Tras los chispazos, el mileimacrismo trazó un mapa de fiscalización

El cuidado de los votos replicará la fórmula fernet, con un 70% aportado por el macrismo y otro 30% por los libertarios. Los cortocircuitos y las claves de una custodia complicada.

19 de noviembre, 2023 | 00.05

Después de algunas tensiones territoriales, la maquinaria de la fiscalización quedó aceitada. Este domingo, los equipos del bullrichismo y de Javier Milei perseguirán el objetivo de contar con, al menos, un delegado por escuela y un fiscal propio en cada mesa a lo largo y ancho del país. Algo que no había conseguido, en soledad, La Libertad Avanza.

El PRO se encargó de aportar la mayor cantidad de voluntarios para cuidar los votos en el balotaje. A grandes rasgos, pondrá unas setenta mil almas en todo el país para poder contar con presencia en cada urna. A ese número se le sumarán los provistos por el espacio libertario. Este año se puso de moda, para intentar predecir votos y para dividir responsabilidades, la fórmula fernet. El 70-30. En el caso de la custodia de sufragios, se repartieron de la misma manera.

Si bien se espera que el centro del país sea el más colaborativo a la hora de contabilizar los votos, no se olvidaron los otros puntos de la Argentina. Se quiso cubrir todo y, en principio, se logró eso. En los cálculos, serán necesarios unos 100 mil fiscales, como base, para lograr una presencia contundente. Un plus en caso de reponer. Eso estaría saldado.

Milei irá a votar desde el Hotel Libertador y volverá al mismo sitio, donde también estará – como en las otras elecciones – el búnker con las mesas testigo. Su presencia se espera para desspués de las 20 y si bien no estaba cerrada la concurrencia de dirigentes del macrismo, podría suceder. Sí estarán los legisladores electos tanto por Buenos Aires como por la CABA.

Buenos Aires

Entre el PRO de Diego Santilli – que no manifestó su voto en favor de Milei pero puso a disposición su equipo -, el de Cristian Ritondo – quien confirmó su apoyo al libertario – y La Libertad Avanza, se calcularon entre 25 y 30 mil fiscales para la provincia más populosa del país. De ese número, alrededor de 23 mil serían del partido amarillo. El desempeño bonaerense irá en tándem com el trabajo porteño que hará Jorge Macri en el mismo sentido.

En los últimos días, se sumaron nuevos actores a las filas amarillas lo que permitió garantizar el cumplimiento del 65-70% de la cobertura en las mesas. Javier Iguacel, Joaquín de la Torre y Manuel Passaglia, tres figuras fuertes del conurbano y el interior, contribuyeron a ese objetivo.

Si bien aseguran que podrán garantizar presencia en toda la provincia, la mayor tensión está puesta en la primera y tercera sección electoral, el conurbano bonaerense. Para lograr un desempeño óptimo, se estableció una fiscalización cruzada mediante la cual distintos dirigentes controlan el desempeño territorial de otros para cubrir vacantes en caso de falta de voluntarios.

En líneas generales, se convocó a un 10 o 20% más de lo necesario como base por si surgen imprevistos que demanden un reemplazo a último momento por enfermedad o ausencia.

La disparidad a la hora de aportar controladores derivó en una serie de cortocircuitos sufridos hace diez días y ordenados después de la reunión entre Milei y Mauricio Macri en el hotel donde el libertario decidió pasar sus últimas semanas. “Vive en el Libertador”.

Los inconvenientes se vivieron, más que nada, en el territorio. Los macristas tuvieron que entender que la elección no los tendría a ellos como protagonistas mientras que los libertarios necesitaron ablandarse un poco. Dejar de lado, ambos, la lucha por el poder. En muchos casos, los dirigentes no se conocían y tuvieron que aprender a convivir.

El hecho de que el PRO haya puesto más fiscales fue un factor fundamental para profundizar los problemas entre desconocidos. Hubo quienes desearon más incidencia en el control, dado el aporte, y allí comenzaron las fricciones. Por eso, se buscó que cada territorio pudiera resolver sus conflictos, no bajar una orden desde arriba sino que la dinámica local logre la convivencia. Los amarillos penetraron en el control.

La aparición de los macristas fue clave. En otras elecciones, La Libertad Avanza apenas si pudo garantizar delegados de escuela y ahora, al menos en tierras bonaerenses, tendrán uno o dos fiscales por mesa. Algo importante si se tiene en cuenta que los libertarios decidieron entregar pocas boletas y reponer a medida que sea necesario. La decisión no fue compartida por quienes tienen más experiencia política pero desde la alianza aclararon, varias veces, que Milei y su equipo manejan la elección.

Córdoba

“Sí, se puede”. El canto copó el cierre de Javier Milei en Córdoba cuando, el jueves, apareció Patricia Bullrich – bajo el grito de “pato, pato” - a marcar territorio. Concentrados en convocar a los indecisos, al voto en blanco o los ausentes, el PRO pisó fuerte con la intención de retener la mayor cantidad de voluntades conseguidas el 22 de octubre.

La provincia del centro será clave. Esperan conseguir una diferencia con Sergio Massa que permita contrarrestar el resultado peronista en Buenos Aires. Bajo la misma lógica que en el resto del país, Juntos por el Cambio no se consideró parte del operativo sino un colaborador – importantísimo – para esta elección.

Se pusieron a disposición los fiscales de la alianza, principalmente los generales. Se dispusieron tres por cada una de las catorce seccionales y otros tres por cada departamento. En total, se calcularon entre 100 y 120 guardiantes de los votos para que los libertarios definan dónde utilizarlos.

Con esa fuerza utilizable, La Libertad Avanza decidió en base a las necesidades como responsables máximos de la elección.

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