El exministro de Economía Martín Guzmán reapareció y criticó al Fondo Monetario Internacional. Disertó en el panel sobre la "Situación Económica del Mundo y Perspectivas 2023" en un congreso organizado por la ONU en Nueva York y le dejó palabras al FMI.
"La política de sobrecargos del FMI es una política sin sentido por donde se la mire. Es regresiva y aumenta la inestabilidad global", arrancó contra el organismo que conduce Kristalina Georgieva.
Contó Guzmán: "En 2021, en septiembre cuando aún era ministro, pusimos esta discusión en la mesa de los foros internacionales y hubo una reunión formal del Directorio del FMI en la que más del 60% de los votos de los miembros estuvo a favor de revisar la política de sobrecargos de algún modo, pero seis sillas del directorio del estuvieron en contra, la oposición principal proviene del Tesoro de los EE.UU".
Asimismo, agregó el ministro: "Los argumentos que se ponen para no modificar la política de sobrecargos no tienen sentido. Uno de ellos tiene que ver con el riesgo moral. Se plantea que los sobrecargos son para que los países no tengan incentivos a tomar prestado demasiado del FMI o a tener relaciones de endeudamiento con el organismo que duren mucho… ¿Pero qué país quiere quedarse mucho tiempo en el fondo? Yo por ejemplo quisiera que la Argentina jamás se hubiese endeudado con el FMI".
Guzmán también reveló intimidades del gobierno: "Cuando nosotros asumimos el gobierno en 2019, mi propuesta al Presidente fue no tomar un solo dólar adicional de deuda con el FMI, cuando aún faltaban desembolsarse 11 mil millones de USD del programa de préstamo SBA acordado en 2018, y eso fue lo que se hizo. La política de sobrecargos sin duda debe ser revisada. De hecho, es impresionante que no haya sido revisada todavía en este contexto; esta es una política oscura. Cuando era ministro y revisé cada detalle, encontré este monto extra que nos estaban cobrando. ¿Por qué estamos pagando tal tasa de interés, como es que la tasa es la que es? Si vamos a la web del FMI para saber cuál es el importe de los sobrecargos que paga cada país, ahí no están", manifestó.
Y detalló: "Estos sobrecargos sirven para mantener un balance precautorio y se utilizan para gastos operativos del FMI, esto quiere decir que los países en crisis están pagando los gastos operativos del FMI, ¿cómo puede ser eso? Y no solo este proceso obedece a un sistema que no muestra lo que pagan los países, sino que tampoco muestra lo que hace el FMI con ese dinero. ¿Está comprando bonos de economías emergentes? ¿O está comprando bonos del Tesoro? ¿O invertiéndolo en qué? ¿Qué hace el FMI con ese dinero? Estas son preguntas importantes, y sabemos muy poco sobre ellas".
Por otro lado dejó palabras para la conducción de la Economía argentina actual, a cargo de Sergio Massa. "Una consolidación fiscal brusca basada en las típicas políticas de austeridad, trae efectos adversos que pueden ser económica y socialmente desestabilizantes", cuestionó.
Por otra parte, repasó su gestión: "En Argentina, cuando fui ministro de Economía, presentamos un proyecto de ley de Renta Inesperada para atacar el impacto desigualador que generó la guerra en Ucrania. Otros países han adoptado iniciativas similares. El proyecto aún no ha sido tratado por el Congreso. Hoy la principal preocupación de los bancos centrales y de los ministros de economía de los países del G20 es la inflación". Y opinó: "La ola de contracción de las políticas monetarias que estamos viviendo va a agravar las tensiones sociales y políticas en todo el mundo*. Vamos a ver más problemas de sostenibilidad de la deuda".
Sobre tomar deuda, Guzmán reflexionó: "La restricción de acceso a financiamiento para muchos países generará la necesidad de más reestructuraciones de la deuda soberana para garantizar la sostenibilidad de la deuda. Va a haber casos de países que lleven adelante procesos de reestructuración de la deuda soberana que igual tendrán que efectuar una consolidación fiscal, porque si estamos en una situación en la que no hay financiamiento y hay un déficit fiscal primario, la consolidación fiscal sigue siendo necesaria, pero tiene que ser con crecimiento, y en ese caso es fundamental definir prioridades para el uso de los recursos del Estado".
Y concluyó: "Los horizontes temporales también son asimétricos. Para el deudor, los problemas tienen que resolverse ahora mismo. En el contexto de una crisis, no abordar los problemas significa más inestabilidad social, más inestabilidad política, la paciencia de los acreedores es diferente. (menciona libro “Too little, too late” dé Guzman; el actual ministro de Colombia, Ocampo y; el Premio Nobel, Stiglitz). Lo difícil en el proceso de reestructuración de deudas es crear el sentido común nacional, el apoyo social y político a una propuesta que sea eficaz para restablecer la sostenibilidad de la deuda cuando sea necesario".