La Unión Cívica Radical unificó su postura frente al DNU 70/2023 firmado por Javier Milei en diciembre del año pasado con el objetivo de desregular la economía. Ante un segundo pedido de Unión por la Patria para sesionar en el Senado y debatir su constitucionalidad, el partido centenario se plantó en una posición clara: para ellos, el decreto no tiene que tratarse directamente en el recinto sino que debe tener despacho de comisión.
El Senado ya envió los ocho nombres que le corresponden, pero no lo hizo Diputados, en puja por el número que le toca a Unión por la Patria. Por eso, la UCR le envió una carta a Martín Menem, presidente de la Cámara Baja. La nota mostró una estrategia clara del partido porque llevó las firmas del titular del Comité Nacional, Martín Lousteau, sus vices pero, además, jefes y vicejefes de los bloques en Diputados y el Senado.
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Con la jugada, los radicales quieren evitar la discusión en torno al quórum necesario para la sesión solicitada por UP el jueves a las 14, que todavía no fue convocada por Victoria Villarruel. Tampoco lo hizo cuando se la pidió para el 1 de febrero. Aún no está definido si el oficialismo llamará al pleno de la Cámara o volverá a rechazarlo, según informaron desde La Libertad Avanza.
Un rumor empezó a sonar. En los pasillos circuló la posible intención oficialista de constituir la comisión bicameral que trata los DNU el miércoles para invalidar la sesión del jueves. Por eso, la UCR habría anticipado la misiva a Menem para este lunes feriado.
La UCR no quiere debatir el decreto directamente en el recinto. Cree que tiene que pasar por comisión sí o sí, incluso aunque ya estén vencidos los plazos.
En el partido centenario hay matices sobre este tema. Un sector, el más combativo, quiere desglosar el texto y sentar posición sobre cada capítulo por separado, con la exposición previa de especialistas. Por lo tanto, no apuntan a aceptar y rechazar por completo el DNU, como establece la ley. Consideran que podrían hacerlo, pero para eso hace falta un acuerdo con el gobierno que todavía no llegó. Otra ala está más cercana al rechazo.
El jueves será la última jornada de sesiones extraordinarias en el Congreso salvo que el presidente decida extenderlas hasta fin de mes y empalmar este período con el ordinario. Antes de que eso ocurra, el oficialismo tiene la intención de abordar otro proyecto, sobre lavado de activos, en el recinto del Senado. Tampoco está definida una convocatoria para este tema el miércoles o jueves.
Con el debate de la boleta única en papel complicado por falta de mayorías, el gobierno notó que su escasa representación parlamentaria no sería difícil de sortear. Unión por la Patria tiene 33 senadores sobre 72, muy cerca de los 37 necesarios para el quórum. Los espacios que el año pasado formaron Juntos por el Cambio suman 24, los libertarios solo 7 y restan 8 vinculados directamente a gobernadores, un sector muy vapuleado por Milei y, por lo tanto, más impredecibles. Incluso de mayor cercanía con el ex Frente de Todos.
Desde este sector federal, junto al ex-Cambiemos, le dieron los votos a la Libertad de Avanza, apenas iniciado el mandato, para poder repartir las autoridades de la Cámara y las secretarías más importantes. Con estos apoyos, el gobierno llegó a tener 39 voluntades, que Victoria Villarruel, en una de sus reuniones con los sectores más dialoguistas, pidió mantener, aunque notó que no sería tan sencillo.
Macri avanza
Mientras tanto, el PRO intenta reacomodarse para encarar el proceso de la fusión. Mauricio Macri se reunió con Soledad Acuña, ex ministra de Educación de Horacio Rodríguez Larreta que el año pasado trabajó para su campaña presidencial. Hoy se ve alejada del capitalino y más cercana a las ideas pregonadas por el ex presidente
Acuña viajó hacia la Patagonia para visitar a sus padres, que están en Bariloche, y se encontró con Mauricio en Villa la Angostura. El hombre de la FIFA le pidió trabajar desde adentro del partido para la renovación del PRO.
Macri ya fue protagonista de un operativo clamor para aspirar a la presidencia amarilla. Los candidatos tendrán tiempo hasta el 19 de marzo para presentar las listas, aunque se descuenta que se conocerá la existencia o no de una interna antes de esa fecha. En caso de haber lista única, el postulante estará en condiciones de asumir pero, escenario contrario, los comicios partidarios serán en junio.
Larreta tiene la intención de llevar un dirigente renovado a la contienda por la conducción del partido. Un intendente o gobernador que abrace las ideas del diálogo y consenso porque, caso contrario, no se ve bajo el ala de Mauricio. Para frenarlo, los halcones trabajan en una reunión entre Macri y Patricia Bullrich, hoy distanciados, con la intención de evitar fisuras. En esa línea, el ex presidente se reunió con Acuña.
Macri no le ofreció lugares en el eventual co-gobierno con La Libertad Avanza, que se den cuenta que ocurrirá, pero sí le planteó la necesidad de que aporte internamente a la renovación del PRO para que el partido no pierda ni su norte ni el espíritu para el cual fue fundado. A Mauricio no le gustan los dirigentes amarillos contagiados de los vicios de la vieja política. Depuración.
La fusión con La Libertad Avanza generará varios efectos. Lo que haga el radicalismo será uno de ellos. La UCR se opuso fuertemente al ingreso de Milei a la alianza de Juntos por el Cambio, pero ahora se embarcará a un análisis distrito por distrito para ver qué le conviene más. Los boina blanca co-gobiernan con el PRO en varios distritos, ya sea gobernaciones o intendencias, donde mantuvieron la coalición electoral. Esa relación será clave y se descuenta que la amalgama macrista - libertaria impactará en los territorios.
Desde la UCR se vio como "natural" la alianza entre los dos partidos de derecha, pero también se avizoró una reconfiguración del sistema político en la que el radicalismo quiere aprovechar para renovarse, trabajo en el que ya se embarcaron. En esa construcción, vieron una nueva etapa en la relación entre lo federal y lo central, con un presidente capitalino muy enfrentado al interior. La relación con los gobernadores será clave, pero la liga de mandatarios provinciales incluye también al macrismo. El rearme será complejo.