Mauricio Macri volvió al país para reaparecer en el armado del PRO a nivel bonaerense y nacional antes de refugiarse, por las Fiestas de fin de año, en la Patagonia, después de un largo viaje al Mundial de Qatar. El ex presidente decidió mostrarse junto a Néstor Grindetti, el intendente de Lanús que, con el aval del hombre de la FIFA, decidió lanzarse como precandidato a gobernador y, también por pedido del líder amarillo, involucrarse en la organización de Patricia Bullrich, la halcona que enfrentará a Horacio Rodríguez Larreta en una interna presidencial.
Grindetti y Macri suelen verse cada tres semanas, un vínculo muy cercano entre el hijo y el padre político. Por la desaparición de Mauricio, producto del espectáculo futbolístico, ese cara a cara debió esperar un poco más y el intendente de Lanús aprovechó para ponerlo al tanto de la construcción en la provincia, actualizando la situación y política. Lo que se perdió durante el viaje de un mes.
Hasta el momento, la provincia de Buenos Aires presentó un desorden de candidatos. Cuatro halcones PRO frente a una paloma y dos radicales. Cuál será el tablero en 2023, aún una incógnita. A principio de año, los taquilleros Diego Santilli y Cristian Ritondo acordaron que la boleta sería encabezada por el mejor posicionado en las encuestas. En todos los sondeos, el nombre que puso Larreta se mostró mejor ubicado, por lo que podría haber un pacto para que el ex ministro de María Eugenia Vidal abandone la carrera a las urnas.
También, esa posibilidad podría quedar trunca producto de los deseos y aspiraciones personales, pese a las décadas de amistad entre ambos. Eso derivaría en una inevitable PASO. Los halcones elegidos por Bullrich y Macri, en tanto, podrían seguir firmes e ir a una interna que los deje relegados pero con espacios a la hora de armar las listas definitivas. El radicalismo también podría empujar para negociar mientras, en paralelo, el larretismo apuesta por sumar a José Luis Espert para licuar el voto de los duros y favorecer a Santilli.
Lo cierto es que, a meses del cierre de listas, la oposición considera tener un candidato muy competitivo para Buenos Aires. Eso, sin embargo, no engendra una ilusión de victoria pero sí de batalla pareja. La convicción del triunfo está puesta, de momento, en otras provincias, como Santa Fe o Entre Ríos, además de las propias.
Macri y Grindetti también conversaron sobre lo nacional, puntualmente el armado de Bullrich y el trabajo de integración que encaró el alcalde de la tercera sección electoral en sus mesas de campaña. Con la salida de Gerardo Milman, en la estrategia bonaerense ganaron protagonismo los dos candidatos de la ex ministra, Joaquín de la Torre y Javier Iguacel, junto al cacique de Lanús. Ya hicieron varias actividades juntos, lograron un trato mucho más fluido y empezaron a encarar la operación verano en la Costa.
Milman nunca fue bien visto por el resto de los compañeros del espacio. Logró que hasta los propios decidieran apartarlo por sus comportamientos y sus operaciones de prensa. Su reemplazante, Juan Pablo Arenaza, mostró otro perfil. Mucho más valorado por las distintas tribus amarillas por su trato y su capacidad de construcción.
Por el momento, el ex presidente aún no tomó definiciones sobre su futuro. No envió ningún guiño y lo que pueda o no hacer en 2023 seguirá siendo una incógnita hasta el segundo trimestre del año. Con la salida de Cristina Kirchner de cualquier boleta, algo que aún descreen en la oposición, algunos consideraron que una postulación de Macri no tendría mucho sentido. Por lo tanto, sería un desincentivo más.
Sin la vice encabezando una candidatura, podría abrirse la puerta que los moderados aguardaron varios meses: la del fin de la grieta extrema para darle paso a candidatos más de centro. Hace tiempo, muchos decidieron esperar por la salida de Macri y Cristina del escenario principal para poder encarar otro tipo de proceso. Sin embargo, por la clásica tradición de descreer de CFK, su ausencia se dejó en el casillero de las dudas a resolver.
Entre las incógnitas, otras tantas. María Eugenia Vidal, constructora de una tercera posición en la grieta macrista, empezó a ser objeto de tentaciones para encabezar una lista ejecutiva en la Ciudad de Buenos Aires. Si llegaran a convencerla, Jorge Macri debería bajarse para darle paso a la favorita de su primo y la amiga del jefe de Gobierno. Ella, en principio, apostó por seguir con su armado nacional, pero no se la descartó en la CABA. Ambos están parejos en las mediciones.
Otra de las incógnitas, el futuro de Bullrich. Si Alfredo Cornejo tuviera que volver a Mendoza para retener la provincia en manos radicales, la jefa del PRO quedaría sin su segundo en la fórmula presidencial. Si bien nunca se formalizó la dupla, se mostraron como tal y el actual senador recién definirá su futuro en febrero del año que viene. Eso, sin embargo, no implicaría necesariamente la baja de la candidatura de la ex ministra que, eventualmente, podría evaluar los costos y beneficios de una interna con Larreta, sea cual sea el resultado.
Macri estará en el exclusivo country de Cumelén, en Villa La Angostura, para pasar las Fiestas y recibirá a varios dirigentes. Estos días se conoció que Larreta también se hospedará en ese lugar, en la misma fecha, por lo que el cara a cara será inevitable. Según dijeron desde el entorno del ex presidente, “no deja nunca la actividad, independientemente del lugar del mundo en que se encuentre”.