Horacio Rodríguez Larreta bajó a su segundo candidato en la Ciudad. Esta vez, el turno fue para Soledad Acuña, ministra de Educación porteña que, como se esperaba, declinó su postulación en las PASO para disputar la jefatura de Gobierno, pero el mandatario capitalino la proclamó como vice de otro nombre macrista que competirá contra el radicalismo. Por el momento, el PRO decidió mantener a dos figuras en el cartel protagónico y, pese a que muchos lo niegan, podría sumarse una tercera. La incorporación de María Eugenia Vidal al listado de los posibles se transformaría en la garantía de la unidad o, si todo llegara a salir mal, en una de las piezas centrales de una guerra épica.
Un mes y medio antes, después de una reunión entre Larreta y Mauricio Macri, hubo un gesto de paz en la Capital Federal con el anuncio de Emmanuel Ferrario, un vidalista que llegó a la CABA como parte del acuerdo electoral para postular a Vidal en 2021. Su figura había sido destacada y subida al ring por el propio jefe de Gobierno y se convirtió, pocos meses más tarde, en el fusible para mostrar cierta predisposición al acuerdo con el líder amarillo. Dos días después, el ex presidente renunció a un segundo tiempo.
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En el primer día hábil de mayo, la ministra de Educación tuvo que dar el paso esperado, hacia el costado. La segunda figura más débil a la hora de analizar el tablero de precandidatos del PRO. El primero, de Vidal. La segunda, de Larreta. El tercero, todavía en pie, también del jefe de Gobierno y con el apoyo fundamental de la Coalición Cívica, con Elisa Carrió a la cabeza. Ese nombre es el de Fernán Quirós, que se mantiene fuerte en las encuestas y será el último en salir de la pista, en caso de llegar a un pacto.
El funcionario de Salud pidió “un sólo precandidato para ir a las PASO” y detalló, en una entrevista con Radio Con Vos, que ese nombre debería ser el de la persona más aceptada por la sociedad. “Tenemos que hablar a la sociedad” y después, mediante “algún mecanismo de consulta”, como las encuestas y los pactos políticos, encontrar la mejor figura para enfrentar a un Martín Lousteau no desgastado por una interna radical. Incluso llegó a plantear que la cara definitiva podría no ser la suya ni la de Jorge Macri.
Esta posición fue reforzada por el propio Horacio Rodríguez Larreta que lanzó, en conferencia de prensa que, hasta el momento del cierre de listas, cualquiera podrá embarcarse en la misión de intentar mantener la supremacía PRO en la CABA. Sean los nombres circulantes, ya instalados, o alguno nuevo, como podría ser el de Vidal.
Quirós, que se mostró poco convencido con su postulación, empezó a ganar terreno con el correr del tiempo. Las encuestas sorprendieron a todos, especialmente a la hora de leer la imagen del posible precandidato. Sin embargo, según los números que se manejan, no sería el más fuerte. Jorge Macri, el postulante de Mauricio y de Patricia Bullrich, se ubicó por arriba del funcionario de Salud. De todos modos, además del apellido y su experiencia en la gestión, el candidato es el proyecto. O sea, el sello “PRO” podría impulsar a cualquier cara.
En ese escenario empezó a cobrar cada vez más forma la posibilidad de una Vidal candidata. Si bien ella no manifestó su deseo de volver a la Ciudad, el operativo para que lo haga no es nuevo y tampoco frenará. El movimiento se inició en 2021, cuando Larreta la rescató después de una derrota muy dura frente a Axel Kicillof dos años antes. A partir de allí, se apostó por un retorno a las veredas porteñas pero la ex gobernadora se alejó para comenzar una recorrida presidencial.
Eso llegará a su fin antes de que concluya la semana. A diferencia de otros anuncios vinculados a las elecciones y postulaciones posibles, ella no apelaría a las redes sociales ni a la moda de los videos luminosos. Podría hacerlo en una entrevista, por ejemplo. De todos modos, no confirmaría su participación en la Capital Federal aunque los porteños que manejan números aseguran que es la que mejor mide.
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Para quienes buscaron convencerla estos años, Vidal no fue una mala candidata en 2021, sólo tuvo un mal jefe de campaña. Ella ganó los comicios pero no resultó aplastante. Eso no impactaría en este 2023, en caso de generar una mejor planificación. Lo que sí, la ex gobernadora debería ser el nombre del consenso. Y Mauricio Macri debería estar atrás, no sólo de su postulación sino también de la baja de la candidatura de su primo, a quien alentó en más de una oportunidad.
Lo cierto es que antes de bajarse del podio, Vidal participó de una reunión de presidenciables con la mesa nacional de Juntos por el Cambio y economistas de las fundaciones integrantes. Más allá de la preocupación vertida en un comunicado y en medios de comunicación, no se pudo llegar a un acuerdo definitivo porque "todos piensan distinto", según dijo una fuente que estuvo en el encuentro. Otra contrarió esta sensación al asegurar que sólo hubo diferencias entre los economistas, con un planteo más duro, y los dirigentes políticos, con uno más blando. Ninguno especificó cuáles fueron los desencuentros.
Por el momento, Jorge Macri no analizó bajar su postulación. No se consideró que Vidal sea la candidata de unidad de ninguna figura relevante, indiscutida, y se rechazó la existencia de un operativo clamor para que ella se presente a una elección. “Nadie está pidiendo por ella, es sólo un deseo de Larreta”, se aseguró. Ni Macri, ni Bullrich ni Macri primo darían el brazo a torcer para complacer al jefe de Gobierno, según esa visión.
El presidente del PRO también se plegó a esta versión. Aseguró que Vidal no será candidata y que la postulación deberá definirse entre Quirós y Macri. Muy cercano a Mauricio y parte del equipo de Patricia, Federico Angelini se lanzará este jueves como compañero de fórmula de Carolina Losada en Santa Fe.
Por eso, el ministro de Gobierno de Larreta seguirá con su candidatura por el PRO. Si Vidal llegara a abandonar un desafío presidencial por uno porteño, tendrá que ir a las PASO, como el resto de los candidatos. Un escenario sin una mano superior ordenando las fichas. Macri primo, que pasó de ser cuestionado por su domicilio a verse cortado de una boleta nacional, no atará su postulación a los deseos de otros aspirantes.
Si bien las encuestas lo mostraron a Macri como el más potable en la Ciudad, lo cierto es que hace tiempo que Vidal desapareció de esos sondeos por haberse mudado a la Nación. Más allá de eso, todavía se consideró que Jorge sería el único con chances de ganarle a Lousteau. La baja de Soledad Acuña, hasta ahora lo único concreto de las últimas horas, no modificará su estrategia.
La funcionaria, muy del nido larretista, fue alentada por su jefe político para integrar una fórmula que “de la mano del PRO” continúe con las “transformaciones”. No se especificó cuál. Si bien en algún momento se rumoreó con un tándem junto a Jorge Macri, la charla fue desmentida. ¿Será en una boleta con el primo de Mauricio? ¿O este irá escoltado por un representante radical? ¿Será al lado de Vidal para una papeleta 100% amarilla? ¿Será junto a Quirós? ¿O será con Martín Lousteau? El radical ya expresó su deseo de generar opciones que integren a ambos espacios y buscará un acompañante del macrismo.