El Concejo Deliberante de Morón rechazó en forma contundente la Rendición de Cuentas del ejercicio 2019 del exintendente Ramiro Tagliaferro luego de constatar la existencia de empresas fantasmas, contrataciones a amigos de funcionarios, mercadería faltante, desaparición de expedientes y una voluminosa deuda pública que supera los 1.200 millones de pesos. Los números de la gestión macrista ni siquiera fueron defendidos por las y los concejales de Juntos por el Cambio, quienes prefirieron no estar presentes en la sesión que, en el marco del protocolo sanitario, tuvo lugar en el Teatro Municipal Gregorio Laferrere con las correspondientes medidas de control preventivo y distanciamiento físico entre las y los ediles.
El rechazo al registro contable de la gestión de Tagliaferro estuvo basado en el grave estado económico y operativo en el que su gobierno dejó el Municipio de Morón, con un déficit de 1.400 millones de pesos. Además de la voluminosa deuda pública –que supera los 1.200 millones de pesos y que está siendo renegociada por la actual gestión municipal-, las y los ediles del Frente de Todos expusieron en la sesión hechos gravísimos que serán denunciados judicialmente: la contratación a empresas fantasmas o sin empleados, el pago de cuantiosos recursos a compañías sin trayectoria cuyos titulares tienen vínculos directos con funcionarios de Tagliaferro, la compra de mercadería, equipos o insumos hospitalarios que nunca llegaron al destino previsto y la asignación de voluminosas pautas publicitarias a portales de internet inexistentes, entre muchas otras malversaciones escandalosas del erario municipal.
Entre las deudas más cuantiosas se destaca la que la gestión Tagliaferro constituyó con la empresa de recolección de residuos Urbaser, a la que se le deben 15 quincenas (más de 6 meses) de servicio, por un total superior a los 600 millones de pesos. En un año electoral como fue el 2019, donde se invirtieron numerosos recursos en pautas publicitarias en medios y redes sociales y contrataciones de cartelería en vía pública, Tagliaferro llegó incluso a contraer deuda pública con el CEAMSE por más de 70 millones de pesos para poder derivar esa partida a otros gastos de menor relevancia.
En materia de empresas fantasmas, el bloque oficialista expuso varios ejemplos sorprendentes: en 2019 se compraron por casi 11 millones y medios de pesos alimentos secos y frescos, leches para el Hospital de Morón, golosinas, víveres para el Concejo Deliberante y alimentos para mascotas a una empresa cuyo titular es Franco Favini Ragone. Se trata de un amigo de funcionarios de Tagliaferro, cantante del grupo Destino San Javier y heredero del histórico Trío San Javier. La empresa a su nombre, según explicaron los ediles, no tiene depósito ni empleados y está domiciliada en un departamento de Lavalle al 1.500, en la zona de Tribunales en Ciudad de Buenos Aires.
Algo similar ocurrió con la proveedora Marta Inés Gómez –esposa de un vecino presentado como mayor contribuyente por el Gobierno de Tagliaferro-, a quien en 2019 se le compró alimentos para las colonias y el Hospital, botellas de agua, víveres para el HCD, elementos descartables, desayunos, servicios de lunch y meriendas para la Secretaría de Empleo, por más de 6 millones de pesos. La empresa a su nombre, domiciliada en un departamento de la calle Carlos Casares de Castelar, no tiene empleados, ni habilitación municipal, ni registra pago de tributos.
Llamó la atención de los concejales del oficialismo la celeridad en algunos pagos. A pesar de la inmensa deuda que dejó Tagliaferro con muchos proveedores de servicios esenciales, en la víspera de su salida del Municipio -el 9 de diciembre de 2019- le pagó varios millones a empresas como la de Tomás González García, de José León Suárez, (a quien se le compró insumos tan variados como estufas, juegos infantiles y artículos de librería por 15,5 millones de pesos) o Belfast SA, de CABA, a la que le pagaron 3,8 millones de pesos para arreglar escuelas que no se sabe cuáles fueron. Esta última empresa declaró al fisco que no tiene ni un solo empleado a su cargo.
En ese marco, también destacaron la vertiginosa compra de 21.459 medicamentos e insumos a la empresa DNM Farma SA que demandó 11 trámites en el Departamento Ejecutivo, que se resolvieron en el tiempo récord de tres semanas (cuando un circuito de esas características suele tardar dos meses). Esa mercadería destinada al Hospital Municipal Ostaciana Lavignolle, curiosamente no se entregó en el nosocomio –como se establecía en la licitación-, sino en un domicilio del centro de Morón, y no hay constancias de que haya ingresado al centro de salud. Tan rápida como la tramitación de la compra fue la del pago, que se concretó antes del 19 de noviembre por un total de 2,5 millones de pesos.
Otro caso que fue denunciado por las y los concejales del Frente de Todos fue la contratación de pautas publicitarias en medios, portales de internet y espacios de vía pública. Entre ellas pusieron el ejemplo de la compra de publicidad a dos proveedores por un total 1,2 millones de pesos en los portales lanotanews.com, clasepolitica.com, oesteconectado.com, lapoliticaba.com, moronradio.com y cronicasoeste.com. Ninguno de esos seis medios existe en la web.
Tras la argumentación y el debate, la rendición de cuentas 2019 fue rechazada por 13 concejales, mientras que una edil se abstuvo. No hubo ningún voto a favor de la ejecución presupuestaria del último año de Tagliaferro.
La sesión se desarrolló en el Teatro municipal Gregorio de Laferrere, acondicionado especialmente para cuidar los protocolos sanitarios del debido aislamiento. Antes de ingresar a la sala, se controló la temperatura de cada edil y se los ubicó a distancia prudencial. No estuvieron presentes las y los asesores parlamentarios ni medios de prensa, aunque la sesión fue trasmitida en vivo.