El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, manifestó su preocupación por el accionar del Gobierno nacional durante el tratamiento de la Ley Bases, que dejó como saldo la detención de 33 personas -de las cuales 17 fueron excarcelados- a las que se las busca acusar de delitos gravísimos como "terrorismo" y "sedición" tras la presentación del fiscal Carlos Stornelli. "Que se laven la boca antes de hablar de golpe de Estado", lanzó.
En declaraciones con Radio AM 750, tras su regreso al país desde Italia luego de encontrarse con el Papa Francisc, el mandatario provincial marcó: "Estoy muy preocupado y diría, escandalizado por lo que está intentando hacer el Gobierno. Evidentemente venimos de una etapa de muchísimas marchas multitudinarias, con los mismos sectores -por decirlo así-, todas pacíficas y expresándose pacíficamente de forma masiva. No hubo ningún episodio de violencia porque lo que se intenta, precisamente, es repudiar -entre otras cosas- los discursos violentos y los posicionamientos que tiene el propio gobierno".
"Que haya presos por manifestarse, en democracia, es un espanto. Ya estuve trabajando hoy para colaborar para que esta situación termine inmediatamente. Inmediata libertad a los detenidos", apuntó Kicillof. "Es inadmisible que el Gobierno use palabras como golpe de Estado y terrorismo, inadmisible", agregó con indignación.
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El gobernador bonaerense aseguró que desde Nación buscan "caracterizar lo que ocurrió de una forma distinta a lo que fue", que se trató solo de una manifestación de diversos sectores y de muchos trabajadores y trabajadoras de manera espontánea. "No sé de qué están hablando, me parece una aberración caracterizarlo de esa manera. Uno no tiene el detalle de cada cuestión pero mostrar así una protesta en oposición a una ley espantosa, horrible y muy dañina que agrede diversas áreas... La gente se fue a manifestar contra eso, la ley es una agresión. Intentan convertir una posición democrática en una victimización", manifestó.
"Había muchísima gente en la Plaza, me parece que la intención era desalojarla y después, en momentos de desconcentración, se da una especie de 'cacería' lejos de las marchas. Ponen presa a gente que no está haciendo nada parecido a terrorismo o golpe de Estado, se tienen que lavar la boca antes de usar esas palabras de épocas tan tristes y complicadas. Que el propio Estado manifieste esto, genera mucha preocupación", añadió Kicillof.
Por otro lado, el mandatario apuntó contra el fuerte ajuste a las jurisdicciones que sufren sus habitantes -principalmente sobre jubiladas y jubilados-, que se observa también en el aumento de tarifas y la ausencia de obra pública y a su vez, denunció que la Argentina está atravesando una época donde hay un fuerte ataque al federalismo "acompañado de expresiones de mucha gravedad, como que van a fundir a las provincias". Y concluyó: "Es necesario y urgente poder conformar un proceso de articulación".