A menos de una semana del cierre de alianzas, todavía habrá espacio para novedades fuertes dentro de Juntos por el Cambio. Al intento de los socios por apurar al macrismo le seguirán reuniones partidarias por separado, cada uno con su órgano competente, para ratificar la pertenencia a la coalición. De los dos dirigentes más "conflictivos", uno mostró mayores chances de ser aceptado, aunque con condiciones, y el viernes podría haber noticias.
El macrismo volverá a reunirse al cierre de la semana, todavía no están definidos los detalles pero se dará un encuentro. Habrá que ver si nuevamente se llamará a todo el Consejo Directivo o será un mano a mano entre el bullrichismo y el larretismo, cada uno representado por un dirigente de confianza. El equipo del jefe de Gobierno dejó en claro su intención de convocar a este órgano para dar la batalla pero los halcones no se mostraron predispuestos porque, argumentaron, eso ya sucedió y se tomó un camino.
El Consejo Directivo es una herramienta que contiene a todos los sectores pero no define nada. La que lo hace es la Asamblea que también ya se reunió y resolvió que Federico Angelini, actual presidente del PRO y representante del sector más duro, y Eduardo Macchiavelli, secretario general del partido y armador del larretismo, compartan firma para habilitar nuevas incorporaciones.
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La total falta de acuerdo entre ambos llevó al fracaso del Zoom del martes y de cualquier otra negociación que, en principio, pueda dar a uno solo como el gran vencedor. Un halcón lo explicó en criollo, sin metáforas: si uno de los dos sectores no quiere sumar a un espacio, no hay forma de hacerlo. Al menos no institucionalmente o con estas reglas. Por eso, los combativos sospecharon de la ruptura del orden pactado y la posible judicialización de medidas tomadas por fuera de la norma.
Por estas horas, se vieron y verán presiones de uno y otro lado no sólo para atraer voluntades dirigenciales sino, especialmente, para ganar la mejor posición ante los ojos de la sociedad. Macchiavelli, en diálogo con Radio Mitre, le echó en cara a Patricia Bullrich que ella fue parte de una ampliación del espacio y hoy es presidenta (bajo licencia) de un partido que no fundó y a menos de diez años de integrarse. Por su parte, Mario Negri, un histórico del radicalismo, se mostró abiertamente en contra de la discusión sobre el peronismo cordobés y pidió frenar las "turbulencias" para mantener la unidad con vocación transformadora.
Todos señalaron al otro y lo acusaron de querer romper pero nadie lo hizo aún. Avanzar en ese sentido podría tener un costo realmente muy profundo y difícil de sobrellevar. De todos modos, se tendrá que tomar una decisión y, según anticipó una fuente macrista a El Destape, se especuló con la llegada de novedades el viernes. Se estimó un cara a cara entre los dueños de las firmas. En principio, el más cercano a conseguir acuerdo fue José Luis Espert que comparte fila de espera con Margarita Stolbizer. El más lejano, Juan Schiaretti.
Ideológicamente, los halcones se mostraron mucho más próximos al hombre de Avanza Libertad que al gobernador de Córdoba, pese a que Mauricio Macri supo tener acuerdos tácitos con él. Por lo tanto, el conflicto no se ubicó en torno a la cercanía de pensamiento sino al lugar a ocupar. El bullrichismo no lo quiere de candidato a presidente y tiene la intención de buscarle un puesto que deje a todos contentos. El larretismo, por el contrario, lo pretende en esa competencia para erosionar al ala dura.
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Ese mismo viernes de definiciones macristas se reunirá el plenario nacional de la Coalición Cívica sin demasiadas novedades. Será una instancia para formalizar los temas y las posiciones que se abordaron en este tiempo, todas proclives a ampliar la alianza. Espert y Stolbizer se mostraron en la misma situación, con el pulgar hacia arriba, mientras que el tema Schiaretti apareció como abierto a conversación aunque el lunes, en otra cumbre fallida de la mesa nacional, se manifestó - a las apuradas y en medio de los enojos - un acuerdo para extender las fronteras de Cambiemos con su nombre adentro. Con el correr de las horas y en un comunicado emitido el miércoles, la figura del cordobés apareció más relegada en el toma y daca.
En ese plenario exclusivo para los dirigentes del lilismo se ratificará la pertenencia a Juntos por el Cambio. De ahí el "apuro" que expresaron los partidos miembro de la alianza para que el PRO tome alguna definición. Esto no cayó bien en el macrismo que optó por tomarse su tiempo. Pero tanto la Coalición Cívica como la UCR y el Peronismo Republicano ya manifestaron su voluntad, por escrito, de incorporar a Espert y en forma verbal estuvieron cercanos a la sumatoria de Schiaretti. O militaron por la ampliación en un claro apoyo a la postura larretista.
El radicalismo también tendrá su Convención antes del 14 de junio, fecha formal para el cierre de alianzas. El lunes a las 14 se reunirán en Parque Norte, en la Ciudad de Buenos Aires, para resolver el programa de gobierno y el marco de la coalición, o sea la ratificación de la pertenencia. El sábado hubo una especie de previa cuando ocurrió una cumbre similar pero estrictamente bonaerense con la aprobación, sin conflictos, de la continuidad en el rumbo.
El lunes no se resolverán candidaturas, para eso usará la herramienta de las PASO y la discusión sobre la ampliación apareció como un sinsentido porque el año pasado se aprobó un documento en el cual se estableció la vocación de la UCR de agrandar el espacio, por lo tanto el concepto se mostró intrínseco a la fuerza centenaria.
El debate puntual, detallista, quedó en manos de Gerardo Morales y no de la Convención. Por lo tanto, las acciones del titular del sector boina blanca fueron en el sentido de lo dispuesto en 2022 y en principio no habría ningún tipo de conflicto para continuar en Juntos por el Cambio y mantener esa intención de expandir las fronteras.