Juntos por el Cambio, conforme con las modificaciones del gobierno

Uno a uno, el PRO, la UCR y Hacemos Cambio Federal pasaron por el despacho de Martín Menem para reunirse con el presidente de la Cámara, Guillermo Francos y Santiago Caputo. Hubo muchos cambios a la ley, otras zonas grises y un fin de semana a puro trabajo para lograr el dictamen común.

19 de enero, 2024 | 00.05

Casi como si fueran a rendir un final, los jefes de los bloques de la oposición colaboracionista pasaron uno a uno, aislados del conjunto con el que supieron analizar la ley ómnibus, para charlar mano a mano con Martín Menem, Santiago Caputo y Guillermo Francos. La Libertad Avanza cedió ante varios de los planteos del ex Juntos por el Cambio que no consiguió todo lo que quería pero que ante la modificación de cien artículos no pudo más que encaminar la aceptación y pensar en un dictamen conjunto el lunes.

Primero fue el turno de Cristian Ritondo y María Eugenia Vidal que ingresaron a la presidencia de Diputados en representación del PRO. Si bien todavía quedaron algunos puntos en discusión, los detalles finales del texto se conocerán la semana que viene, con el momento de la verdad, la presentación del dictamen final.

“Estoy seguro que nos encaminamos para que la semana que viene tenga media sanción la ley que estamos debatiendo”, dijo Ritondo a la salida de la primera reunión del oficialismo con el ex Juntos por el Cambio a sabiendas de que La Libertad Avanza aceptó muchos de los pedidos pero que quedaban grises con las jubilaciones y la reforma electoral, que no se modificaron en un cien porciento. De hecho, en el espacio no están de acuerdo con la eliminación de las PASO, algo que mantuvo el oficialismo pese a los rechazos.

Rodrigo De Loredo, por la UCR, fue el segundo en el orden del día. El recibimiento pareció darse según cantidad de miembros de bloque. El radicalismo encontró una actitud mucho más receptiva de parte del gobierno y convocó inmediatamente a una reunión de bloque para comunicar las modificaciones al resto de los diputados.

Hubo tres cambios fundamentales para el espacio, y otros más. Jubilaciones, retenciones y delegación de facultades sufrieron modificaciones aunque tal vez no las esperadas en la previa. La Libertad Avanza se mostró dispuesta a reducir las delegaciones de facultades y disminuir las emergencias por un año en lugar de dos. Los detalles finos también llegarán la próxima semana.

Respecto de las jubilaciones, aceptaron retirar el artículo de eliminación de la movilidad o atarla al índice de precios al consumidor medido por el INDEC el mes anterior, dejando de ser un cálculo trimestral. Se perderá poder adquisitivo pero con la certeza de un número. Sin embargo, la charla quedó abierta y todavía puede haber cambios.

En lo que hace a retenciones, el gobierno se mostró dispuesto a dejar en cero las que afectan a las economías regionales, una preocupación clave de los gobernadores, pero no abordaron su alcance para productos industriales. Lo que también sufrió algunos retoques fue el capítulo de las privatizaciones, que ya no serían tratadas en paquete sino caso por caso, dejando a YPF fuera del listado pero sin ceder, por ahora, con el Banco Nación.

Lo que quedó en el tintero es el debate por la reestructuración de la deuda, pasando o no por el Congreso, y la reforma electoral cuyo capítulo quedará afuera pero con permanencia de la eliminación de las PASO.

La intención es sesionar el martes, con dictamen el lunes, confió una fuente parlamentaria del radicalismo que reconoció que La Libertad Avanza cedió en muchos de los puntos pedidos pero, aclaró, todavía no vieron el texto final. Lo cierto es que en algunos artículos podrán firmar y votar en disidencia, despejando el camino para un acompañamiento general del dictamen y de la ley.

El problema es que no todo el radicalismo se sintió conforme con la “patoteada” de avanzar tan rápido. De hecho, diez diputados de la UCR presentaron un pedido a Martín Menem para que se prorrogue el período de sesiones extraordinarias para debatir como corresponde, con tiempo, confeccionar un dictamen serio o – cosa que no sucedió – reducir fuertemente el contenido de la ley. El futuro de este sector quedó incierto y es una posibilidad la firma de un dictamen separado aunque en el bloque se haya interpretado que semejante volumen de modificaciones no podía rechazarse.

