La ex gobernadora María Eugenia Vidal se propuso sumar volumen político con recorridas federales para intentar llegar al 2023 como una opción que pueda sintetizar a las palomas y los halcones en una tercera figura alejada de la grieta, cada vez más feroz, entre Patricia Bullrich y su amigo, Horacio Rodríguez Larreta. La diputada se planteó el objetivo de caminar todo el país, algo que inició en marzo, y llenaría el mapa entre fines de este año y febrero del que viene, con fuerte presencia en la temporada veraniega para apuntalar a su candidato en Buenos Aires, Cristian Ritondo.
Vidal, según varias fuentes amarillas, logró posicionarse muy bien en el cordón opositor del país. En Santa Fe, Córdoba, Jujuy y Entre Ríos apareció bastante consolidada, incluso a veces midiendo mejor que sus contrincantes más taquilleros y publicitados. Sin embargo, todavía necesita reforzar el interior de la provincia de Buenos Aires, normalmente en manos del radicalismo. Algo que también servirá en la construcción local de su alfil, casi canciller en el territorio más poblado del país, su ex ministro de Seguridad.
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A diferencia de Larreta, que este jueves hará un acto en Costa Salguero con referentes PRO y aliados a su proyecto presidencial, de Buenos Aires, la Ciudad y todo el país, con palabras de cierre a cargo del jefe de Gobierno, Vidal no planificó, hasta ahora, un acto. Seguirá con las recorridas con tono federal, tal vez uno de los cuestionamientos más fuertes dado el centralismo porteño.
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Larreta, con el evento, buscará mostrar volumen y músculo político. Una foto mucho más amplia que la que obtuvo hace unos meses, con unos 150 dirigentes y candidatos de Juntos por el Cambio y una más contundente que la obtenida con la cumbre de alcaldes realizada en octubre. Se habla de más de mil personas invitadas, casi un empate con lo que fue la presentación del libro de Mauricio Macri. Las batallas, ahora, son por cuántas figuras pueden entrar en un mismo lente de la cámara.
Vidal, su amiga hace veinte años, con quien tiene una relación laboral pero también personal, en tanto, seguirá con las recorridas y en enero y febrero ya planificó alrededor de 40 actividades con Ritondo en la Costa. Habrá muchas caras de campaña desfilando por el mar argentino, de hecho Patricia Bullrich también tendrá una agenda cargada allí con la inauguración de locales partidarios.
En Buenos Aires, la situación no es sencilla. Ritondo y Diego Santilli, el hombre de Larreta, son los más taquilleros en el armado de Juntos y evidenciaron un mapa disperso pero claro. Por un lado, cuatro halcones amarillos que coquetean mutuamente versus una paloma que siguió su juego. Por el otro, dos nombres radicales poco taquilleros pero que podrían impulsar una negociación encarnizada en caso de buscar la unidad para el año que viene.
En esa pelea, la figura de Vidal podría acompañar a Ritondo para darle un impulso como armado local y federal. La fórmula de la boleta larga. Su proyecto, claramente, es el de ir por la presidencia de la Nación pese a que en el último tiempo aparecieron algunas versiones alrededor suyo, convirtiéndola en una especie de candidata de consenso para la Ciudad de Buenos Aires, también bastante alborotada.
Nadie niega que pueda suceder en algún momento, la política siempre guarda sorpresas, sobre todo porque ella ya planteó que estará donde se la necesite, pero su construcción no pasó ni pasa por ahí. Se concentró, en estos casi nueve meses, en generar una llegada federal con recorridas, charlas y conocimiento de las realidades locales de primera mano. Muy similar a lo que hizo en 2015 con Buenos Aires pero ahora a nivel país.
En esa construcción, Vidal encontró un hueco para diferenciarse de sus dos adversarios más próximos, Bullrich y Larreta. Con una interna cada vez más violenta entre ambos, de dardos cruzados, la ex gobernadora podría intentar posicionarse como una tercera alternativa que reúna lo mejor de los dos mundos. La posibilidad de generar consensos pero siendo firme frente a determinados actores de la política local. Por eso el mix discursivo y de tonos. De hecho, por poner un ejemplo, cuestionó duramente a Elisa Carrió cuando trató de “barrabrava” al jefe del bloque PRO pero, al final de su proclama, destacó el trabajo de la Coalición Cívica. Una de cal y una de arena. También, retuitea a halcones y palomas. No hay bandos. Es con todos.
La gira para lograr el volumen político que le permita disputar esa tercera posición la llevó, ahora, al norte de la Argentina, siendo Tucumán la provincia número 21 visitada en lo que va del 2022. La recorrida, de dos días, la llevó por la estación experimental Carlos Acosta, mantuvo encuentros con emprendedores y ONG y participó de una charla abierta con vecinos en la Plaza Independencia de la ciudad capital.
No se concentrará sólo en la capital local sino que también hará incursiones en Monteros, Tafi del Valle y Yerba buena, donde se interiorizará de las producciones de Limones y arándanos. Según los cálculos, el derrotero federal ya la hizo recorrer más de 30 mil kilómetros y todavía le quedan algunos distritos pendientes. La semana pasada fue a Río Negro pero en el listado aún faltan marcar San Luis, donde irá antes de fin de año, y Santa Cruz. La Capital Federal y Buenos Aires son dos zonas en las que, por default, siempre está y no se cuentan como parte de la exploración.
Hasta el momento, María Eugenia mostró buena relación con todos los bandos del macrismo. Recompuso su relación con Mauricio Macri, de hecho hasta se convirtieron en personas muy cercanas y fue él quien la impulsó como una de las tres personas que podrían disputar por la presidencia. Además, su vínculo personal con Larreta. Dos exponentes de dos polos completamente opuestos dentro del armado del PRO que podrían mostrarla como una persona capacitada para tender puentes.
Según una encuesta de noviembre de la Universidad de San Andrés, el dirigente con mayor imagen positiva fue Larreta, con el 40%, seguido de Vidal con el 38% y Bullrich con el 36%. Por la UCR apareció Martín Lousteau, en el mismo nivel que la líder del PRO. El asterisco es que todos manifestaron un diferencial negativo, o sea más opiniones desfavorables que favorables, siendo el jefe de Gobierno el que menor número registró (-8). En el otro extremo, la imagen positiva de Mauricio Macri llegó al 29% con un diferencial negativo de -33.
En este gran cuadro opositor, otros exponentes según el mismo estudio. Los políticos radicales con mayor imagen positiva fueron Martín Lousteau, que competirá por la Capital (32%), y Facundo Manes (25%). Por el lado de los libertarios, Javier Milei registró un 30% de visión favorable, mientras que José Luis Espert, que irá por la provincia, alcanzó el 26%. Elisa Carrió, que no descartó presentarse a una presidencial el año que viene o en 2025 a senadora nacional, mostró un 30% de saldo a favor.