El empresario e ingeniero agrónomo Gustavo Grobocopatel dijo que las reformas impulsadas por el presidente ultraderechista, Javier Milei, tanto a través del DNU 70/2023 como en la Ley “Ómnibus”, son “transformaciones de fondo” que “podrían dar lugar a un país con más inversión y trabajo genuino”, aunque pidió que, para dar certidumbre, sean tratadas en el Congreso.
Ambas medidas fueron fuertemente criticadas desde diversos sectores por ser consideradas "inconstitucionales" por implicar la entrega de la suma del poder público al Presidente, así como la total desregulación de la economía en deterioro a los derechos de los trabajadores y trabajadoras; y cambios profundos del funcionamiento del Estado.
“Yo creo que muchas de las medidas que envío Milei tanto en el decreto como en las leyes son trasformaciones de fondo. Esto podría dar lugar a un nuevo país mucho más integrado al mundo, con más trabajo genuino, que nos podría poner en el camino del progreso. Muchos países latinoamericanos ya comenzaron a hacerlo hace décadas y nosotros estamos retrasados”, manifestó Grobocopatel esta mañana en diálogo con Radio Continental.
Según el fundador del grupo cerealero Los Grobo, existía “un deseo de cambio de la gente” por entender que “así como estábamos no podíamos seguir”.
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“No se puede vivir con esta inflación, esta baja de la actividad y estos desequilibrios macroeconómicos. En eso es elegido Milei que tenía una propuesta drástica y lo que hizo en estas primeras semanas fue pasar rápidamente una serie de transformaciones que él piensa que son buenas y que piensa que captan lo que la sociedad quiere”, analizó. En esa línea, el empresario estimó que algunas medidas económicas “son duras”, pero pidió a la gente mantenerse tranquila porque –opinó- “van a empezar a traer sus frutos”.
“Yo creo que en unos meses debería empezar a entrar la luz al final del túnel. Viene felizmente una cosecha buena, un equilibrio en la parte energética y otros sectores que van a tirar para adelante. Me parece que, en seis meses, Argentina no estará bien, pero si mirando una luz al final del camino”, pronosticó. Por otro lado, pidió que las reformas sean discutidas por el Congreso, pero que este debe “tener conciencia” de tratarlas “rápidamente”, pues –evaluó- la situación no está “para esperar un año ni seis meses”.
“Las cosas tienen que ser discutidas porque las cosas que no son acordadas son de corto plazo”, analizó y dijo que las inversiones necesitan "estabilidad" y que los cambios se "sostengan en el tiempo". Para ello, dijo que es preciso "un nivel de consenso amplio y el aval de las instituciones de la República, como el Congreso y el Poder Judicial". Al momento, ese balance no se está dando: el DNU acumula presentaciones en contra en distintos tribunales del Poder Judicial y, de hecho, la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) ya lograron medidas cautelares para frenar la reforma laboral que establece ese mega decreto.
A pesar de eso, para Grobocopatel consideró que “la gente va a estar de acuerdo” en la mayoría de los cambios sugeridos -que son modificaciones en más de 300 leyes y hasta límites en la libertad de expresión-, y que el rechazo que suscita en algunos sectores es producto de “gente que no estudió el tema” o “intereses empresariales, políticos y sindicales que tocan”.
En ese marco, le pidió al sector agropecuario que colaboré “lo máximo que pueda”, para “apoyar las reformas que viene sosteniendo desde hace décadas”. “El sector necesitaba un cambio de aire, otro tipo de reglas. No crece desde hace diez años o más. Veo que la gente está preocupada, pero hay todavía una expectativa positiva sobre lo que va a pasar”, manifestó.