Se calienta la interna de JxC en Córdoba

Macri apareció para alborotar el armado cordobés que, por ahora, irá a una interna.

23 de diciembre, 2022 | 00.05

Córdoba será una de las provincias clave en la elección 2023. Aún no definió su fecha de votación, a la espera de la definición del futuro de su actual gobernador, Juan Schiaretti, para acercarlas o alejarlas de los comicios nacionales. Con el calendario cada vez más apretado, no sólo resta establecer el día de las urnas sino también quiénes serán las personas que efectivamente vayan a competir por la conducción del distrito centro del país, uno de los grandes anhelos de Juntos por el Cambio.

Por eso, se desató una interna feroz en las filas de la oposición. Cuando todo parecía indicar que Luis Juez, por el PRO, iba a disputar la gobernación, irrumpió con fuerza el diputado de Evolución, Rodrigo de Loredo, con números favorables que lo llevaron a abrir la posibilidad de una PASO. El legislador mostró un acercamiento con el ex presidente Mauricio Macri, de mala relación con el senador y otro aspirante a la conducción provincial, que también le dio un impulso a sus aspiraciones.

Estratégicamente, la situación de la alianza en Córdoba no es sencilla. Un sector aspira a que Juez sea el candidato a gobernador y que De Loredo vaya a competir por la intendencia de la ciudad capital, trampolín para una elección provincial futura. Quienes apuestan por esta opción, argumentaron que la carrera por el Ejecutivo presenta riesgos de derrota, ya que el schiarettista Martín Llaryora es un buen nombre para buscar la continuidad. Sin embargo, la metrópoli se ganaría con mucha facilidad.

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Por lo tanto, Juez como candidato a gobernador podría ganar pero también podría perder. De Loredo, como nombre para disputar la intendencia, ganaría sin lugar a dudas y, con tan sólo 42 años, tendría un futuro promisorio en la provincia. Sin embargo, como los números lo acompañan en las encuestas y empezó a mostrar apoyos nacionales, ya se lanzó para disputar la PASO provincial pese a que algunos creyeron que, en un futuro, podría cambiar de opinión para seguir el plan recién detallado.

El apoyo de Macri a De Loredo, en tanto, se leyó como un capítulo más en la mala relación del ex presidente con Juez. El riesgo de esta jugada pasaría por dejar la capital cordobesa sin ningún candidato fuerte que pueda ganarla. Si esa ciudad pasara a manos de Cambiemos, en un futuro no muy lejano podrían aspirar, casi sin dudas, a conquistar la provincia.

El acercamiento del ex presidente tuvo otro gesto que también hizo explotar la interna. A principios de noviembre, se hizo público un encuentro entre Macri y Llaryora, bendecido por Schiaretti para sucederlo en el mando provincial. Eso molestó a Juez que se preguntó por el motivo para reunirse “con el enemigo de Cambiemos” en el distrito. Una vez más, eso fue adjudicado a que el ex mandatario hará lo que sea que se oponga al actual senador. También llevó a que se despertaran algunos rumores de pacto entre Macri y el schiarettismo para dividirse las boletas.

Estas confusiones dejaron en claro que Mauricio Macri jugará fuerte en la definición de las candidaturas para el año que viene. En este caso, decidió enfrentarse a Horacio Rodríguez Larreta que apoyó abiertamente a Luis Juez y a Patricia Bullrich, quien tuvo un gesto de acercamiento fuerte a principios de diciembre, en un viaje a aquella provincia, donde el senador la tildó como una de las futuras presidentas del país. En ese road trip, también participó De Loredo. La intención fue mostrar un mensaje de unidad tras el alboroto armado por el ex presidente.

Para el radicalismo, la candidatura de De Loredo a la gobernación sería una muy buena noticia. En los planes de la UCR, varios nombres potentes en distintos territorios los pondría en una posición interesante para competir a nivel nacional. En ese armado se incluyen a Facundo Manes en Buenos Aires, a Carolina Losada en Santa Fe y a Martín Lousteau en CABA.

El desorden cordobés también se vio influenciado por el desconocimiento de la fecha de elecciones. El día será elegido por el gobernador para hacerlas dentro de un plazo de entre 60 y 180 días antes de la asunción del nuevo mandatario. Sin necesidad de modificar la ley electoral, los cordobeses podrían ir a las urnas entre el 18 de junio y el 8 de octubre. Como la primera jornada mencionada será el Día del Padre, podría darse el 25 de junio en caso de querer alejar los comicios locales de los nacionales.

Esa fecha debería darse a conocer 90 días antes de la jornada cívica, por lo tanto el gobernador tendría tiempo hasta el 24 de marzo para oficializarla. Si decidiera cambiar la fecha de los comicios para mayo, debería modificar el Código Electoral, algo para lo que no habría inconvenientes por los votos propios en la legislatura. Lo mismo rige para las elecciones en la ciudad capital.