Lentamente, el camino hacia las elecciones de medio término comienza a allanarse. Desde el oficialismo aún no definieron quién encabezará la lista a diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires y argumentan que todavía falta mucho tiempo pero advierten que es muy difícil que el peronismo unido pierda en el distrito. El panorama es diferente para Juntos por el Cambio y el Frente de Todos los sabe. Si bien la oposición ya está definiendo posibles candidatos, enfrentan una interna feroz con el sector PRO duro y el sector PRO conciliador como protagonistas. Ahí aparecen figuras como Patricia Bullrich, presidenta del partido, y su vínculo con Mauricio Macri, con discursos radicializados, frente a Horacio Rodríguez Larreta, que apunta al aperturismo y un corrimiento hacia el centro con nombres como el de Fernan Quirós, ministro de Salud porteño, para la Ciudad y Diego Santilli, vicejefe de Gobierno, para la provincia. Los intendentes que sobrevivieron al 2019 también quieren jugar y poner su propia figura.
Las elecciones legislativas de este año serán clave, no sólo porque servirán de trampolín para candidaturas ejecutivas en el 2023 sino porque también funcionarán como una suerte de plebiscito de la presidencia de Alberto Fernández. En Casa Rosada advierten que sería "irresponsable" hablar de postulaciones en febrero y aseguran que encabezará la figura que más mida. Desde Juntos por el Cambio saben de la importancia de los comicios y los usarán todo lo posible. Sobre todo porque no tienen candidatos fuertes, los tienen que "inventar". Por el momento, Mauricio Macri no jugaría - aunque sí estará en el armado de listas -, no se sabe qué hará María Eugenia Vidal y Larreta y Santilli no podrán presentarse como candidatos porteños para mantener el distrito que los vio nacer como partido. Además, la aparición de Bullrich, que cobró relevancia nacional durante todo 2020, preocupa al larretismo concentrado en ampliarse hacia el centro.
En el Gobierno nacional los panoramas cambian según el interlocutor. Algunos advierten que el panorama no es sencillo por el nivel de casos y la situación económica, con la inflación al frente del problema. Si la pandemia se controla, si la campaña de vacunación se hace sin sobresaltos y si se logra la reactivación económica, la situación será diferente. Otros aseguran que el oficialismo ganará en las elecciones por tres motivos: la unidad del Frente de Todos, ya que no ven posibles fugas de referentes de la coalición gobernante hacia otros espacios; la llegada de las vacunas en un contexto de alta demanda mundial; y la recuperación de la economía. Destacan, entre otras cosas, el crecimiento interanual de la construcción que, a diciembre del año pasado, registró una suba del 27,4% comparado con 2019.
Sin embargo, también son conscientes de algunos inconvenientes, más que nada externos: la falta de certezas en un contexto de pandemia, algo que definen como "pantanoso", y algunos errores propios de comunicación. Sin embargo, advierten que las elecciones se ganarán por gestión, no enamoramiento ni difusión de las políticas. "¿Cuál es el logo del IFE? ¿Cuál es el logo del ATP? No tienen pero la gente los pide igual", dicen. La lógica es "los ciudadanos reconocerán al Gobierno porque se darán cuenta que están mejor o que el Estado los ayudó en momentos difíciles". Con los votos del núcleo duro asegurados gracias a la militancia y la figura de Cristina Kirchner, la moderación obedece a la contención del 15% extra que consiguió Fernández, dicen.
Lo que sí destacan, tanto en Nación como en provincia, es el grave problema de Juntos por el Cambio. El partido opositor lo pone a Larreta como candidato presidencial "indiscutido" y, acá también, la unidad jugará un rol central: "Si vamos a los codazos, perdemos", confiaron a este medio. El Jefe de Gobierno porteño ya inició su campaña con viajes a Mar del Plata la semana pasada y a Salta este viernes. Pero en ese armado hay figuras que preocupan. Una es la de Bullrich, con un discurso radicalizado dirigido al PRO duro. Algo que definen como un "rol interesante porque le habla a los propios y contiene" a los votantes del partido. Para neutralizarla, el larretismo apunta a generar otras figuras que le compitan, como Fernan Quirós o, según analizan desde el Frente de Todos, Soledad Acuña, ministra de Educación. El problema es si ellos quieren. De todos modos, una interna entre Quirós y Bullrich podría derivar, tranquilamente, en una victoria de la segunda. Otro de los inconvenientes es la relación con Martín Lousteau a quien le prometieron la apertura de la interna para disputar el territorio porteño. ¿Podría ganar frente a la presidenta del espacio?. "Si gana Lousteau, nosotros no entramos más" a la Ciudad, dijeron desde el espacio opositor.
