Facundo Manes volvió a alborotar Juntos por el Cambio y reapareció el fantasma de la ruptura por diferencias ideológicas con el máximo referente de la alianza, Mauricio Macri. Con la estrategia de mostrarse por fuera de los dos polos de la grieta, ser la "milanesa" del clásico menú biopcional de un avión, el neurocientífico apostó por diferenciarse de Cristina Kirchner y también del fundador del PRO, a quien le echó en cara el haber espiado a sus propios dirigentes durante la gestión Cambiemos algo que, después del vendaval de críticas amarillas, salió a aclarar pero no a desdecir.
En Juntos por el Cambio, la posición mayoritaria apostó por mantener la unidad para, con todos los dirigentes adentro, ganarle al kirchnerismo. En esa estrategia se planteó como un error, incluso desde un sector del radicalismo, entregarse a aventuras por fuera de la alianza porque, si no es en conjunto, no se le puede ganar al Frente de Todos. Pero el ser humano es impredecible y lo que para algunos es lógico, para otros no.
Los dichos de Manes llamaron la atención pero no fueron novedosos. Hace tiempo que el neurocientífico optó por marcar una posición diferente a la de los polos. Solo en los últimos meses, cuestionó la reducción del presupuesto en educación de la Ciudad, se opuso a firmar el pedido de juicio político contra Alberto Fernández y embistió contra Macri. Para el diputado, los dos extremos son "nocivos" y un estadista debería poder ceder para generar consensos para gobernar y mantener un proyecto a largo plazo, algo que la grieta impediría. Por eso, optó por marcar una "salida por arriba" en medio de un escenario de extrema división.
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En 2021, la aventura de Manes en las legislativas fue exitosa pero no le ganó a nadie. Y lo que funcionó el año pasado, no necesariamente podría tener el mismo efecto en la actualidad. El diputado no tenía, supuestamente, en los planes salir a pegarle a Macri en el tono en que lo hizo, más allá de que varios puedan coincidir con él. Pero, veinticuatro horas después y tras haber sufrido una oleada de críticas, reforzó su idea de oponerse al líder de la oposición con la presunta creencia, según dijo un dirigente radical, de que tendría, llegado al caso, a varios acompañándolo.
Eso reforzó la teoría de que Manes planea una ruptura. En su entorno lo negaron. Pero un referente del partido no descartó que el show del domingo en LN+ haya sido parte de un sondeo del terreno para ver qué tan factible sería una salida de la alianza, quiénes podrían acompañarlo. Postura que se abrazó de las críticas de Gerardo Morales, presidente de la UCR, a Macri. Pero Morales y Manes no tienen el mismo objetivo. Uno es el jefe de un partido que busca ganar peso dentro de JxC, fortalecerse dentro de la alianza, no afuera. Bajo esa lógica, para que los boina blanca puedan imprimir su impronta, tienen que permanecer, no romper. Y los cruces con Mauricio no son gratuitos.
Manes podría haber evitado el inconveniente, pero se peleó y sintió las consecuencias con críticas públicas y tendencias negativas en redes sociales. Esa supuesta falta de planificación se adjudicó, desde una orilla cambiemita, a un error que algunos adjudicaron a un intento por mantenerse en agenda pero que podría solucionar con un recorrido más extenso en la política. Tal vez con una candidatura a la gobernación bonaerense, donde podría generar movimientos interesantes en Juntos, y no a la Presidencia. Paciencia. Esa decisión, aún no descartada, no llegó.
Después del alboroto generado el domingo, el ambiente en Cambiemos no se pacificó. El radicalismo, en todas sus variantes, no se lleva bien con Macri porque el ex presidente "desconoce" la historia del partido centenario, lo ningunea y lo percibe como un espacio parlamentario que sobrevivió gracias a él, cuando fundó Cambiemos. Por eso, Morales se concentró en cruzar al ex presidente cada vez que pudo para, como titular del partido, intentar darle vigor a la UCR dentro de JxC e impedir que la impronta del jefe del PRO llegue a impregnarse en el resto de los socios.
De hecho, un dirigente reconoció que la alianza no estalló por los aires porque hay referentes que, aún condicionados por Macri, no son como el ex presidente. Pero la misma figura afirmó que el neurocientífico irá a las generales presidenciales si se suspenden las PASO y no descartó que también opte por ir por afuera en caso de mantenerse las Primarias. Teniendo en cuenta lo impredecible del comportamiento humano, esta posibilidad se relativizó. Habrá un intento por mantenerlo dentro porque, con los movimientos y candidaturas justas, en el lugar indicado, la UCR podría ser competitiva a nivel nacional.
La definición no está escrita. Por ahora, se apostó por trabajar para mantener la unidad pero algunos sospecharon de distintos intereses en danza, más allá de los de Manes: quienes quieren que sea presidente, para poder negociar con el PRO o ubicar otro candidato radical en una Buenos Aires aún sin definición. Quienes lo quieren adentro, para darle impulso al partido y a una postulación de Gerardo Morales.