El expresidente de la Nación y líder de Cambiemos, Mauricio Macri, reapareció en redes sociales para criticar la ley de alquileres que fue presentada por dos diputados que pertenecen a su propio espacio (Juntos por el Cambio) durante el primer año del gobierno de Alberto Fernández. "Es una muy mala ley, que claramente fracasó", disparó el ex mandatario.
A través de su cuenta oficial de Twitter, una de las máximas figuras de la oposición cruzó duramente la ley que actualmente está en revisión y omitió mencionar ese texto surgió de su propio espacio: "La Ley de Alquileres es una muy mala ley, que claramente fracasó. Tenemos que derogarla y tomarnos el tiempo para hacer otra que resuelva el problema. Hay que dejar de complicarle la vida a la gente que ya la tiene demasiado complicada", expresó.
El tweet:
Las respuestas no tardaron en llegar. El cronista de C5N, Lautaro Maislín, le contestó el tuit con una captura de hace algunos años y luego subió a su cuenta oficial los dos mensajes en cuestión. Por un lado, la crítica de Macri y por el otro, un tuit del 3 de abril del 2017, enviado por el diputado nacional Waldo Wolff. "Con el diputado @Lipovetzky (Daniel Lipovetsky, actualmente diputado provincial de PBA), con quien trabajamos juntos en la futura ley de alquileres y acciones de promoción en la construcción", escribió junto a una imagen de ambos.
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La respuesta:
Ley de alquileres: los tres puntos claves que cambiarían
Luego de la intensa presión de las inmobiliarias y las quejas de inquilinos ante la reactualización de los precios del alquiler, esta semana la Cámara de Diputados inició en comisiones el debate de un nuevo proyecto con tres puntos claves como guía: la duración de los contratos, el plazo de actualización por inflación, el tipo de regulación de los precios y los impuestos a pagar.
En lo que refiere a la duración del contrato, la ley vigente establece que los contratos deben durar tres años, un acuerdo al que llegaron para evitar que los propietarios suban los alquileres de forma desproporcionada a la hora de renovar los acuerdos. El cambio propuesto por las inmobiliarias para la nueva ley implica volver a contratos de dos años.
Por otro lado, la ley establece un aumento anual cuyo porcentaje surge del promedio entre la inflación anual y el incremento de los sueldos. Frente a esto, las inmobiliarias exigen que el aumento sea semestral debido a que consideran que la variación anual erosiona los ingresos de los propietarios. Un duro golpe para el bolsillo de los inquilinos si se lleva a cabo. Por último, ante la salida de inmuebles del mercado de alquiler, se pide que se cobre un impuesto a las viviendas no usadas por dueños o inquilinos.