Con la excusa del paro general, el PRO presentó un proyecto de ley para limitar la conducción de sindicatos a ocho años. En línea con el gobierno nacional, el macrismo volvió a arremeter contra la medida de fuerza que superó el 90% de acatamiento en todo el país. Esa simbiosis se vio no sólo para hacerle frente a la huelga sino también para delinear un trabajo que, a partir de ahora, será en conjunto entre el oficialismo y este partido.
El proyecto busca, entre otras cosas, establecer que los mandatos en las organizaciones sindicales “no podrán exceder de cuatro (4) años, teniendo derecho a ser reelegidos por una única vez”. El radicalismo también tiene sus iniciativas. Además de impulsar proyectos que quedaron fuera de la reforma laboral incluida en la ley Bases, el jefe de la comisión de Trabajo, Martín Tetaz, está interesado en una jornada laboral flexible. La iniciativa apunta a abrir un período de exploración de seis meses para que las empresas y los trabajadores ensayen alternativas en la extensión de las mismas.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
El diputado quiere que, de manera voluntaria y en el marco de convenios colectivos, la economía sea más productiva y los trabajadores tengan más felicidad. Según la iniciativa, las partes podrán acordar jornadas de seis horas por día, seis días a la semana; u ocho horas cinco o seis días por semana, distintas combinaciones. Al limitar el período de prueba por seis meses, si ninguna configuración termina de cerrarle al trabajador o al empresario, se vuelve al punto de partida.
Estos serán algunos de los debates que se vengan, pero no los únicos. Este jueves se delinearon más.
La relación LLA-PRO: gestos, tensiones y negociaciones
El macrismo vio, en La Libertad Avanza, un espacio para poder impulsar nuevamente algunas de las tantas reformas que intentaron durante la gestión de Cambiemos y no pudieron hacer. Por eso, apostaron por unificar fuerzas con el oficialismo en el Congreso. En ambas Cámaras, tienen números similares e incluso unidos quedan muy por debajo de Unión por la Patria, pero con aliados circunstanciales.
“El PRO ya es un apéndice de LLA”, lanzó el diputado radical Fernando Carbajal luego de conocerse la foto del macrismo con Karina Milei y Martín Menem para delinear una agenda parlamentaria conjunta. En la reunión se habló del futuro de la ley Bases, los posibles caminos que podría tomar, aunque - dijeron en filas macristas - sin considerar el rechazo. Esto, sin embargo, es engañoso. Por estás horas, el negativo creció con fuerza y es una chance real.
El Gobierno tuvo que abandonar su pretensión de dictaminar esta semana, ya que la que viene, en el Senado, habrá expositores. En la reunión, sostuvieron en el macrismo, el oficialismo le comunicó a los diputados PRO que el proyecto no volverá con cambios a Diputados y que confían en que van a conseguir los votos para aprobar todo.
MÁS INFO
“No nos adelantemos, esperemos a ver qué pasa. Por ahí sale aprobado, por ahí mandan cambios y, dependiendo de los cambios, veremos” si los aceptamos o los rechazamos, sostuvo una fuente amarilla con conocimiento del contenido de la reunión con los jefes de La Libertad Avanza. El rechazo no está en el menú.
Más allá de la confianza gubernamental, también se abordó la posibilidad de la existencia de modificaciones. De volver a Diputados, Karina quiere que la traten rápido. En ese análisis exprés, fuentes parlamentarias son pesimistas respecto el futuro de los retoques al proyecto. Para que los cambios se garanticen la permanencia en Diputados, los senadores deberían aprobarlos con los dos tercios de los votos, obligando a la Cámara Baja a conseguir la misma mayoría para insistir con la redacción original. De avalarse con una mayoría simple, la Cámara de origen podría insistir con la media sanción sin problemas.
En Diputados, para impedirle el número al Gobierno, el peronismo debería poder acordar con radicales y Hacemos Coalición Federal, que no se mostraron abiertos a votar junto a Unión por la Patria. Antes del recinto se verá, en comisión, un anticipo de esas posibles alianzas en caso de un regreso del proyecto con cambios.
En la base de cualquier proyección se descuenta que LLA y el PRO trabajarán en conjunto, ahora en forma institucionalizada. Los legisladores y Karina abordaron la nueva agenda del Congreso con apoyo al paquete de proyectos de Patricia Bullrich en materia de seguridad, la declaración de la educación como servicio esencial, como anticipó El Destape esta semana, la ley antibloqueo, la de ficha limpia, voto de los argentinos que residen en el exterior y la Boleta Única Papel que ya tiene media sanción.
MÁS INFO
Esta relación del gobierno con el macrismo no se da con otros espacios políticos. “Con De Loredo hablan, pero a los radicales no los quieren ni regalados. Y con nuestro sub-bloque no (dialogan), porque ya saben que somos oposición”, lanzó Carbajal en diálogo con El Destape para referirse al vínculo del oficialismo con la UCR.
Frente a la foto de la nueva alianza, los radicales marcaron territorio para no quedar relegados. “Fuimos tres veces a la Rosada” durante el debate de la ley Bases, pero “no necesitamos tanto”, lanzó una fuente boina blanca que vinculó al macrismo con el oficialismo, “son aliados e integran el gobierno”.
La UCR va a avanzar, en su agenda parlamentaria, con la moratoria previsional y fondos para las universidades. En el primer caso, se celebró que José Luis Espert haya convocado a la comisión de Presupuesto para avanzar con los proyectos que ya tienen dictamen en la de Previsión Social. Sin embargo, el libertario pateó el debate una semana.
Por fuera de este debate, el Senado tuvo una interpelación directa de un gobernador más cercano a ser aliado que opositor feroz. Gustavo Valdés, de Corrientes, denunció un "nuevo incidente en aguas fronterizas en la zona de las Islas Apipé con fuerzas armadas de Paraguay" y le pidió al gobierno a la Cámara Alta "que intervengan urgentemente para garantizar la seguridad y protección de los tripulantes argentinos".