La ex ministra de Seguridad Patricia Bullrich marcó e identificó a empleados públicos que participaron en las movilizaciones contra la reforma previsional que fueron reprimidas de manera brutal durante el gobierno de Mauricio Macri. El dato consta en las anotaciones del celular de Darío Nieto, el secretario privado de Macri. Revela que entre palos, balas y gases la ministra también ordenó la realización de inteligencia ilegal.
“PB todos los empleados públicos que identificamos en la marcha” dice la anotación de Nieto en su celular el 20 de diciembre de 2017. PB es Patricia Bullrich. La marcha son las protestas frente al Congreso mientras el macrismo imponía su reforma previsional. Las jornadas terminaron a una feroz represión que dejó un centenar de heridos y otro tanto de detenidos. Las fuerzas de seguridad fueron Gendarmería y Policía Federal, ambas bajo la órbita de Bullrich.
La ley de inteligencia es clara. En el inciso 2 de su artículo 4 establece que ningún organismo de inteligencia podrá “Obtener información, producir inteligencia o almacenar datos sobre personas, por el solo hecho de su raza, fe religiosa, acciones privadas, u opinión política, o de adhesión o pertenencia a organizaciones partidarias, sociales, sindicales, comunitarias, cooperativas, asistenciales, culturales o laborales, así como por la actividad lícita que desarrollen en cualquier esfera de acción”. La anotación del secretario de Macri en su celular indica que Bullrich violó este apartado de la ley e hizo inteligencia ilegal.
La anotación consta en el peritaje al celular de Nieto que se realizó en el marco de la causa por espionaje ilegal que tramita en los juzgados de Lomas de Zamora. El archivo se creó a las 13.01 del 20 de diciembre de 2017. El secretario de Macri lo borró, pero la pericia logró recuperarlo.
El saldo de esas manifestaciones en las que Bullrich hacía inteligencia ilegal fue brutal. Hubo diputados agredidos por la policía, un cerco perimetral al Congreso como si fuera zona de guerra, una razzia que llegó a más de 20 cuadras del parlamento, policías motorizados que atropellaron a un manifestante, palos, perros y gases que incluso se metieron en el subte.
El inefable Claudio Bonadio procesó a 33 personas por su participación en esas jornadas de protesta frente al recorte a los jubilados. Varias llegaron a juicio.