Las reuniones de Macri y el corset del calendario electoral

El ex presidente se mostrará con todos los candidatos del PRO y el desfile dirigencial, en Villa La Angostura, será concurrido. Lo que empezó a ponerse en duda, cada vez con más fuerza, es el destino electoral del hombre de la FIFA, al consumirse la arena del reloj que habilita las definiciones.

03 de enero, 2023 | 00.05

La indefinición de Mauricio Macri empezó a resultar incómoda. Hace nueve meses, ninguno mostró inconvenientes con esperar una decisión del ex presidente, que llegaría en marzo. Pero los días pasaron, el dirigente no avanzó con ningún gesto claro que lo pudiera colocar en una boleta y el transcurso del tiempo comenzó a jugar a favor de dejarlo afuera. Lo que no abandonará, en caso de sostenerse en esa postura alejada de las urnas, será su poder de gran elector y de acompañante del elegido. Por el momento, imparcial.

El encuentro de Macri con Horacio Rodríguez Larreta en Villa La Angostura, para despedir el 2022 y recibir el 2023, fue muy reservado. No estuvo en agenda, si bien era conocido que ambos se reunirían por compartir localidad para vacacionar, y se prefirió evitar los trascendidos. De un lado, aseguraron que el cara a cara, en las últimas horas del año, “salió bien” y, del otro, sostuvieron que el ex presidente minimizó la charla. Una más dentro de una larga lista que lo tuvo y tendrá como anfitrión.

Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

La extrema curiosidad por conocer detalles del encuentro hizo ruido en un sector amarillo. Para los adversarios partidarios del jefe de Gobierno, no se trató de la reunión del año ya que en 20 días el ex presidente también se encontrará con Patricia Bullrich, ahora de vacaciones, y lo hizo, en la previa, con María Eugenia Vidal. Las otras dos precandidatas. Por lo tanto, lo de Larreta no sería una excepción, sino la norma.

La diferencia principal es que Macri y Bullrich se mostraron coincidentes en el estilo pro-grieta, que Macri y Vidal recompusieron su relación a un nivel muy alto –tanto que la ex gobernadora lo señaló como un parámetro apenas comenzó el 2023– y que Macri y Larreta nunca abandonaron los cortocircuitos y las tensiones producto de los egos, las intenciones y las estrategias.

En la previa al cara a cara, una fuente del PRO cercana al ex presidente se encargó de desmentir que el encuentro pudiera servir para sellar la candidatura del jefe de Gobierno. Algo así como las negociaciones finales para firmar el contrato de garantía de apoyo. Esa posición fue compartida también desde el larretismo. Es que, por el momento, no habrá una cancha inclinada.

Mauricio Macri dijo que será imparcial. Se lo planteó a las otras candidatas. En realidad, todos le pidieron que lo sea y él confirmó esa postura. Por lo tanto, por ahora se dedicará a acompañar y opinar de cada uno de los nombres propuestos por el PRO sin señalar un solo postulante. En algún momento, se espera, lo hará.

Macri y Larreta nunca abandonaron los cortocircuitos y las tensiones

Lo que empezó a quedar fuera del radio de posibilidades es su propia candidatura. Los esperanzados con un segundo tiempo de Macri empezaron a dudar y cambiar el rumbo de navegación hacia orillas similares, las de Bullrich. Con el 2023 iniciado, el tiempo empezó a apremiar y a demandar decisiones. La falta de una definición en cualquier momento podría comenzar a sacarlo de la cancha “y él lo sabe”.

Esto entusiasmaría a los dos lados de la grieta amarilla. A Larreta porque no tendrá que disputarle la PASO al líder del partido ni batallar mano a mano por el liderazgo con un imán del núcleo duro. A Bullrich porque comparte el mismo electorado que el ex presidente y una candidatura suya dividiría el voto halcón, restándole peso dentro de una interna. O eliminando la opción de la ex ministra de Seguridad.

Por el momento, ninguno de los dos mostró intenciones de bajarse de la carrera hacia la Casa Rosada, llamativamente por un motivo similar. El jefe de Gobierno no tiene plan B y hace mucho tiempo que se propuso disputar lo que disputará este año. La jefa del PRO, porque será su última oportunidad por cuestiones de edad y, por lo tanto, no tendría nada que perder. La tercera en la lista, Vidal, tampoco abandonó sus pretensiones pero es una de las figuras que podría declinar sus aspiraciones a corto plazo para ubicarse en el asiento que su espacio le demande. Ahora, como sus contrincantes, está de descanso y todos volverán a la actividad en los próximos días.

En relación a eso, la ex gobernadora publicó, como balance de año nuevo, una extensa carta en la que reflexionó sobre el golpe que recibió al perder las elecciones del 2019, las dificultades de la exposición pública que padece todo funcionario, y admitió que le resultó muy "duro" escuchar que algunos, después de la derrota, la acusaron de haberlos dejado solos. Más allá de eso, concluyó que "vale la pena" ejercer un cargo y que estará presente "hoy, en el 2023, en el 2024, el 2027" y hasta que la sociedad "sienta" que ella tiene algo que aportar.

Así y todo, en el conurbano bonaerense empezaron a circular colectivos con la foto de Macri y Néstor Grindetti en su parte trasera. El intendente de Lanús y precandidato a gobernador, impulsado por el ex presidente, fue el primero en tener su imagen junto a la de Mauricio en afiches de campaña y se transformó en uno de los que optó por esperar la decisión del líder para elegir el rumbo a seguir, con un apoyo explícito a Bullrich o no.

Grindetti y Macri se encontraron antes de las fiestas de fin de año, probablemente la primera reunión política después del Mundial de Qatar, para actualizar la información en la provincia de Buenos Aires y aceitar los equipos y la estrategia de Patricia Bullrich. La jefa del PRO mostró una buena construcción territorial pero poco planificada, más entregada a lo espontáneo. Esto contrastó con la presentación completamente armada del jefe de Gobierno, donde todo lo mostrado se pensó con anticipación.

Llamativamente, esto acercó a Larreta y a Macri desde la construcción estilística y de imagen. Ambos decidieron mostrarse como hombres familieros, en entornos tranquilos y cuidados. Fue la recomendación del fundador del PRO al jefe de Gobierno, un consejo que blanqueó a mediados de octubre, cuando el capitalino comunicó su nuevo noviazgo. "Cuando Horacio me contó que se había separado de Bárbara (Diez), recuerdo que le dije que el pasaje de la jefatura de Gobierno porteña a Olivos era un salto cuántico" para el que, según Mauricio, es "muy importante el respaldo afectivo, familiar, de tus hijos, de tus amigos".