Los primeros ensayos electorales parecieron darle mayor espacio de celebración al armado larretista. Fue, hasta ahora, el único de la oposición que nacionalizó un triunfo – sea correcto o errado hacerlo – y el que sacó músculo territorial frente a su principal competidora. También reafirmó su rebeldía al recostarse con fuerza en un sector del radicalismo poco amigo de Mauricio Macri y de Patricia Bullrich. La titular del PRO bajo licencia, encima, fue portada de los medios de comunicación cuando una testigo clave en la causa por el atentado contra Cristina Kirchner la señaló como la dueña de las oficinas a las que fue citada para borrar datos centrales de su celular.
En el post, hubo una reunión de la dirigencia nacional del PRO. En la previa, los halcones buscaron bajarle el precio a los triunfos, incluso el del sector de la UCR no amigo de los combativos. Según manifestó uno de los presentes, el encuentro fue “excelente”, parte de una iniciativa para “bajar tensiones”, objetivo que se lograría con el ejercicio de mirarse a las caras cada tanto además de trabajar en los puntos comunes. Tanto Bullrich como Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales se comprometieron a verse las caras en Córdoba este martes, en el lanzamiento de la candidatura a gobernador de Luis Juez.
Bullrich no buscó colgarse de los triunfos provinciales pero tampoco tuvo mucho de qué agarrarse. En Neuquén, el PRO local la acusó de no haber apoyado a la colectora que fue con Rolando Figueroa a la cabeza y ganó. En Río Negro, la opción de Cambiemos perdió la elección; en Misiones salió en segundo lugar pero con una diferencia abrumadora respecto del primero; en La Rioja, la radical bullrichista Inés Brizuela y Doria perdió la intendencia de la Capital que volvió a manos del peronismo y en Jujuy copó el escenario Horacio Rodríguez Larreta. Ella, desfiló por TN.
El bullrichismo no vivió el proceso en forma traumática. En Río Negro, contabilizó siete legisladores halcones de un total de ocho del PRO sobre catorce de JxC, aún habiendo perdido frente a Juntos Somos Río Negro. En Neuquén minimizó la queja de una sola parlamentaria. En Misiones, Patricia metió dos diputados locales – el 100% para el macrismo – de cinco de Cambiemos.
En Córdoba, que cerró listas el sábado con la presencia del armador Damián Arabia, que se encargó de los vínculos en el interior y de las construcciones exitosas como la de Mendoza, también colaron nombres propios para la legislatura y en concejos deliberante. La Rioja, sin embargo, fue un golpe duro aunque se destacó que la única concejal amarilla que entró en la Capital responde al bullrichismo. Lo mismo en Jujuy. Igual cargo, en la localidad de Abra Pampa, para Susana Oño, del bando combativo.
En los whatsapps circuló que el larretismo hizo mucho ruido y pocas nueces. Más que el festejo, en los papeles el bullrichismo no vio una derrota. La decisión de no viajar a ninguna provincia obedeció a una intención de escaparle a las prácticas tradicionalistas de celebración del poder aunque Patricia podría estar en distritos gobernados históricamente por el peronismo, en caso de dar el batacazo.
El larretismo, por el contrario, sí vivió este domingo como una gran jornada y de las cinco elecciones, se alzó con buenas decisiones en dos. En Neuquén, al estar detrás de Figueroa y en Jujuy porque sirvió para consolidar la alianza con Gerardo Morales, un caudillo del norte argentino que podría ser compañero de fórmula del jefe de Gobierno; con Martín Lousteau, a quien le cedió la posibilidad de disputar comicios porteños en condición de igualdad y con Elisa Carrió, representada por Maximiliano Ferraro, que también viajó a tierras jujeñas.
Fue la presentación en sociedad de un armado que se gestó hace tiempo y que dejó a algunos afuera. El famoso Grupo Malbec no estuvo presente, un puñado de radicales opuestos al manejo que Morales hizo del partido centenario. Pero todos celebraron, con mayor o menor delay, el triunfo. La foto dejó algunos datos curiosos además de la posible fórmula presidencial.
Primero, y por segundo día consecutivo, Larreta y Lousteau estuvieron juntos. En la Ciudad, el jefe de Gobierno aún no optó por bajar a Fernán Quirós y su presencia, además de dividir votos macristas, también podría robarle sufragios al radical. Garantizar la igualdad pero también un imán capta sufragios blandos para que no queden en manos de la UCR. Por otro lado, la presencia de la Coalición Cívica, un espacio al que Horacio levantó en las últimas horas al no descartar que su vice provenga de ese espacio, aunque el partido centenario mostró más chances.
