Mauricio Macri y Patricia Bullrich piensan dos senderos diferentes para el PRO, tanto por su punto de llegada como por el recorrido a atravesar. Las diferencias son cada vez más notorias y, si bien desde ambas tribus aseguran que no deberían leerse desde el impacto político, cada sector avanzó con reuniones propias, excluyentes entre sí y con identidades bien marcadas.
El fin de semana, la ministra de Javier Milei encabezó un encuentro en Luis Guillón. Fue organizado por la agrupación Apertura Republicana, dentro del partido, comandado por Juan Curutchet, director del Banco Central. El grupo de liberales, muchos ex UCEDé, preparó un acto que no fue leído, desde el bullrichismo, como un evento a favor ni en contra de nadie.
Se organizó hace dos meses, por lo que buscaron quitarle todo sesgo internista, pero la posición está bien marcada. Va en línea con lo que quiere Bullrich del PRO y con la alianza que espera lograr, en una especie de síntesis, con La Libertad Avanza.
Una figura sobresalió en ese intento de simbiosis, la del intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela. Los halcones del macrismo vieron que el cacique quiere ser gobernador y posicionarse como libertario, pero por ahora es pura futurología. “No es momento de candidaturas sino de fortalecer la corriente del cambio en la provincia”, se sostuvo desde el municipio para bajar un poco la espuma.
En el evento, en el que también hubo representación mileísta, Patricia pidió caminar la provincia con el proyecto del cambio y llegar al 2025 con más dirigentes y espacios que aporten a esa transformación.
En paralelo, Macri organizó una reunión con la tropa propia en sus oficinas de Vicente López. Ya asumido formalmente como presidente del PRO, para las 14:30 espera recibir a figuras clave del partido como Cristian Ritondo, jefe del bloque en Diputados, la vice del espacio, Soledad Martínez, los tres gobernadores amarillos Jorge Macri, Rogelio Frigerio e Ignacio Torres y Facundo Pérez Carletti, santiagueño y secretario general.
Macri quiere “alinear mensajes” de cada una de las bocas amarillas. Será el primer encuentro después de su asunción como presidente del partido y la reunión no apareció como una respuesta a la avanzada libertaria bullrichista sino que se había comenzado a planear durante el último viaje al exterior del ex jefe de Estado.
Llama la atención la ausencia de bullrichismo en la convocatoria. Esto deja a la vista las diferencias internas que, por ahora, son minimizadas. Desde el entorno de la ministra se toman la situación con cierta calma y recuerdan que Horacio Rodríguez Larreta, durante la campaña, también minimizó a Patricia y “así le fue”, perdió la interna.
El bullrichismo quiere, con los recursos que pueda tener y una condición de minoría notable dentro del partido, que Macri pierda su poderío. Con calma y una carrera que “recién empieza”, no planea armar un sub-grupo dentro del PRO sino construir mayorías para ganar la pulseada sobre el futuro del partido. “No tenemos nada contra el jugador de bridge”, dijo una fuente “talibán” para descartar cualquier sentimiento de odio hacia Mauricio y pretensión de venganza. Sin embargo, aclaró que “claramente vemos la realidad y los caminos que tomar diferentes”.
A Macri mucho no le importan los sentimientos ajenos. Cuando asumió frente al PRO, el partido publicó, en su cuenta de Twitter, “volvimos”. Esta frase marcó una diferencia con su antecesora, Bullrich, y dio a entender que lo sucedido en el último tiempo no fue macrismo. Esteban Bullrich pidió no entrar en internismos y apuntar a una unidad pero a Mauricio no le desvela si alguien se sintió tocado por esa publicación.
A esa pelea intestina se suma Larreta que, con una mayor cautela, construye en silencio para no alejarse de la política. A las clases en el exterior se le suman sus contactos con la dirigencia local para, desde su experiencia de gestión, no salir del mapa. Conversa con los gobernadores que este martes se verán con Macri.
