El ex ministro de Economía Martín Guzmán se refirió a su salida del Gobierno nacional y afirmó que "no se podía gestionar la política económica", hecho que podía provocar que el país "fuese a un lugar mucho peor".
"La cuestión era una decisión responsable. No importan las posiciones, sino lo que puede hacer o lo que uno suma o resta. Lo que se hizo fue cuidar a la Argentina, porque estabamos en una situación en la que no se podía gestionar la política económica y el país iba a ir a un lugar mucho peor si seguíamos en ese camino", señaló en una entrevista radial con el programa Toma y Daca de AM750.
Los dichos del ex titular de Hacienda, que dejó el cargo hace ocho meses, respondieron a una pregunta sobre el respaldo político que no tuvo del kirchnerismo en sus últimos días en el cargo y que hoy sí tiene el actual ministro, Sergio Massa.
"Es importante - continuó Guzmán- que haya una conciencia de lo que está ocurriendo. Se marcaron las cuestiones muchas veces, hasta una última charla y lamentablemente no se pudieron construir las condiciones para continuar. Terminó habiendo un cambio de ministro y hoy sí tiene el apoyo y lo que toca es diseñar lo mejor posible la política económica", indicó.
Por otra parte, el ex ministro del presidente Alberto Fernández advirtió que la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es "tan grande que no se va a poder pagar por mucho tiempo".
"El daño es realmente muy grande. Esa es la gravedad en la que nos dejó Juntos por el Cambio y a la hora de pensar qué Argentina queremos, tenemos que mirar con mucha atención donde nos dejaron", señaló.
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El ex ministro admitió que le faltó apoyo político para avanzar con su programa y destacó que ahora ya no se califica a la negociación con el FMI como un "acuerdo del ajuste".
"No se puede conducir una economía sin apoyo político y habían acciones que terminaban generando lo opuesto a lo que el programa económico buscaba", señaló Guzmán-
Dijo que "antes, con clara expansión del gasto, se hablaba del 'acuerdo del ajuste', ahora se ve que cambió la narrativa y parece ser que ya no es del ajuste. Y si mirás los números, es clarísimo lo que pasó".
Guzmán anunció que acaba de crear un think tank que se llama Suramericana, "que está creciendo y desde donde articulamos programas para abordar los temas estructurales para el país".
"El gran desafío de la política económica es distribuir los costos de esa sequía de la forma más progresiva posible, cuidando los segmentos más vulnerados", señaló.
Sostuvo que "para que la política fiscal pueda ser contracíclica, no alcanza sólo con gastar más, hay que tener una contrapartida en la disponibilidad de divisas".
Guzmán señaló que "si el FMI quiere pisotear a la Argentina, es algo que jamás hay que permitir" y reveló: "Yo me fajé a muerte con el FMI en los últimos meses por un tema en particular que era la tasa de interés. Teníamos nuestra visión con respecto a eso y nos mantuvimos firmes".
Además, señaló que el déficit fiscal "no es la única causa de la inflación. Vos podés bajar el déficit y tener más inflación, de hecho es lo que viene ocurriendo y pasó durante la gestión del Gobierno anterior".
Guzmán dijo, además, que "ha habido distintas comunicaciones formales e informales por parte de miembros de la oposición acerca del mercado de deuda pública en pesos que son de una gran irresponsabilidad y, además, mal fundadas".
"Cualquiera que quiera gobernar la Argentina tiene que ser muy claro acerca de hacia a dónde va a ir. Muchos candidatos dicen tener un plan. Bueno, decilo, cuál es, qué vamos a votar", señaló.
El ex ministro consideró además "muy importante que la negociación con el FMI se tome como una negociación política y no técnica para poder construir condiciones de apoyo a lo que la Argentina necesita que es poder llevar adelante las políticas que defina el Gobierno".
Recordó que "el acuerdo establece en el artículo 11 que hay condiciones de incertidumbre y que puede haber eventos -distintos tipos de shocks, menciona los climáticos- que impliquen tener que recalibrar".
Además, Guzmán coincidió en que la Argentina es "efectivamente una economía bimonetaria con una moneda muy débil que hay que trabajar para fortalecerla".
"El gran desafío de la política económica es distribuir los costos de esa sequía de la forma más progresiva posible, cuidando los segmentos más vulnerados", indicó.
Sostuvo que "para que la política fiscal pueda ser contracíclica no alcanza sólo con gastar más, hay que tener una contrapartida en la disponibilidad de divisas, sino los pesos que dan vuelta terminan metiendo presión contra el dólar".
Con información de Noticias Argentinas.