Finalmente, más allá del regalo del escenario y del protagonismo casi total, la participación de Gustavo Posse. El intendente de San Isidro es una figura clave para la primera sección electoral. De buena relación con Lousteau, sería fundamental para el armado territorial de Diego Santilli. En 2021, ya coló algunos nombres propios en la boleta legislativa del diputado PRO. Si se rompiera cualquier puente con Jorge Macri y éste sólo cediera su estructura a Bullrich, la presencia del radical será medular.
Larreta se reunirá este miércoles con la mesa bonaerense del PRO, como ya lo hizo Patricia Bullrich hace casi dos semanas. Será el tercer encuentro con dirigentes nacionales y el último con precandidatos presidenciales. Con María Eugenia Vidal fuera de la carrera, las visitas de la ex ministra de Seguridad de Mauricio Macri y del jefe de Gobierno porteño terminaron de completar el tablero.
No se esperan grandes definiciones ni una reunión demasiado trascendental. Será similar a las que ya se hicieron con Mauricio Macri primero y Patricia Bullrich después. Con el ex presidente se encontraron horas después de su renuncia a participar en la elección. Fue un encuentro muy breve que obligó a los diputados nacionales por Buenos Aires a retrasar su presencia en una sesión para participar de una charla de menos de media hora.
Para ese entonces, la principal preocupación pasó por la necesidad de definir estrategias que garanticen seguir gobernando los municipios propios y apuntalar a candidatos fuertes en intendencias a manos de otros signos políticos. En esos lugares no debería haber PASO. Pero también se abordó la posibilidad de llegar a un acuerdo abajo, con nombres de unidad que compartan distintos presidenciables y un único gobernador o distintos gobernadores y presidenciables pero con unificación en la base.
Ese escenario se tornó prácticamente imposible con el correr del tiempo. El bullrichismo planteó la estrategia de la I latina, internas en todos los estamentos pero con reserva para los distritos gobernados por los amarillos. El larretismo refrendó esa posición la semana pasada, en una reunión de Horacio Rodríguez Larreta, Diego Santilli y 30 candidatos a intendente de la primera y tercera sección electoral.
Con Bullrich la reunión bonaerense ya fue distinta a la mantenida con Macri y reflejó un poco el clima de internas totales, incluso antes de la legalización del larretismo. Patricia cruzó a los dirigentes referenciados en el jefe de Gobierno y les dejó en claro que no podrían colgarse de su boleta sin la garantía de que harían campaña y cuidarían los votos de ella y no sólo de Horacio.
Después de los renunciamientos de Macri y Vidal, Larreta y Bullrich quedaron como los dos únicos nombres del PRO para disputar la presidencia. Ambos, seguramente, logren alguna fórmula mixta con la UCR pero todavía no se avanzó con esa negociación aunque sí se entablaron vínculos con distintos sectores. Por el momento, la PASO se daría entre estas dos ramas, un Facundo Manes que no abandonó su plan inicial de ir por la Casa Rosada, una aparición testimonial de Miguel Ángel Pichetto y la incógnita sobre la fortaleza de la postulación de Elisa Carrió.
En materia nacional, la semana pasada se reunieron todos los posibles precandidatos con los referentes económicos pero no llegaron a un plan acabado en la materia y sólo se repitieron los mismos títulos de los últimos meses: devaluación, déficit cero, eliminación de planes sociales, reformas laboral y previsional y el rechazo a la dolarización planteada por Javier Milei.
En el aspecto provincial, Larreta sacó músculo hace cinco días al reunirse con candidatos a la intendencia de las dos secciones electorales más populosas de la provincia. Vidal, por su parte, se encontró con Patricia Bullrich para ayudar a Cristian Ritondo con su intento de ser el elegido de la ex ministra.
Si bien se filtró que Ritondo se sumará al equipo bullrichista, pero con cautela en el proceso, todavía no se avanzó en la incorporación formal y aún está en análisis el próximo paso. Más lejos quedó la posibilidad de asegurar que el diputado será el candidato elegido por Bullrich para la provincia. Ella, el domingo, aseguró que su tridente es el único que sigue en pie y que conversará con ellos antes de hacer cualquier movimiento.