El diputado del PRO Fernando Iglesias realizó en las últimas horas una insólita confesión de parte en relación al escándalo de los chats que involucran a jueces, fiscales, funcionarios y directivos de Clarín, al reconocer que el viaje que realizaron a Lago Escondido se trató de una "reunión de lobby" y de una conducta "antirrepublicana", al tiempo que admitió que pueden haber incurrido en el delito de dádivas.
El último lunes por la tarde, recién luego de la cadena nacional en la que el presidente, Alberto Fernández denunció los hechos, los dirigentes opositores salieron a defender a los suyos por el escándalo.
En ese contexto, Iglesias habló en su cuenta de Twitter y realizó un insólito intento de defensa de los involucrados. "No soy abogado, pero hasta donde sé, hacer reuniones de lobby puede ser antirrepublicano pero no es delito", reconoció.
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Acto seguido, criticó al jefe de Estado por haber difundido el tema. "Intervenir sin autorización judicial conversaciones privadas y darles difusión por cadena nacional, sí (es delito)", agregó al respecto, aunque sin especificar de qué delito se trataría.
Un rato después, Iglesias también reconoció en otro tuit que el viaje a Lago Escondido no fue "ético". "Es lo que dije en mi tweet", le respondió a otro usuario que le comentó que el encuentro en la estancia de Joe Lewis "no es delito, pero no es ético".
Ante la consulta si podía haber dádivas, Iglesias reconoció: "Puede ser"
Pero además, el diputado cercano a Mauricio Macri y Patricia Bullrich admitió que los involucrados, entre ellos Marcelo D'Alessandro, ministro de Seguridad porteño, pueden haber incurrido en el delito de dádivas. "Art. 259 CPN Dádivas", le remarcó un usuario en respuesta a su primer tuit. A lo que a su vez Iglesias respondió: "Puede ser. Pero eso hay que probarlo".
Los chats filtrados y el viaje a Lago Escondido
Jorge Rendo y Pablo Casey, presidente y abogado del Grupo Clarín respectivamente, invitaron a un grupo de funcionarios, jueces y fiscales directamente vinculados a la persecución judicial a Cristina Fernández de Kirchner a pasar unos días en Lago Escondido, la estancia patagónica del magnate inglés Joe Lewis, amigo personal de Mauricio Macri. Descubiertos, intentaron encubrir esta reunión a través de la confección de facturas truchas y el direccionamiento de la causa en la que se los investiga, dos delitos graves.
Los integrantes de este supuesto grupo de chat son casi los mismos que figuran en la planilla del vuelo a Bariloche que publicó El Destape. Uno por uno:
- Jorge Rendo y Pablo Casey, presidente y abogado del Grupo Clarín respectivamente, que según se desprende de los chats financiaron el viaje, organizaron el grupo y aportan la pata mediática.
- El juez Julián Ercolini que impulsó las causas Vialidad y Hotesur, representa a Comodoro Py e intervino además en causas vinculadas a Clarín como el caso Papel Prensa.
- Juan Bautista Mahiques, organizador del lawfare en la era Macri y actual nexo con Horacio Rodríguez Larreta, que en el grupo se encarga del direccionamiento de la causa judicial que involucra a todos los viajeros.
- Su padre el juez Carlos “Coco” Mahiques, retaguardia macrista en la clave Cámara de Casación que revisará las causas contra Cristina y que ya intervino en una causa vinculada a Lago Escondido.
- El juez penal económico Pablo Yadarola, de mucha influencia sobre la jueza María Eugenia Capuchetti, que por entonces ya tenía en sus manos la causa por el atentado contra la Vicepresidenta.
- Leonardo Bergroth, ex miembro de la SIDE vinculado a Antonio Stiuso.
- El publicista Tomás Reinke, especializado en campañas por redes sociales.
- El juez Pablo Cayssials, que en su momento anuló la adecuación de oficio de Clarín a la ley de Medios audiosivuales y fue clave para el apartamiento de la ex procuradora Alejandra Gils Carbó.
- Marcelo D'Alessandro, ministro de Justicia y Seguridad porteño, otro vínculo de este viaje con Rodríguez Larreta.
- Como Brigada A: cada integrante con una especialidad. Una Brigada M. De Macri o Magnetto.
La filtración de los supuestos chats apareció a pocas horas de que se conozca la sentencia en la causa Vialidad, cuya instrucción estuvo a cargo justamente del juez Ercolini, uno de los involucrados.