La Convención de la UCR bonaerense ratificó su pertenencia a la alianza de Juntos en la provincia y designó responsables para llevar adelante las negociaciones con los otros socios de cara al cierre de frentes y listas electorales. La reunión marcó el clima, en la previa, de lo que será la nacional del 12 de junio, donde se esperaron definiciones similares. Pero, en Buenos Aires, lo más jugoso sucederá en las próximas horas. Habrá un nuevo intento por conseguir la unidad.
Las internas partidarias no estuvieron ausentes en el encuentro de este sábado, particularmente entre el sector de Maximiliano Abad, titular del espacio y poco amigo con la conducción nacional de Gerardo Morales, y el de Gustavo Posse, apoyado por el armado de Martín Lousteau. Ambos, en su momento, se enfrentaron por la conducción del partido que, ahora, está en manos del marplatense.
La Convención se desarrolló en Coronel Suárez. Según la información que circuló apenas terminó el encuentro, dos dirigentes fueron facultados para llevar adelante las negociaciones con el PRO a la hora de conformar Juntos en Buenos Aires. El mencionado Abad y Walter Carusso, secretario general UCR provincial y diputado de ese territorio por parte del possismo. Esta información fue desmentida por la conducción partidaria al asegurar que sólo Abad encarará las conversaciones con su socio principal.
Según el sector referenciado en el alcalde de San Isidro, en la previa se hizo un pacto político que quedó explicitado por el convencional del possismo, Roberto Costa, cuando tomó la palabra. Pidió una moción para agregar que, cuando la Mesa Ejecutiva decida, haya dos mediadores, uno por cada sector. Ese presunto acuerdo se alcanzó ante la falta de número propio para el quórum por parte de la conducción. El sector de Lousteau, Morales y Posse garantizó las voluntades necesarias con el compromiso de sumar a Carusso como mediador ante el PRO.
Esto fue minimizado por la pata institucional de la UCR. Se explicó que la Mesa Ejecutiva del partido, presidida por Abad, será la encargada de designar al negociador. Allí, el marplatense tiene 14 de 24 votos por lo que se descontó el triunfo de un solo enviado para no embarrar la cancha. Para el possismo, esto no debería ocurrir por tener un partido dividido en partes casi iguales, con pesos similares, que no deberían sentir diferencias.
Para Carusso, en la UCR hay "posiciones disímiles", los dirigentes se diferencian "con matices" e impulsan "a figuras distintas" pero, aseguró, resolvieron esas diferencias. Según el dirigente, "tanto los que impulsan a Facundo Manes, como quienes entendemos que Gerardo Morales nos representa mejor, nos reunimos en este ámbito y resolvimos, no solamente la pertenencia a Juntos por el Cambio, sino la entidad de las distintas visiones, resolviendo que fueran equitativas y equilibradas, entendiendo que las diferencias nos fortalecen". Evidentemente, las fracturas siguieron ahí.
Dentro de las cuestiones burocráticas, también se designó como presidente de la Convención al oficialista Carlos Fernández y como vice a Malena Baro, del possismo. "El máximo organismo partidario provincial refleja en sus decisiones las representaciones más legítimas de cada sector, de cara a un proceso de negociaciones con las distintas fuerzas que integran Juntos por el Cambio", se manifestó.
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Pero lo jugoso llegará a partir de este domingo. Abad hará un último intento por conseguir la unidad total en Buenos Aires, desde gobernador hasta consejeros escolares. Esto apareció como una misión imposible. Esta semana, Néstor Grindetti, el precandidato de Patricia Bullrich, le dijo a El Destape Radio, en el programa La Fórmula, que se respetará el acuerdo rubricado con Horacio Rodríguez Larreta para ir a una PASO contra Diego Santilli, cada uno con su boleta en forma de I latina.
Ante la imposibilidad de conseguir un acuerdo con el socio más fuerte en materia de nombres, el lunes comenzará una rueda de reuniones encabezadas por Abad con intendentes, dirigentes y legisladores radicales de la provincia para debatir y definir qué posición puede beneficiar al partido. Particularmente él, por ser de la UCR y del interior, podría ocupar el lugar de vice tanto en la fórmula de Santilli como de Grindetti pero lo someterá a una suerte de consulta popular.
"No va a jugar la propia", se dijo, sino a hacer lo mejor para el partido. En ese esquema, Evolución pareciera haber apostado sus fichas por el armado larretista, dada la alianza en CABA y en Nación, por lo tanto lo que aún se manifestó como una incógnita es la postura de Abad que posee una estructura importante en la provincia y su decisión será clave.
Por el momento, los apoyos y nombres de candidatos permanecerán dentro del umbral del misterio pero los halcones del PRO apostaron por conquistar a Abad en caso de que Morales, en alianza con Lousteau y Larreta, juegue fuerte a favor de Santilli. Dadas las diferencias nacionales, podría abrirse una puerta importante de negociación. Habrá que ver si ese movimiento de la conducción nacional impacta en las preferencias de las bases.