La negociación, al infinito, por la ley Bases dejó al descubierto la debilidad – producto de la minoría numérica- de La Libertad Avanza y, al mismo tiempo, las internas de los principales bloques dialoguistas. La distancia más rimbombante es la de la UCR. Los senadores radicales tienen la intención de acompañar, lo más que se pueda, con los votos afirmativos, pero el presidente del espacio eligió un camino propio y se consolida su construcción como líder de un sector de la oposición.
Desde el bloque radical hicieron una serie de sugerencias que fueron aceptadas por el gobierno, pero Martín Lousteau, durante el plenario de comisiones, cuestionó que “los cambios que se le han hecho a la ley son meramente cosméticos, no hay cambios en profundidad de lo que se ha aceptado modificar". El presidente del Comité Nacional confirmó que irá con un dictamen propio en minoría, poniéndose en la vereda de enfrente de las iniciativas enviadas por la Rosada.
Lousteau ya rechazó el DNU 70/2023 de Javier Milei, quedando prácticamente en soledad. Los otros dos que optaron por el mismo camino fueron Pablo Blanco, de Tierra del Fuego que ya confirmó que acompañará el proyecto en general, y Edith Terenzi, chubutense que ahora votaría en favor del gobierno.
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Respecto de estos proyectos de ley, en Diputados no hubo votos negativos de parte de la UCR sino cinco abstenciones al entender que el gobierno había mejorado las iniciativas y modificado varias cuestiones. En el caso de Lousteau, al presentar una propuesta propia, debería proveer un voto no favorable al texto enviado por Milei.
“Él debería acompañar al bloque”, dijo una fuente radical. Bajo este razonamiento, el presidente del partido no es el que marca el rumbo o la posición del espacio, sino que la decisión pasa por otro lado. La lucha por ver dónde está el poder, si en las provincias o en la silla del Comité.
Más allá de las diferencias que pueda tener con la letra del proyecto de ley, el senador quiere recuperar las banderas de la UCR al transitar un sendero que lo aleje de la cosmovisión mileísta o macrista y que acerque las críticas sociales a la ejecución parlamentaria. En este punto hay un debate, están quienes creen que en el interior hay una alta aceptación al gobierno y quienes piensan que la dirigencia está distanciada de las demandas de la población o, en este caso, de la militancia.
La resolución del tratamiento es tan estrecha que hasta el PRO mostró diferencias a la hora de abordar los proyectos. Tan es así que el propio Mauricio Macri tuvo que meterse para marcar una línea.
La larretista Guadalupe Tagliaferri hizo muchas observaciones a las iniciativas, y el presidente de su partido pidió no sólo que todos acompañen en general sino que también provean votos positivos para el RIGI. Ella respondió a las críticas, después de tantos retoques avalados por el oficialismo, al asegurar, en el plenario de comisiones, que “la ley que vino de Diputados era mejorable” y que lo que ella, junto con otros senadores, plantearon “en la primera reunión plenaria tenía lógica. Si hay cosas que desde mi mirada puedo aportar entonces mi responsabilidad es decirlo en voz alta".
Horacio Rodríguez Larreta quiere ubicarse como una oposición clara a la gestión de Javier Milei, aunque considera que el presidente debería tener las herramientas para avanzar con el gobierno. Al mismo tiempo, también sabe que el jefe de Estado tuvo que admitir varias modificaciones que erosionaron, más de lo deseado, la ley Bases. Por lo tanto, eso sería una victoria o una limitación exitosa.
Patricia Bullrich, una de las protagonistas de la interna feroz del macrismo, no quiere ni debatirse internamente el apoyo al “cambio”, sin dudarlo. Macri no para de marcar lo indispensable de su figura y de su juego. Laura Alonso, quien supo ocupar la titularidad de la Oficina Anticorrupción durante su gestión, resumió este argumento en una oración: “Si hay algo que nadie va a poder negar es que el PRO le ha dado un apoyo electoral esencial para el triunfo de Milei en 2023 y también en el tratamiento de la Ley Bases”.
Fuera de estos proyectos, otro debate dejará algunas figuras expuestas. El martes, la UCR pidió una sesión especial para tratar la movilidad jubilatoria. En comisiones, se avanzó con varios dictámenes que casi encuentran a Unión por la Patria y al radicalismo en la misma línea pero la inclusión, por parte de estos últimos, de la liquidación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad para pagar deudas de la ANSES con cajas previsionales provinciales, complicó la negociación.
Actualmente, no hay acuerdo entre los dos espacios, por este tema y por el piso de la jubilación mínima pero se está conversando para intentar lograr algún acercamiento. De no hacerlo, cada uno irá al recinto con su iniciativa y la UCR podría aliarse a los bloques oficialistas para rechazar la propuesta del peronismo y avanzar con la propia.
Unión por la Patria quiso ampliar el temario de esa jornada e incluir iniciativas vinculadas al presupuesto educativo, que ya cuentan con sus dictámenes, como la cuestión universitaria y el FONID. La UCR se negó a hacerlo y la posibilidad de una nueva mayoría quedó un poco renga.
Desde el bloque se explicó que la solicitud de sesión fue exclusivamente para un solo tópico, el de las jubilaciones, “para que no se cruce con otros temas en que los bloques pudieran tener posiciones distintas”. Al mismo tiempo, se mostró cierto enojo ante la intención de UP de ampliar el orden del día: “Mal hacen en querer ampliar el temario de una sesión que no convocaron ellos”.
Sobre los dos temas que quedaron afuera, se argumentó que no tiene sentido tratar la cuestión de los fondos universitarios, dado que hubo un acuerdo entre las Casas de altos estudios y el gobierno. La UCR emitió su propio dictamen respecto este asunto, pero para resolver el problema durante el 2024, cosa que ya no haría falta, según su argumento, y los fondos del año que viene tendrán que tratarse en el Presupuesto 2025.
El FONID, en tanto, podría debatirse en otro momento. La UCR tuvo su propio dictamen, en el que pidió la restitución de esta herramienta y la información sobre los montos adeudados. Además se solicitó “vincular estos fondos al desempeño de los docentes” y que “se generen adicionales salariales que premien la asistencia, la capacitación y la obtención de resultados”, según detalló la diputada Danya Tavela. La legisladora pidió, al mismo tiempo, la esencialidad de la educación.
No todo el radicalismo está, sin embargo, con la intención de dilatar estos tratamientos. El sector de Facundo Manes podría aportar número para el quórum en una sesión pedida por Unión por la Patria para tratar todos los temas, y no sólo jubilaciones. En caso de que el peronismo avance en ese sentido, estos legisladores favorecerían la habilitación de la sesión, dejando expuestos a quienes no quieren votar los presupuestos el martes que viene.