Luego de que El Destape diera a conocer las llamadas del Lawfare, los audios de los diálogos entre Juan Sebastián De Stéfano, un ex jefe de la AFI macrista, con el un juez y con el ex ministro de Justicia, Germán Garavano; la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia, Cristina Caamaño, sostuvo que los integrantes de Juntos por el Cambio "se hacen los republicanos pero son una banda de mafiosos".
Sobre el descubrimiento de los audios, Caamaño también hace referencia a que las charlas entre los tres tiene "que servir para no cometer la estupidez de hablar de ‘cuentapropismo’”. Y, además, hizo hincapié en el rol que tuvo De Stéfano al sostener que "fue fundamental en la red de espionaje”. En diálogo con El Destape Radio, la ex fiscal aseveró que “durante la mafia macrista integrantes de la AFI conversaban con jueces para armar causas y meter presa gente”.
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Además, apuntó que "los miembros de la AFI no tienen por qué hablar con los jueces. En tanto, Caamaño consideró que la actual diputada porteña de JxC María Eugenia Vidal “no puede decir que no sabía lo que pasaba en el Banco Provincia porque había tres ministros. Si no sabía lo que hacían sus ministros, no sirvió como Gobernadora”.
Más allá de sus observaciones, hizo hincapié en la presentación que realizó durante el mediodía en el juzgado de Marcelo Martínez de Giorgi y Caamaño se quejó de que “la Justicia de Lomas de Zamora nunca tuvo en cuenta las 105 mil grabaciones” que hoy entregó en Comodoro Py.
Sobre eso, detalló que “la DAJUDECO, que interceptaba las comunicaciones, había hecho un ‘punto a punto’ con la AFI, que escuchaba las conversaciones casi online”. En ese sentido, indicó: “Hay audios que deberían haberse destruido y no se destruyeron”. Y reveló: “Encontramos una resolución de (Gustavo) Arribas que la AFI podía escuchar grabaciones y asumía el rol de juez”.
En este punto, también se supo que el área que dirigía De Stéfano se llama Asuntos Jurídicos, aunque su función durante la era Macri fue el armado de causas. Era el tercero en el escalafón de la AFI, apenas por debajo de sus jefes Gustavo Arribas y Silvia Majdalani. Por eso, sus comunicaciones con jueces y funcionarios de alto rango del gobierno de Macri son cruciales para desentrañar el mapa de la persecución judicial.