A nivel provincial la situación tampoco es sencilla para la oposición. Larreta quiere poner a Santilli como candidato a gobernador y, tal vez, como cabeza de lista este año. Desde Cambiemos saben que la Cámara de Diputados no es una gran plataforma para disputar el Ejecutivo, pero también consideran que le permitirá caminar provincia sin descuidar un espacio de gestión en la Ciudad. Dicen que su figura podía ayudar a atraer a los peronistas desencantados. Si es que los hubiera. De todos modos, desde el Frente de Todos analizan que la posible incorporación de peronistas podría terminar de romper el frente opositor.
Sin embargo, hay un tema. Cuatro intendentes formaron una mesa chica y quieren que el candidato a gobernador salga de la provincia. Se trata de Julio Garro, Diego Valenzuela, Néstor Grindetti y Jorge Macri. Este último sería el nombre a imponer y ya comenzó a caminar el distrito. De hecho, esta semana se reunió con Vidal y el diputado Waldo Wolff. Sin embargo, "no lo ayuda el apellido" y saben que si Santilli mide más, Macri deberá correrse. Pero no del todo. La condición que ponen es que el porteño encabece pero que los intendentes escriban las listas.
La figura de Vidal también juega fuerte. Desde la calle Uspallata le pusieron abril como fecha límite para definiciones y desde la provincia aseguran que hará apariciones públicas antes de los comicios. "Si fuera candidata, ordena la interna", analizan desde la oposición, porque "es la que más mide". Pero también dicen que hará lo que sea necesario para ayudar a Larreta, ya sea en la Ciudad, provincia (aunque otros dicen que no tiene intenciones de volver a pisarla) o como postulante a la vicepresidencia de la Nación.
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Mauricio Macri también estará presente. De momento no como candidato, aunque nunca se sabe, pero sí en el armado de listas, sobre todo las nacionales, aunque "mira de reojo la posibilidad de serlo". Sin embargo, advierten desde el sector aperturista, tiene un discurso muy polarizante, de grieta, y "después cuesta construir". Una construcción que podría verse entorpecida con la aparición de figuras de extrema derecha como Javier Milei y José Luis Espert a quienes buscarán neutralizar en unas PASO.
Como se ve, Cambiemos no tiene una elección fácil y seguramente dirimirá candidaturas en internas. Hasta el momento Larreta no está a favor de suspenderlas y los gobernadores que impulsaron la idea empezaron a amigarse con la posibilidad de simplemente retrasarlas. El argumento es sanitarista pero también hay cuestiones políticas: la posibilidad de cerrar listas puertas adentro, la chance de estirar las negociaciones y achicar el tiempo entre PASO y generales para evitar operaciones. Pero también hay un problema, si les va mal no tendrán tiempo de realzar la figura elegida y remontar los resultados. Salvo una catástrofe pandémica, "las PASO se hacen", dijeron desde Gobierno a este medio. Aún no se sabe si en agosto o, tal vez en septiembre - y las generales en noviembre - para evitar los meses fríos y avanzar con la campaña de vacunación.
Del lado del Frente de Todos la situación es más calma, sobre todo para la provincia. En Ciudad aún no se definieron los candidatos si bien se apunta a Matías Lammens, que rompió el piso del 25% en 2019 y lo superó por diez puntos. La pregunta es si logró ese resultado por tracción propia o por compartir boleta con Alberto y Cristina para sacar a Macri del Gobierno. Otros están "enamorados" con el nombre de Leandro Santoro, pero todavía sin nada concreto.
Algo similar pasa en el territorio bonaerense. Va a encabezar el que mida más, pero la elección resulta lejana. Algunas publicaciones barajaron muchos nombres estos días: Santiago Cafiero, jefe de Gabinete; Luana Volnovich, de la PAMI; Fernanda Raverta, de ANSES, Malena Galmarini, de Aysa; y Victoria Tolosa Paz, presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales. "No hemos sacado compañeros de lugares de gestión para mandarlos a las listas legislativas", dijeron fuentes del Frente de Todos a El Destape para desterrar estas posibilidades, aunque no descartan que pueda pasar en algún momento. El caso de Cafiero es particular, es un "intocable" de Alberto. Galmarini y Tolosa Paz tienen aspiraciones municipales y están, entienden, concentradas en eso. Pero la perspectiva es favorable: en el 83 y 97 el peronsimo unido perdió elecciones. Las únicas. En el 85, 2013, 2015 y 2017 fue dividido. "El peronismo unido es muy difícil que pierda", dicen.