El rechazo a lo negociado en el último encuentro por el ministro del Interior, Guillermo Francos, y la denominación de "bloque extorsión" a los sectores dialoguistas no le habrían resultado gratis al presidente Javier Milei. Los gobernadores de Juntos por el Cambio y aliados sienten una profunda desconfianza por el doble juego del Presidente y por ahora sigue en la nada la posibilidad de un encuentro cara a cara, como se vino rumoreando desde ayer. Los jefes provinciales siguen a la espera de alguna solución concreta al problema fiscal que les generó la eliminación del impuesto a las Ganancias a los trabajadores, pero Milei no quiere ofrecer nada hasta tanto no se apruebe la ley Omnibus en Diputados. En medio de este póker, Francos adelantó que luego del debate legislativo buscará negociar un nuevo pacto fiscal con los gobernadores.
El jefe del bloque de diputados de Hacemos Coalición Federal, Miguel Angel Pichetto, ya no sabe qué hacer para que el Casa Rosada atienda los reclamos de los gobernadores. En su bancada están los diputados que se referencian en el entrerriano Rogelio Frigerio, el chubutense Ignacio Torres y los del peronista cordobés Martín Llaryora. "Hoy va a haber un hecho importante, se va a anunciar una posible convocatoria a los gobernadores", aseguró temprano Pichetto, supuestamente una información que le habían transmitido la noche anterior. Pero, una vez más, fue desmentido por la Casa Rosada. El vocero Manuel Adorni dijo que no estaba previsto ninguna reunión y que el paquete fiscal que se había eliminado del proyecto será tratado luego, recién una vez que se apruebe a ley.
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La reunión de la semana pasada dejó marcas. Hubo un acuerdo verbal entre Francos y los gobernadores por el que el Ejecutivo aceptaba coparticipar el 30% del impuesto País y la oposición dilaoguista aprobaba la ley en general, incluido el apartado de privatizaciones. El Presidente lo rechazó de mala manera a través de un tuit, dejando en ridículo a su ministro, a los gobernadores y a los diputados dialoguistas que se habían apresurado a celebrar el consenso. Las discusiones en torno a la ley se tensaron y el oficialismo debió consentir nuevas modificaciones que anoche, a última hora, se seguían negociando y obligaron a una nueva postergación.
Aunque se supone que tiene una duración acotada porque se extenderá sólo hasta que se mantenga el cepo al dólar, el impuesto PAIS viene ganando en importancia en la recaudación y se calcula que este año podría llegar a sumar seis mil millones de dólares. Por eso, los gobernadores prefirieron ir por una porción de ese tributo antes que pagar el costo de la reposición de Ganancias a los trabajadores, que es lo que le ofrece la Rosada. Sin acuerdo, finalmente el ministro de Economía, Luis Caputo, eliminó el capítulo fiscal del proyecto pero también la vuelta del impuesto a las Ganancias y los gobernadores quedaron con el interrogante respecto a la situación fiscal de las provincias.
Una vez más, le tocó al maltrecho Francos salir a apaciguar la situación. Ayer temprano, en una entrevista, repasó lo sucedido en los últimos días y admitió que era cierto que el Gobierno se comprometió a buscar a alguna solución al agujero fiscal generado por la eliminación de Ganancias. “Buscaremos con los gobernadores un nuevo pacto fiscal que nos permita una distribución razonable de los recursos coparticipables”, adelantó. No dio precisiones, pero dijo que sería luego de la discusión parlamentaria. La falta de este acuerdo básico complicó la negociación parlamentaria pese a que la ley Omnibus ya perdió más de 400 artículos.
Karina Milei y Adorni aparecieron en el recinto para tratar de apurar la votación. Persistían las diferencias en cuanto a la metodología que habrá que seguir para la privatización de empresas públicas, las facilidades para la toma de deuda en moneda extranjera y la extensión de las facultades delegadas. Los gobernadores especulan con que si Milei los maltrata así ahora que los necesita, poco pueden esperar de él si le conceden facultades extraordinarias en materia económica, financiera, previsional, seguridad, salud, tarifaria, energética y administrativa. "Tenemos un Presidente con tanta debilidad legislativa y aún así manda leyes refundantes y no está dispuesto a cambios", reflexionó el diputado del peronismo cordobés Oscar Agost Carreño en diálogo con El Destape Radio.