Al ritmo de la llegada de la Sputnik V, las decisiones políticas del año electoral se tomarán con dos o tres semanas de retraso hasta que la cosa se reencamine. En una gran mayoría, los gobernadores siguen muy firmes en el pedido de suspensión de las PASO, que el presidente Alberto Fernández habilitó para tratar en sesiones extraordinarias. Algunos de esos gobernadores aseguraron tener ya un guiño del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, para que el tema se discuta en febrero, pero tanto en el Ministerio del Interior como en la conducción del bloque del Frente de Todos que encabeza Máximo Kirchner mantienen la exigencia del acuerdo de la oposición para avanzar. Por ahora se ve difícil aunque habrá que esperar la evolución de los contagios. Con alguna relación con este tema, también la entronización de Máximo en la jefatura del PJ Bonaerense y la de Alberto Fernández en el PJ Nacional quedaron para más adelante. Como describía, realista, un intendente del Conurbano: "Si en medio de esta situación de pandemia y aumentos de precios la gente nos ve discutiendo de cuestiones electorales, nos matan".
Una novela en capítulos
La novela de la suspensión de las PASO ya suma tres capítulos y un desenlace indefinido. El primero fue cuando los gobernadores se lo plantearon al Presidente en Olivos, el segundo fue cuando se presentó un proyecto de ley en ese sentido con la firma del diputado tucumano Pablo Yedlin y el tercero con el decreto de Fernández sumando el tema, de manera imprecisa, en la agenda de extraordinarias. "Emergencia sanitaria y calendario electoral 2021", fue el ítem añadido. Con el agregado fue como si el Gobierno se diera por cumplido con los gobernadores y se desentendiera del tema. "Es una discusión que está vigente", respondió el ministro Wado de Pedro esta semana durante una visita a La Pampa. "Nosotros si bien tenemos el calendario actual vigente siempre respondemos a las leyes que dicta el Congreso nacional”, avisó.
En el Frente de Todos genera algún ruido interno. El kirchnerismo es el menos convencido con la suspensión. Para empezar, el argumento económico -que sostiene que se deben ahorrar recursos por la crisis sanitario- no les gusta. "Sería un mal antecedente, siempre va a haber necesidades económicas. El funcionamiento democrático tiene un costo y hay que pagarlo", sostenía un dirigente de este sector con cargo en la provincia de Buenos Aires. En lo político les sirve porque la amenaza de competir en primarias les permitiría negociar lugares en las listas con gobernadores e intendentes. Dado este poco entusiasmo con la suspensión, no están dispuestos en pagar ningún costo político para la discusión en el Congreso. Por eso, Máximo Kirchner reclama que antes de avanzar se consiga el acuerdo con toda la oposición. "Eso que siempre nos reclaman, diálogo y consenso, en este caso estamos de acuerdo", ironizaban. El Presidente también les pidió a los gobernadores que reúnan mayor consenso.
No les queda mucho más por sumar: sólo se oponen el gobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. En el caso de Suárez, da toda la sensación que se opone para no pelearse con su jefe político y titular de la UCR, Alfredo Cornejo, enrolado en el macrismo duro. Algo parecido podría suponerse respecto a Larreta, que no quiere quedar en la vereda de enfrente por este tema con la línea partidaria de Mauricio Macri y Patricia Bullrich.
Las PASO suelen perjudicar a las fuerzas más chicas y favorecer la polarización. En las primarias la gente puede votar algún candidato que le resulte simpático, pero cuando ven que no tiene chance de ganar se inclinan por elegir otro con más posibilidades en las generales. Las encuestas publicadas el fin de semana pasado por El Destape revelaron ente un 5 y un 8% de intención de voto a la derecha liberal de José Luis Espert y Javier Milei, porcentaje que provendría de ex votantes de Juntos por el Cambio. Mantener las primarias le ayudaría al macrismo a recuperar ese caudal, un motivo mucho más creíble que el "no cambiar las reglas del juego", que argumentan en público.
"Si se miran la cantidad de casos, la CABA tendría que ser el distrito más interesado en suspender", especulaba un diputado involucrado en el proyecto de suspensión. Hoy los contagios entraron en una meseta, pero la "segunda ola" se espera para el inicio de los días fríos, en marzo o abril. Lo que suceda en agosto, momento de las PASO, y en la campaña previa, es un gran interrogante. Los diputados que responden a los gobernadores esperan para la semana que viene una convocatoria de Massa para discutir el tema junto a los jefes de los bloques legislativos que puede ser decisiva.
En Provincia también
Hay otro motivo por el que es necesario el acuerdo con Juntos por el Cambio. Para que la suspensión tenga sentido, es necesario también frenar las primarias locales en CABA y en provincia de Buenos Aires que se convocan junto a las nacionales. En la Legislatura porteña y en el Senado bonaerense la mayoría pertenece al macrismo. La semana que pasó, un bloque de dos legisladores aliados del peronismo presentaron un proyecto que propone suspender las PASO y repartir los 12 mil millones de pesos presupuestados para realizarlas entre los municipios y en un fondo para escuelas. "Estoy más con la vacunación que con las PASO", respondió el gobernador Axel Kicillof quien, como el Gobierno nacional, tampoco da muestras de querer meterse en el tema. "La verdad que la discusión es nacional, no puede ser provincial. Es parte del acuerdo que deben cerrar todos los gobernadores", explicaba uno de sus ministros.
Con todo, en la gobernación repasaban la situación que atravesaban hoy algunos países de Europa y marcaban que sería muy inconveniente realizar una elección en circunstancias parecidas. Por eso, recomendaban esperar un poco y ver qué sucedía con la llegada de las vacunas y su efecto en el nivel de contagios. La misma receta aplicaban respecto a la situación interna del PJ Bonaerense, que tenía fecha de resolución para febrero. "Eso quedó stand by hasta marzo, entendiendo que se atrasó la campaña de vacunación y que hay que ver qué pasa con los docentes y el inicio de las clases. No va a haber margen para aparecer cantando la marcha antes", analizaba un intendente que participa en el entramado partidario, pero también camina las calles de su municipio. Hay un acuerdo casi total para que Máximo Kirchner asuma la conducción partidaria en tándem con Alberto Fernández a nivel nacional, pero eso no va a acelerar los tiempos. "La gente nos pregunta por las vacunas, las clases y los precios de la comida. No es tiempo para que nos vean metidos en cuestiones partidarias, nos jugaría muy en contra", concluía.