Cuando Diego Santilli se sumó al armado de la campaña nacional de Horacio Rodríguez Larreta, lo hizo con fecha de vencimiento. A nivel país, comenzó a tejer alianzas que todavía están en proceso de construcción, viajó con el jefe de Gobierno, salió en algunas fotos pero en otras no y ahora se concentrará al 100% en la provincia de Buenos Aires, un distrito que aspira a gobernar a partir del 2023. Su corrimiento del armado federal se explica por varios factores, pero la campaña bonaerense es el central. Con una interna inevitable, el aliento por los números en los sondeos y alguna foto que lo muestra por encima de Axel Kicillof en imagen, el “colo” trabajará para su construcción política que, como factor extra, empujará la del mandatario capitalino con aspiraciones presidenciales.
Santilli tiene la decisión de enfocarse enteramente en la provincia. Sólo para junio tiene planificado recorrer 4.500 kilómetros con presencias en la primera, segunda, tercera, cuarta, quinta y octava sección electoral. Desde que terminó la campaña del año pasado, se propuso hacer entre tres y cuatro apariciones semanales en distintos puntos bonaerenses y ahora logró liberar la agenda para sólo concentrarse en estas tareas.
Por siete meses, funcionó como coordinador nacional del armado político de Larreta. Tuvo relación con los dirigentes del interior y la responsabilidad de la estrategia territorial a nivel país. Su tarea se centró en que todos los candidatos, gobernadores y diputados, tuvieran una agenda con el jefe de Gobierno, ya sean dirigentes del PRO o de otras fuerzas. Si bien estuvo en cada uno de los viajes, se cuidó bastante para salir en la menor cantidad de fotos posible y ahora seguirá en la mesa política pero como referente bonaerense.
Con este cambio, Santilli se fortalece en una provincia tan compleja como central. En principio, Larreta entendió que el resultado en la PBA puede arrastrarle votos a su candidatura presidencial por lo que vio necesario tener una figura de peso en ese territorio y apostó todas sus fichas al ex vicejefe de Gobierno. Pero la interna no será fácil y la general mucho menos.
A nivel partidario y de alianza, ya tiene tres contrincantes claros. Dentro del PRO, el más fuerte es Cristian Ritondo, con el madrinazgo de María Eugenia Vidal y el padrinazgo de Mauricio. El otro postulante es Javier Iguacel, intendente de Capitán Sarmiento y ex ministro de Macri, apoyado por Patricia Bullrich. Del bando radical todavía hay incertidumbre. Ya suena fuerte Martín Tetaz, de hecho Martín Lousteau lo nombró como posibilidad bonaerense, y el oficialismo de la UCR provincial todavía no definió un nombre.
Entonces, la necesidad de concentrarse enteramente en la provincia podría explicarse, en parte, por el crecimiento de Ritondo, el apoyo explícito de Macri y su aparición como una figura a tener en cuenta. De todos modos, desde su entorno aclaran que no hay preocupación por una interna que ya se considera inevitable. Según esta explicación, la salida de Santilli de la mesa nacional de Larreta no estaría motorizada por esta disputa. Para el PRO larretista, al menos así lo sostienen desde la CABA, los sondeos funcionan como una herramienta y no como misiles en una guerra de estudios de opinión. Por eso, dicen, no publican los números internos. Esta modalidad de acción se repite en el armado nacional y provincial.
Sin embargo, una encuesta de Management&Fit (que consumieron y recomendaron) ubica a Diego Santilli con mejor diferencial que Axel Kicillof en la provincia. Ambos, de todos modos, con más imagen negativa que positiva. En el Gran Buenos Aires ese ránking queda invertido y el gobernador aparece mejor ubicado que el diputado. Pero el “colo” maneja mejores números. Por lo tanto, el cambio de fichas en el armado larretista podría deberse, además de la lectura interna, a la creencia en una posible victoria o elección peleada con el oficialismo el año que viene.
Efectos colaterales.
La silla de Santilli como armador nacional ahora pasará a estar ocupada por Omar De Marchi, diputado por Mendoza y candidato de consenso PRO para disputarle ese distrito a los radicales. Oficialmente, se comunicó que la decisión estuvo muy emparentada a la necesidad de imprimirle federalismo al armado de Larreta. La situación porteña frente al resto del país no es la más cómoda. En tan sólo unas pocas semanas, hubo fuertes diferencias en torno a la repartición de fondos coparticipables y la distribución de los subsidios, con más peso en el AMBA que en el interior del país. Ese escenario pudo motorizar la incorporación de dirigentes con peso en otras latitudes, aunque el larretismo niega que los movimientos de los gobernadores hayan impulsado este cambio de figuras.
Sin embargo, si bien el federalismo no fue el motivo fundador del corrimiento de Santilli, sí será una suerte de efecto colateral. No sólo por la presencia de una figura, a la que calificaron como de las “más importantes del interior del país”, sino por el “apoyo” que este mensaje implica para el resto de los referentes de las provincias. Así, funciona como una “señal más clara de Horacio” hacia el resto de los distritos de la Argentina.
Si bien su incorporación a la mesa larretista no fue pensada en modo campaña sino de armado federal, otro efecto colateral del movimiento será el impulso de De Marchi como postulante del PRO en Mendoza para disputar una PASO con la UCR. Un nombre radical que sonó mucho para comandar la provincia fue – y es – el de Alfredo Cornejo, aunque desde su entorno aún ratifican su voluntad de ir por la presidencia de la nación.
Desde el entorno de Gerardo Morales, titular de la UCR, hace tiempo que se deslizó la posibilidad de que Cornjeo vaya por Mendoza y no por la Casa Rosada. Eso se interpretó como parte de la interna radical ya que si bien ambos compartieron fotos en conjunto, no forman parte del mismo sub-grupo partidario. De hecho, el senador no estuvo presente en la Convención celebrada el viernes por un viaje familiar programado con anticipación, según se informó.
Pero Mauricio Macri se sumó a esos rumores radicales. "En Mendoza va a haber muy buena competencia entre Alfredo, si decide quedarse, o el candidato que elija el radicalismo, con Omar De Marchi", lanzó el ex presidente en LN+. Por el momento, desde el entorno del senador niegan la posibilidad y ratifican la pelea por la Rosada.