Mauricio lo deja en un lugar extraño. No rompe, pero tampoco se suma. Critica, pero acompaña aquello en lo que la gente no encuentra respuestas.

Pese a eso, el ex presidente logró volver a atraer a algunas figuras que se sintieron un poco maltratadas tras la interna del año pasado. Una de ellas celebró el discurso de Macri, especialmente en el deseo de que al gobierno le vaya bien, en vez de apostar a que le vaya mal, aunque con reparos en las formas. Se coincidió, desde distintas ramas amarillas, en que al jefe de Estado le falta equipos, que lo rodea gente “chata” y se consideró que no son incompatibles el acompañamiento y la construcción de un camino propio.

Llamó la atención que, horas después de estos mensajes, Rogelio Frigerio haya mostrado en redes sociales una reunión que tuvo con la entornista Karina. El encuentro fue el jueves y Macri tenía conocimiento de esa reunión que no fue de gestión sino política para conocer cómo se está analizando el armado de La Libertad Avanza en Entre Ríos.

A Frigerio le interesaba conocer a la secretaria general de Presidencia ya que es la encargada de armar el partido libertario a nivel nacional y, eventualmente, desembarcará en su provincia. El encuentro fue positivo porque coincidieron en el diagnóstico. Saben que si dividen el voto corren el riesgo de perder la provincia.

Javier Milei no se quedará quieto y buscará responder el posicionamiento del ex presidente con un acto en Buenos Aires. Será el 20 de agosto, pero aún no tiene una locación definida. Analizan la posibilidad de hacerla en La Plata, con la cercanía con Axel Kicillof como simbolismo fuerte, o en Tres de Febrero, un municipio propio y más amigable, fácil para que asista la militancia.

Ese desembarco en Buenos Aires será el primer gran movimiento de la naciente coalición entre el bullrichismo y el mileísmo. Buscarán que el presidente también muestre espalda, como hizo Macri el jueves, que exhiba dirigentes aliados y que hable de política. El territorio bonaerense es clave para cualquier elección y arrojó un mal resultado para los libertarios el año pasado, por eso no es menor ese punto de partida.

En el bullrichismo apuntan a una oposición amplia a Axel Kicillof y quieren conseguir unidad para enfrentar al gobierno provincial. Para eso, buscan que el PRO y La Libertad Avanza vaya en grupo. Los seguidores de Patricia Bullrich están convencidos de que el partido amarillo no sólo tiene que colaborar con la gestión nacional sino actuar en conjunto, así como ya se hace con las participaciones en el ministerio de Seguridad y Defensa.

En este sector, se entiende que los votantes del PRO eligieron a Milei y que, por eso, deberían hacer oficialismo, como dijo Bullrich. En el macrismo también ven que sus electores apoyaron al actual presidente, pero en un balotaje, donde el escenario es bastante más diferente que en elecciones generales.

“No lo vi, estaba trabajando”, dijo una fuente que tiene vínculo con la ministra de Seguridad. Otra se excusó con que “estaba dando una vuelta”. Bullrich no quiere meterse en discusiones de casta, porque la gente la está pasando mal y no le interesa las peleas dirigenciales, pero se escucharon algunas quejas bastante fuertes. Un dirigente, los entornos siempre existen pero Macri decidió enojarse con éste porque le dijeron que no y a él no le gustan esos límites. “Les dijo 'quiero cargos'”, lanzó otro visiblemente molesto.

El que mantuvo un bajo perfil con todos estos movimientos fue Horacio Rodríguez Larreta, contento con su decisión de no asistir. El ex jefe de Gobierno, que nunca dejó la política y encaró varios viajes tanto al interior como al exterior para contar su experiencia de gestión, ahora avanzará bajo el paraguas del Movimiento al Desarrollo (MAD).

El MAD ya está trabajando y buscará mostrar resultados, más que hacer un lanzamiento tradicional. A medida que tenga algo que exhibir, lo hará y ese es el modo en que aparecerá en la escena. El Movimiento al Desarrollo no es un partido político, sino una corriente ideológica bastante alejada de los pensamientos del gobierno actual.

Este armado de Larreta se dedicará a discutir la realidad, analizarla, encontrar nuevos caminos e impulsar liderazgos novedosos con el ojo puesto en el desarrollo y la gestión. El ex jefe de Gobierno sigue abrazado a lo ejecutivo, a la exploración de soluciones. Por ahora, se encontró cómodo con ayudar a aquellos que quieren, en sus gobiernos, incorporar mecanismos a la administración diaria.

Para 2024, el MAD desarrolló algunas propuestas. Una de ellas es el método de gestión bajo la experiencia porteña, una puerta para vincularse con gobernadores e intendentes. Planes de trabajo, socialización de antecedentes exitosos, acompañamiento, producción de información ejecutiva para tomar decisiones y capacitación.

Otro foco en el que Milei está complicado es el Congreso. Después de que la UCR nominara a Mario Negri para ocupar una silla en la Auditoría General de la Nación, el gobierno rompió el trato para postular al libertario Santiago Viola. Otra banca será para el PRO, con Jorge Triaca. En el bloque radical se asegura que esto se resuelve con los votos en el recinto, y que los boina blanca van a contar con el respaldo de Unión por la Patria. 

Según confió una fuente centenaria, el Gobierno estaba dispuesto a ceder su banca en la AGN para poner allí a alguien de otro espacio que sintiera cercano. La UCR tenía dos propuestas, la de Negri y la de Alejandro Cacace, del sector de Rodrigo de Loredo. Al haber triunfado la segunda, se interpretó que al promover a un dirigente del sector de Martín Lousteau y Facundo Manes, el oficialismo prefirió no hacer honor al acuerdo y poner un nombre propio.

Pero más allá de las internas, la UCR va a defender su lugar en la AGN con el apoyo de otros bloques. Tienen un problema a la hora de cosechar esas voluntades, porque Miguel Ángel Pichetto firmó la nota radical y la del PRO, "pero el oficialismo debería contentarse con sacar las leyes y dejar que los organismos de control estén en manos de la oposición", sentenció una fuente parlamentaria.