Seguridad, eje de campaña PRO con tres ex ministros a la cabeza

Patricia Bullrich, Diego Santilli y Cristian Ritondo encabezaron carteras de seguridad y ahora se lanzaron como posibles cabezas de listas ejecutivas. El delito se transformó en eje de campaña, junto a la inflación, y Larreta relanzó la batalla por las Taser.

19 de octubre, 2022 | 00.05

“La Argentina hoy está fuera de la ley. Debemos lograr que exista la ley”, dijo Mauricio Macri abrazando uno de los dos pilares de la campaña PRO para el año que viene: la seguridad y la economía. Basta con recorrer las expresiones de los distintos candidatos para notar el ping pong entre ambos tópicos. Más o menos directos, todos se enfocaron en eso y el último gran ejemplo fue la batalla de la Ciudad por las pistolas de descargas eléctricas Taser. Una puja que, mediante la gestión y la victimización, llevó a Horacio Rodríguez Larreta a acompañar el discurso más endurecido de sus aliados.

El PRO, en distintos niveles, propuso tres candidatos anticipados que se desempeñaron, anteriormente, como ministros de Seguridad. Un dato llamativo enmarcado dentro de un proceso que piensa en imponer reformas laboral y previsional, eliminar la indemnización por despido y concentrar en el capital la mayor parte de las riquezas producidas por el país, ajuste de por medio. Patricia Bullrich comandó esa cartera durante la gestión de Macri en Nación y hoy compite por la Casa Rosada. Cristian Ritondo se desempeñó en el cargo en el gobierno de María Eugenia Vidal en Buenos Aires y quiere la jefatura bonaerense. Diego Santilli, con las mismas aspiraciones, fue el que encabezó la Seguridad en la Ciudad después de que tuviera que renunciar Martin Ocampo tras un fallido operativo en un superclásico.

La seguridad no solo se transformó en un enorme eje de campaña sino también de candidaturas. "Hoy se van los jóvenes y los narcos están de fiesta. Tenemos que recuperar la ley. Eso es lo que nos vincula, lo que nos hace respetar al otro, confiar en salir a la calle tranquilos", dijo Macri en TN avalando las decisiones estratégicas electorales. Ese discurso se repitió, por ejemplo, para atacar la toma de escuelas en la CABA, el conflicto mapuche en la Patagonia o las luchas sindicales. Una suerte de reedición de la teoría que indica que los reclamos populares atentan contra la Nación. Párrafo aparte para lo errado del éxodo, desmetido por Migraciones con información oficial. 

"No hay otros temas" por fuera de la seguridad y la inflación, dijo una fuente que conoce de estrategias opositoras. El razonamiento estuvo muy emparentado con algo que, hace unos meses, analizó otra figura cercana a los armados: la campaña se concentrará en esos dos temas, sin descuidar otros importantes. En ese marco, nació la nueva batalla de la Ciudad por las pistolas Taser. En la materia, hubo una gestión muy activa y está proclama, en defensa de las armas eléctricas y contra el Gobierno nacional, fue un capítulo más.

El gobierno porteño se presentó ante la Justicia por la importación de 60 armas compradas hace 17 meses y que "el Gobierno nacional, por especulación política, impidió que entraran al país. Quieren castigar a la Ciudad y a sus vecinos". Para el ministro Marcelo D'Alessandro, el FdT "impide" que usen "armas de baja letalidad" y, casi por extensión, sería el responsable de una fallida o menos óptima defensa de "los 3 millones de porteños y a los 4 millones de ciudadanos" que ingresan a la CABA. "Al kirchnerismo que liberó presos sin control durante la pandemia parece que no le importa".

Con ese acto, la Ciudad acusó a la Nación de impedir la garantía de la seguridad en un territorio local y de ser enemigos de los cuidados de los ciudadanos al liberar presos. Como con los alumnos que tomaron escuelas para exigir derechos, el kirchnerismo estaría detrás de la elusión de la ley en el país. 

El Gobierno capitalino asegura que no toma todas las decisiones en base a encuestas, pero la seguridad es una de las principales preocupaciones de la ciudadanía. En la Ciudad, seis de cada diez porteños consideraron que la seguridad es buena o muy buena, una mejora respecto de la percepción del 2019 (pasó del 60% al 63%), pero la categoría “muy buena” cayó dos puntos en relación con el mismo año de comparación. Quienes la evaluaron mala o muy mala, sumaron un 36%, lo que evidenció un aumento de un punto frente al período de contraste. 

Los datos fueron arrojados por el Mapa del Delito Oficial, analizado por i-Ciudad. El informe, generado a partir de un relevamiento de 2021, también arrojó que más de la mitad de los encuestados dijo sentirse poco o nada seguro, ya que sólo ocho de cada cien respondieron sentirse muy protegidos, un número estable desde el 2018. 

Además, casi nueve de cada diez encuestados consideraron que en los próximos doce meses podrían ser víctima de algún delito, ya sea con altas probabilidades o bajas, y sólo el 7% lo creyó improbable. El sondeo se realizó en base a cinco mil entrevistas con un margen de error total +/- 1,4% y un nivel de confianza del 95% en CABA. 

El apego por la seguridad no es exclusivo de la CABA. Santilli se centró en eso, casi como si fuera un periodista de policiales. Una de sus últimas publicaciones, en base a un hecho delictivo, fue que "a los delincuentes ya no les importa nada y al gobernador Kicillof tampoco". Ritondo, lo mismo. "Hoy, volver a casa es una ruleta rusa para los bonaerenses. Con este gobierno la gente está abandonada" expresó. Su jefa política, María Eugenia Vidal, desde Santa Fe, dijo que en la alianza están "decididos a enfrentar al narcotráfico, los que queremos terminar con las mafias". Bullrich fue un poco más allá y lanzó que si le toca gobernar, entra "al sur y a Rosario el primer día".

Macri, para variar, se pronunció sobre los tres presidenciables. Sobre Bullrich, dijo que se la "imagina como Presidenta" porque es "luchadora y genuina con lo que piensa". A Larreta, reveló, le recomendó que necesita buenos vínculos afectivos si quiere vivir en la quinta de Olivos por cuatro años, por lo que celebró su nuevo amor publicitado. A Vidal le destacó su trabajo territorial, el haber empezado a superar el "trauma" de la derrota en 2019 y el hecho de ser "muy valiosa". Se despegó, además, de la denuncia por espionaje ilegal que hizo su socia Elisa Carrió y le aconsejó a Facundo Manes que busque comunicar sus ideas y no agredir aliados para conseguir votos. Consejero para todos los gustos.