Parque Norte será el escenario de la espera y del resultado final, con festejo o caras largas, según para dónde se acomoden los votos del 22 de octubre. En Juntos por el Cambio hay expectativa de entrar a la segunda vuelta producto de la delicada situación económica. Patricia Bullrich, su equipo, sus candidatos y la unidad temporal que logró mostrar en el cierre de campaña, se juegan todo este domingo.
Bullrich recibirá sus mesas testigo en Parque Norte, donde se emplazará el búnker una vez finalizada la elección. La mecánica será diferente a las PASO, cuando compartió locación con Horacio Rodríguez Larreta, por entonces un enemigo extremo con el que, meses más tarde, compartiría equipo de Gobierno.
En ese entonces, los dos mostraron una relación tan tirante que el búnker prácticamente no fue utilizado y cada uno de los candidatos siguió sus propios datos desde oficinas distintas para acercarse al predio sólo para la foto final. Cuando todavía no se había comprendido el resultado de la elección de Javier Milei. En Parque Norte estarán, también, los candidatos de Buenos Aires y de la Capital Federal, Néstor Grindetti y Jorge Macri respectivamente.
De ese tridente, Bullrich mostró un panorama incierto. Si bien los sondeos no la mostraron en una posición cómoda, si bien tardó en encontrar una identidad durante la campaña, y si bien se demoró en conseguir fotos de unidad, todavía piensa que podría estar en la segunda vuelta. Básicamente porque señaló a Sergio Massa como su rival directo y no a Javier MIlei.
Después de algunas idas y vueltas, después de estirar el lenguaje más hacia la derecha, se comprendió que se tenía que pelear con el ministro de Economía y no con el libertario. Las generales y el balotaje, asuntos separados. "Sólo en Argentina", se analizó por estas horas, Massa podría tener chances de ser presidente con los niveles de inflación, el valor del dólar paralelo y la corrupción. Los tres ejes en los que enfocaron la campaña en el tramo final.
Por eso, se consideró que ella debería tener más chances que el funcionario. Se contabilizaron votos en Buenos Aires - una provincia que ven difícil de ganar, por no decir imposible -, una recuperación en el centro del país, en la zona de Cuyo y en Jujuy, un territorio propio en el que quedaron terceros en las PASO. Con ese crecimiento, llegarían los votos necesitados. Además, Juntos por el Cambio, como espacio, apareció primero en los sondeos, arriba de un segundo La Libertad Avanza y un tercero Unión por la Patria. Señales que sirven para generar esperanza.
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Grindetti, como Bullrich, tendrá una parada difícil. Pero más difícil que el resto. En Buenos Aires no hay balotaje, por lo que ganará quien consiga la mayor cantidad de votos. Con un importante equipo en las listas bonaerenses, el intendente de Lanús buscó poner su experiencia por sobre el proyecto incendiario de La Libertad Avanza.
En el acto de cierre de campaña, manifestó sus años al frente de Lanús pero también los de su compañero radical, Miguel Fernández, en Trenque Lauquen. Con esta posición, un discurso antikirchnerista y propuestas de campaña, decidió enfrentar una cruzada del voto útil. El mensaje fue que Carolina Píparo, la candidata de Milei, no tendría ningún tipo de chances de ganarle a Unión por la Patria, pero él sí.
En su estrategia, que al igual que la nacional contempla la aparición de ausentes en las PASO, históricamente votantes de la alianza, el alcalde cree que tiene votos por recuperar en grandes centros urbanos. Pero, además, votantes de los libertarios que no forman un círculo duro sino que podrían migrar hacia otras opciones, producto de la duda.
Javier Milei no le hará un favor a Juntos por el Cambio en ese distrito. Su elección en territorio bonaerense fue de las peores, y el estruendoso resultado se hizo escuchar por su peso en el padrón. Si quiere intentar una victoria en primera vuelta o empezar a despegarse del segundo, necesitará de Buenos Aires. Por eso concentró allí sus caravanas finales.
Jorge Macri también tendrá una tarde-noche larga. En la Capital Federal ganará aquel que consiga el 50% más uno del total de votos. Un número muy difícil de alcanzar. Hasta ahora, se vislumbraba un escenario de balotaje contra Leandro Santoro. La sumatoria, en campaña, de Martín Lousteau apareció para intentar frenar una filtración de votos y, así como lo hizo Bullrich a nivel nacional, fingir unidad.
La relación entre los radicales y el PRO en la CABA logró destrabarse. Después de mucho tiempo y algunas represalias, el radicalismo no había podido encontrar lugar en un eventual gobierno de Macri hasta que intervino Daniel Angelici, de excelente relación con Mauricio. Allí aparecieron las fotos para el tramo final.
Los tres estarán en Parque Norte, pero no serán las únicas candidaturas ejecutivas a definir. También habrá elecciones en Catamarca, donde se espera una buena performance del peronismo, y en Entre Ríos, con un Juntos por el Cambio partido entre propios y libertarios. Esas provincias concluirán con el misterio este domingo, como Buenos Aires.
Pero quedarán partidos por disputar. En principio, se descartó que cualquier candidato pueda triunfar en la primera vuelta de los comicios presidenciales, por lo que, en noviembre, dos postulantes se verán las caras nuevamente. También restará definir la CABA, en caso de escenario de balotaje. Pero ya se conocerán gobernadores del resto del país, intendentes, concejales y la composición del Congreso de la Nación a partir del 10 de diciembre.