Después de presentar su libro en Mar del Plata para marcar la cancha y decir “presente” en año electoral, Mauricio Macri podría reaparecer en una provincia incendiada por la interna entre el PRO y la UCR. Este sábado, en Río Negro, se desarrollará el Foro de Legisladores PRO que aglutina a dirigentes de todo el país. El ex presidente fue invitado pero aún no confirmó su presencia, los que sí ya lo hicieron fueron Eugenio Burzaco, ex secretario de Seguridad en la gestión Cambiemos, y Hernán Lacunza, ex ministro de Economía.
El Foro nació en épocas de pandemia con encuentros federales virtuales y el de este fin de semana será el tercero que se realizará de forma presencial con la participación de todas las autoridades de los distintos bloques. En principio, harán un intercambio legislativo pero también comenzarán a proyectar el año electoral. Algo importante a nivel nacional pero con mucho dramatismo en algunas provincias en las que empezaron los tironeos.
Al evento fueron invitados, además de los funcionarios confirmados y el ex presidente, Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich (que le dio mucho impulso al armado del Foro en su momento) y María Eugenia Vidal. Todos precandidatos presidenciales que no podrán ir por tener otros temas en agenda. La ex gobernadora todavía podría llegar a hacerlo, pero mantiene actividades en la Costa. El anfitrión será Juan Martín, el único legislador PRO que el macrismo tiene en el parlamento de Río Negro.
El encuentro estará enmarcado por la interna con la UCR. La molestia radical comenzó hace tiempo. El punto de partida fue, tal vez, la elección legislativa del 2021 en la cual Aníbal Tortoriello, precandidato a la gobernación por el PRO, se presentó como candidato a diputado cuando, según los boina blanca, ese lugar le correspondía al partido centenario. Desde entonces, la relación no quedó en los mejores términos y la ruptura se terminó de consolidar en agosto del año pasado, cuando se conformó la alianza Cambia Río Negro, integrada por el macrismo y el ARI, sin respetar los acuerdos y reglas determinados por la mesa nacional.
Ese armado fue, según los radicales que decidieron hacerse a un lado, la confirmación de la expulsión de la UCR al no permitir, por ejemplo, internas abiertas o la conformación de un programa de gobierno y diálogo partido a partido, sin intermediarios. En medio de la construcción de esa alianza, el PRO y el ARI proclamaron a Tortoriello como el candidato a la gobernación, el único por el espacio. Para ese lanzamiento, se reclamó, no hubo un diálogo orgánico con los centenarios sino sólo con algunos dirigentes locales, demostrando una fisura en las filas radicales.
La versión PRO es diferente. Según los amarillos, cuando todavía existía el sello de JxC en Río Negro, hubo un encuentro con María de los Ángeles Dalceggio, que conducía el partido centenario, y con Miguel Martínez, del foro de intendentes provinciales de la UCR. En ese mitin hubo acuerdo para impulsar al diputado macrista como el candidato de la unidad de Cambiemos, pero la Convención no estuvo de acuerdo y se complicó el panorama. En diciembre, Dalceggio fue excluida del padrón radical por el Tribunal de Conducta del partido por haber tomado, de manera inconsulta, la representación del espacio en la mesa de la alianza. La pena, diez años.
Tortoriello no goza de la mejor de las percepciones por parte de la UCR. Fue calificado como una persona que representa a la derecha eclesiástica y que incorporó a Valores para mi País, el espacio referenciado en la funcionaria de Horacio Rodríguez Larreta, Cynthia Hotton, sin consultarle al resto de los partidos. Por lo tanto, se lo catalogó como una persona con “personalidad expulsiva”. Sin embargo, los vínculos de Juntos por el Cambio rionegrino nunca resultaron fáciles pero, al menos, en otras épocas supo haber diálogo. Eso ahora pareció romperse.
A partir de esa primera explosión de agosto del 2022, empezaron a llegar contactos de parte del oficialismo provincial que llevará a Alberto Weretilneck como candidato. La respuesta a esos llamados se hizo esperar para darle tiempo a la relación con Cambia Río Negro, pero finalmente se contestó el teléfono y la relación terminó de hacerse pública el viernes. El oficialismo provincial comenzó el contacto ofreciendo un acuerdo político y pragmático en el marco de un nuevo espacio, más amplio, que respete las identidades partidarias.
La relación quedó confirmada pero terminará de hacerse oficial el próximo 28 de enero, en un encuentro de la Convención radical rionegrina, en la que se votará la adhesión a ese acuerdo político. Adhesión no implicará alianza ni listas colectoras, según se explicó desde la provincia, sino que la UCR no llevará un candidato a gobernador pero tendrá sus propios nombre, con su sello para cargos que van desde diputaciones hasta intendencias.
Las expectativas son positivas. La dirigencia cree que la Convención, comandada por Marcelo Cascón, terminará por refrendar esa adhesión pero con un particular primer punto: dejar en claro que la alianza nacional de Juntos por el Cambio seguirá en pie y debe ser fortalecida. O sea, el conflicto se limitará pura y exclusivamente al ámbito provincial.
A nivel nacional, Gerardo Morales, presidente del partido, estuvo al tanto de cada uno de los pasos y en una visita a la provincia, hace un mes y medio, aseguró que respetaría la decisión de la Convención rionegrina siempre y cuando no se resuelvan cuestiones descabelladas. Por lo que se estimó que ahí radicó un acompañamiento a la determinación de romper.
En tanto, a la potencial visita de Mauricio Macri de este sábado también se le podría sumar un viaje de Larreta a fines de la semana próxima, aunque todavía no fue confirmado. Sería una participación directa de la interna que estalló en una provincia importante, pero no la única. Estas visitas no parecieron molestar a la conducción radical que se vio fortalecida cuando, tras la publicación de un comunicado de Cambia Río Negro, notaron que sólo 20 convencionales optaron por acompañarlo con su firma, cuando el total asciende a más de cien. Por lo tanto, la gran mayoría estaría de acuerdo con buscar nuevos horizontes.
En ese armado amplio también estarían algunos sectores del peronismo, mostrando a un Frente de Todos dividido pero que llevará a sus propios candidatos por fuera. Los PJ que se terminarían de sumar a la alianza oficialista fueron calificados por el radicalismo como un sector del Justicialismo, con algunos intendentes, y prefirieron no hablar de una construcción con el kirchnerismo, como algunos podrían intentar presionar.
Según contaron desde el PRO, el armado de Cambia Río Negro también contará con presencia de dirigentes radicales aunque sin sello, por lo que aparecerán como extrapartidarios. A su vez, se interpretó que la jugada del oficialismo de atraer a opositores y peronistas que cortarían relación con el FdT lo único que logrará será polarizar aún más la elección entre Juntos Somos Río Negro y Cambia Río Negro.
Para la alianza, los números son auspiciosos. En 2019, sólo consiguieron el 5% de los votos pero en 2021 Tortoriello logró la diputación con alrededor del 27%, por lo que notaron un crecimiento sustantivo que no sólo impactaría a nivel nacional, en el Congreso, sino también en un escalafón legislativo provincial, de intendencias y – por qué no – la gobernación.
En Río Negro, las elecciones serán el 16 de abril. Las alianzas deberán estar cocinadas el 30 de enero, de ahí la importancia de la Convención que se hará el 28 de este mes, y las listas deberían estar conformadas el 20 de febrero para encarar un proceso eleccionario sin PASO y sin balotaje. Por lo tanto, quien consiga más votos, será el ganador sin segunda vuelta en caso de encontrar cierta paridad.