La diputada libertaria Lilia Lemoine volvió a cargar contra la vicepresidenta Victoria Villarruel, a quien acusó de tener un alto perfil y le pidió que mate "su ego". La crisis interna en el Gobierno se intensifica a medida que los actores más cercanos al presidente Javier Milei se expresan con desconfianza respecto a la militante por los derechos de genocidas.
Tras hacer un fuerte descargo en su programa radial, Lemoine publicó un recorte hablando de Villarruel y escribió en su cuenta de X: "Ella va a la Fiesta Nacional del Poncho, pero falta al Pacto de Mayo; se pelea con Francia, mientras el Presidente tiene sentencia de muerte por parte de Irán; reclama cuotas de género mientras se ríe con (José) Mayans".
Para finalizar, la amiga del presidente Javier Milei sentenció: "Villarruel rompé la maldición del vice, matá el ego y ubicate". No es la primera vez que Lemoine carga tintas sobre la titular del Senado.
Días atrás, apuntó contra la vice por la visita de los diputados libertarios a represores. Allí, Lemoine se quejó porque Villarruel no "saltó" a defender a los legisladores fuertemente cuestionados por la acción. Además, la diputada de La Libertad Avanza aseguró que esa agenda no es la de su espacio, sino de Villarruel.
Visita a genocidas: Lemoine explotó contra Villarruel
Días atrás, la diputada Lemoine apuntó duramente contra la vicepresidenta, Victoria Villarruel. "Fue su leit motiv", dijo la legisladora sobre la titular del Senado. "Yo ni en pedo iría a visitar a (Alfredo) Astiz", sostuvo sobre el genocida, conocido como "Ángel de la Muerte".
"Lo voy a decir: ¡me rompe soberanamente las bolas! ¿Por qué carajo Victoria Villarruel no saltó? ¿Se te ocurrió pensarlo?", dijo visiblemente molesta Lemoine durante una entrevista en declaraciones a LaRz Radio. Y siguió: "Fue su leit motiv de campaña, a mí me están rompiendo las bolas en los medios por algo que yo no hice. Yo ni en pedo iría a visitar a Astiz, ni en pedo hubiera hecho eso", sostuvo.
El enfrentamiento en el bloque de diputados de La Libertad Avanza se profundizó cuando algunas de las legisladoras que asistieron a la visita con los genocidas en la cárcel de Ezeiza comenzaron a denunciar que fueron "engañadas" para ir.