Los ejes del viaje fugaz de Macri a Bariloche: seguridad, economía y "aguantar"

El ex presidente empezó a tantear su recepción en las calles y reuniones sociales. En la Patagonia, donde estuvo breves horas, visitó un comercio, charló con simpatizantes PRO y se mostró optimista por un cambio de Gobierno. Hizo foco en el desarrollo económico, la política aerocomercial y la necesidad de "poner orden" en materia de seguridad.

28 de julio, 2022 | 07.53

Después de dos visitas al conurbano bonaerense la semana pasada, y como parte del plan para tantear el humor social y recepción de su figura, Mauricio Macri viajó de forma fugaz a Bariloche. Recorrió comercios, dialogó con empresarios y simpatizantes PRO y pidió "aguantar hasta las elecciones" que, según él, marcarán un cambio en el signo político de la coalición gobernante, para retomar el rumbo "correcto" para el país con políticas similares a las adoptadas en su propia gestión.

La agenda de Macri no es bastante difundida. De hecho, incluso parte de los equipos que rodean sus recorridas terminan por enterarse de las visitas casi sobre la hora. La explicación es sencilla: cualquier publicidad anticipada de su presencia podría generar un mal momento para el ex presidente. El rigor de la grieta lo llevó a ser una de las figuras que puede recibir pedidos de fotos y reproches al mismo tiempo, tal vez con solo un metro cuadrado de distancia entre una situación y otra. Por eso, en general sus apariciones suelen ser sorpresivas aunque también riesgosas porque nunca se sabe qué es lo que puede llegar a escuchar de parte de los interlocutores.

Sin embargo, el ex presidente se embarcó en la misión de volver a las calles para marcar presencia, reforzar su liderazgo y conocer, de primera mano, qué genera en distintos sectores de la sociedad. Esto le permitiría saber el nivel de aceptación y, por consiguiente, las posibilidades de una postulación en las elecciones del año que viene, algo para nada definido. En estas incursiones tuvo sorpresas favorables que motivaron al equipo y otras que no fueron de su agrado, como el kioskero de Ituzaingó que le negó el saludo.

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En esta ocasión, Macri viajó a Bariloche y se mostró junto al diputado Hernán Lombardi, de su más extrema confianza y una figura que lo acompaña en cada caminata, también estuvo con el ex secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco, y el legislador provincial Juan Martin. Una de las escenas que se destacó de esa visita fue su recorrida por un un establecimiento gastronómico en Dina Huapi, donde "sorprendió" a los concurrentes. Estas reacciones favorables también sorprenden a su equipo. Luego, mantuvo un encuentro con simpatizantes amarillos de la Patagonia. 

Macri con simpatizantes PRO en Bariloche.

Como el resto de las figuras presidenciales, Macri también concentró sus esfuerzos en el discurso de la seguridad y la economía, por eso nunca faltan las recorridas por los comercios. Esos dos temas son los que más le importan a la sociedad según los focus group y están íntimamente relacionados, según la estrategia planteada. En ese marco, Mauricio entendió que la Patagonia podría generar los dólares que le hacen falta al país si se tomaran "medidas acertadas". Una de las grandes muletillas de la oposición, el marcar errores del Gobierno nacional en la materia. Ya se vio, con más énfasis en las últimas dos semanas, con la situación del agro.

Según su razonamiento, uno de los problemas que impiden el aprovechamiento económico de la región está íntimamente vinculado al turismo y el haber dado "marcha atrás con una política aerocomercial que promovía el turismo y se dejaron de hacer inversiones en infraestructura”. La cuestión de los aviones se convirtió en una de las frases más repetidas con críticas no sólo a la conectividad de Aerolíneas Argentinas sino también a los sueldos de los trabajadores y el déficit de la empresa estatal. Algo que refutó Cristina Kirchner cuando explicó el rol del Estado en la materia y la mejora económica que significa, para las producciones regionales, tener la posibilidad de recibir vuelos de esta entidad. 

Pero Mauricio ya dejó clara su posición al respecto. En mayo, en el canal LN+, se preguntó “¿Qué es un avión? Es como un colectivo con alas. Los colectivos no son del Estado, ¿verdad?”, por lo tanto, “¿Por qué los aviones tienen que ser del Estado?”. El pensamiento encuentra gran parte de su explicación en algo que planteó el ex presidente desde Bariloche la semana pasada en una columna en Infobae: "Tenemos que retomar el rumbo iniciado en la década de los '90 y después en 2015". El menemismo, para los memoriosos, fue la década de la privatización.

Obviamente, en su recorrida por Bariloche este miércoles también hubo referencia a la cuestión de la seguridad, el otro tema taquillero en la estrategia de la oposición. Se refirió al “clima de violencia en la región, que también aleja al turismo y las inversiones” y analizó que "es urgente poner orden en esta zona”. Los casos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel podrían vincularse con esta dirección de pensamiento, ambos muertos durante operativos represivos a la población mapuche.

Finalmente, el ex presidente también dirigió algunas palabras breves a medios locales. Se mostró "optimista por el mediano y largo plazo en la Argentina" pese a la "angustia, la preocupación que vivimos en el presente" por lo tanto, dijo, "hay que aguantar hasta las elecciones y el nuevo cambio de Gobierno, porque vamos a retomar el rumbo correcto que llevaba la Argentina entre el 2015 y el 2019”. Sin "parches, un Gobierno que tenga un plan y un rumbo claro”.