Miguel Ángel Pichetto, de Hacemos Coalición Federal, fue el tercero en ingresar al despacho y se fue con las mismas conclusiones: llevar a cero las retenciones a economías regionales, cada empresa deberá tratar su privatizaciones en comisión bicameral con la exclusión de YPF y, además, cambios en la reforma electoral. Jubilaciones, también, quedó como un tema pendiente de definición, puntualmente el indicador o la fórmula a elegir. Están entre el índice de precios al consumidor y salarios a enero, la remoción del artículo y el mantenimiento de la ley actual.

Los principios de acuerdo son clave para que el gobierno pueda avanzar con la ley ómnibus antes de la marcha de la CGT. Ahora bien, reglamentariamente, los plazos para dictaminar son muy acotados. Según el reglamento, las comisiones tienen que hacerlo hasta diez días antes de la fecha prevista para el fin de las extraordinarias. Como terminan el 31 de enero, debería ser el 21 de este mes, o sea el domingo. Pero el oficialismo está decidido a marchar a paso firme y acelerar el trámite también en el Senado.

Guillermo Francos y Santiago Caputo se reunieron con los senadores de La Libertad Avanza para adelantar los pasos a seguir. Les informaron antes que a nadie las modificaciones que iban a proponerle a los diputados de Juntos por el Cambio con la intención de unificar la estrategia y, ante la chance de una media sanción, avanzar lo antes posible en el Senado. También se analizaron reformas a la Boleta Única en Papel para lograr alguna aprobación.

En la Cámara Alta, la oposición dialoguista ya trabaja en el análisis de la ley ómnibus. Ante el apuro del gobierno y todavía sin saber la letra chica del texto que llegará al recinto, en caso de avanzar, los legisladores del PRO y de la UCR decidieron adelantar pasos y escuchar a referentes de distintas ramas productivas y de la sociedad civil.

Ya hubo encuentros con representantes de pymes, del sector maderero y otras organizaciones, una agenda que continuará en los próximos días, con la intención de interiorizarse en los alcances del proyecto. El trabajo es conjunto entre los dos partidos de la alianza que gobernó en 2015, casi como si el interbloque de Juntos por el Cambio existiera

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Según confió una fuente parlamentaria presente en los encuentros, las reuniones fueron “nutritivas” para ambos bloques. La intención de la escucha pasa, como en Diputados, por la necesidad de dejar los artículos que consideran correctos, con buen rumbo, pero sin abandonar la crítica a iniciativas que, directamente, no son buenas.

La unidad no es un dato menor. Fue un requisito de los gobernadores y, por el momento, el parlamento decidió escuchar esa solicitud. Con esta actitud, el posicionamiento de ambos bloques tendrá puntos en común para sacar músculo en caso de necesitarse una negociación. Algo que también se hizo en Diputados con la confección de un “semáforo” para definir qué puntos de la ley se pueden acompañar, cuáles no y cuáles podrían postergarse para marzo.

La posición de la Cámara Baja y de la Alta es bastante parecida. Salvo la existencia de algunos colaboracionistas extremos, más ligados a Patricia Bullrich, hay un planteo fuerte para acompañar el proyecto con modificaciones, sin la firma de un cheque en blanco. Lo plantearon los diputados y también los senadores.

Una fuente PRO de la Cámara Alta consideró que era inviable acompañar el proyecto tal y como fue presentado, sin cambios. Sobre todo porque muchas de las propuestas están “al límite de la Constitución” y porque si bien la ciudadanía votó Milei presidente, éste no puede jugar en la cornisa ni silenciar al otro.

El debate de la ley ómnibus, de avanzar con las pretensiones de votar lo antes posible, estará enmarcado por la marcha convocada por la CGT al Congreso, parte de la jornada de paro nacional de 12 horas. Ese día, se espera, los legisladores no estarán en el parlamento, pero fuera del palacio habrá una potente postal. El gobierno nacional y el porteño trabajan en el operativo de seguridad que involucrará un despliegue importante tanto de fuerzas federales como capitalinas.

El operativo servirá para terminar de aceitar la relación entre las dos jurisdicciones después de que Patricia Bullrich haya invadido el territorio de la Ciudad el 20 de diciembre, durante la primera marcha en la que se aplicó el protocolo del ministerio de Seguridad. Si bien los vínculos empezaron a transitar por buenos caminos, el despliegue será central para recuperar la confianza.

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