Una diputada del PRO, furiosa contra le Ley Micaela

Una diputada del PRO argumentó por qué se negó a continuar con la capacitación que se enmarca en la Ley Micaela.

01 de julio, 2021 | 11.03

La diputad del PRO en Catamarca Natalia Saseta lanzó una insólita justificación para no cumplir con la capacitación que se enmarca en al Ley Micaela y se negó a realizar los ejercicios y tareas que le fueron encomendadas. En total, solo 10 legisladores catamarqueños completaron la capacitación, el resto (31) se negó a continuar con las capacitaciones.

“Les cuento lo que me pasó con la tarea de un texto de una zurda feminista… (titubea) Silvia Federicci; me hicieron hacer una tarea de que el micromachismo y el machismo vienen del capitalismo. Me parece que tenemos que rever esos contenidos que lo único que hacen es adoctrinar y ejercer odio hacia esa gente”, lanzó la legisladora en la sesión virtual del cuerpo .

La diputada aclaró que con sus argumentos no intentaba “desligitimizar” ni desvalorizar el trabajo que hacen las personas que trabajan en la capacitación de la Ley Micaela hoy: “Lo que nosotros buscamos es desconstruir a aquella persona que vino criada de una determinada forma y que cree en determinados valores o ideas que hoy nos discriminan, y hacen a la violencia de género que nosotros suprimimos”.

En el 2020, la legislatura de Catamarca desarrolló los módulos de capacitación que se prevén en la Ley Micaela, al respecto una las actividades del Módulo D, que corresponde a “Lenguaje y Comunicación”, propone como tarea: “Seleccionar un texto de tu labor legislativa/administrativa/educativa; con la teoría proporcionada y los ejemplos propuestos, realizar los cambios necesarios a los fines de lograr una producción más inclusiva e igualitaria. Justificar los cambios realizados”.

Saseta interpretó la consigna como una obligación de usar lenguaje inclusivo: “Quiero contarles que me inscribí en la Ley Micaela, hice los trabajos que son pertinentes a la materia, estuve prestando atención, pero llegué a la última tarea en donde me pedían que yo traduzca un texto en lenguaje inclusivo. No nos pueden poner un lenguaje que nos obligue a hablar de una forma en la que yo no hablo, no creo, no considero”, se quejó.

“Todos saben que levanto la bandera de los derechos y de la igualdad, pero no creo que el lenguaje inclusivo me ayude a mí a tener más derechos. Y no creo que ayude a otras personas a incluirlas en un programa de capacitación”, argumentó para no continuar con la capacitación.