MÁS INFO
La situación en las provincias no es la mejor pero tienen la intención de que no afecte las negociaciones por la ley Bases. Desde el lado radical, Maximiliano Pullaro, de Santa Fe, sacó un duro comunicado, con datos fuertes, sobre la disparidad entre el AMBA y el interior a la hora de distribuir subsidios al transporte. Desde la provincia se aseguró que con el gobierno nacional mantienen diálogo constante, que por ahora no se articuló una posición con otros distritos para abordar esta problemática y que “el acompañamiento a la ley Bases no está supeditado a obra pública, ATN o subsidios”. Los goberadores estaban esperando que el gobierno defina los planes para el 25 de mayo, atentos para asistir a lo que los inviten.
Más al sur, la municipalidad de Neuquén retomó el reclamo por el Fondo Compensador al Transporte Público del interior después de que Nación haya decidido aumentar en un 50% el subsidio al transporte del AMBA, mientras que las ciudades del interior continúan sin recibir este beneficio desde el mes de diciembre. El inconveniente es federal.
En Tierra del Fuego, el gobernador Gustavo Melella ya adelantó que presentará una acción de amparo el jueves contra el aumento de la tarifa de gas autorizada por Nación que encareció el servicio entre un 300 y un 1.100%. El mandatario quiere convocar a los intendentes de las tres ciudades fueguinas y distintos referentes de la sociedad civil local a acompañar la iniciativa.
En medio de un clima muy conflictivo en todo el país, algunas posiciones se van aclarando. Alberto Weretilneck, de Río Negro, ya adelantó que su idea es “acompañar en general” la ley Bases porque considera que deben “dar herramientas al Gobierno para que pueda llevar adelante su política”, según consignó Diario Río Negro. Entre las diferencias están el regreso del impuesto a las Ganancias y la cuestión jubilatoria. Sus diputados votaron favorablemente durante la media sanción.
En esa provincia, el domingo hubo elecciones internas amarillas y el macrista Juan Martín ganó la pulseada por 58% contra 42% de Patricia Mc Kidd, referente del antiguo oficialismo. Como a nivel nacional, llamó a la unidad partidaria para “refundar un partido más fuerte”.
La sesión
El oficialismo convocó a la sesión solicitada por la UCR para tratar el financiamiento universitario. Se descuenta que el quórum será una tarea sencilla, ya que Unión por la Patria confirmó que bajará al recinto, pero el gran desafío pasará por conseguir los dos tercios de los presentes necesarios para aprobar cualquier proyecto sin despacho de comisión.
Se trata de nueve iniciativas que llevan firmas de diputados de Unión por la Patria, el Frente de Izquierda, del radicalismo y de Innovación Federal. Más o menos el mismo menú que había propuesto UP para el 24 de abril y que no contó con el acompañamiento de todos los centenarios, fracasando en la convocatoria. Los boina blanca pidieron el debate después de que el gobierno los incendiara con un comunicado en el que se sugirió un acuerdo presupuestario a cambio de votos en el Senado.
Para conseguir los dos tercios, en caso de que todos los legisladores estén presentes, se necesitará del acompañamiento de la oposición dura y la dialoguista. Pero los oficialistas y pseudo oficialistas deberán, para complicar la aprobación, bajar al recinto para abultar el número de los presentes y obligar a conseguir una mayoría más compleja.
El PRO planea no bajar a contribuir con el quórum y, en caso de que los otros bloques lo consigan, votar en contra. "¿Para qué vamos a dar quórum si lo que van a tratar de hacer es emplazar a una comisión y ya hay un compromiso para que el jueves haya un dictamen?", se preguntó una fuente amarilla.
De fracasar, en la UCR destacaron que, gracias a “la presión” ejercida, el gobierno tuvo que convocar a un plenario de las comisiones de Educación y Prepuesto y Hacienda para el jueves, con la intención de avanzar con algún dictamen que facilite el trámite.