Hace meses, cuando reapareció en la escena política de la oposición, Mauricio Macri se propuso acompañar a todos los posibles candidatos PRO y hacerle el camino difícil, en paralelo, a Horacio Rodríguez Larreta, el dirigente que jugó con jubilar al ex presidente en 2020 pero no pudo ocupar el lugar de líder amarillo. La revelación de una serie de reuniones del jefe de Gobierno con miembros del Poder Judicial, publicadas por el diario macrista La Nación, pasaron a formar parte de la extensa lista de gestos que se desplegaron para marcarle la cancha al candidato “natural” de ese espacio.
Los encuentros con referentes del Poder Judicial fueron confirmados por fuentes porteñas ante la consulta de El Destape. Las reuniones, con comidas de por medio, formaron parte de una serie de visitas a distintos sectores, no solo de la Justicia, sino también del sindicalismo, cámaras empresariales y otros actores de peso. Según se dijo, fueron cónclaves institucionales entre el mandatario porteño, con responsabilidad de gestión, y protagonistas de la realidad política argentina.
Las tres reuniones con jueces federales y fiscales en los últimos meses, reveladas por La Nación, no fueron publicitadas desde la Ciudad aunque, dijeron, tampoco ocultadas. Por lo tanto, su difusión provino de otro lado. De parte de un actor o actores que quisieron enviar un mensaje claro al jefe de Gobierno. La advertencia de que cualquier foto incómoda podría ser comunicada sin ningún tipo de problemas.
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En un contexto sensible en materia política, la dirigencia optó por abrazar la discreción y manejarse con cuidado para no herir susceptibilidades, escaparle al discurso de “todos son lo mismo”, no mostrar jugadas a favor de intereses personales y dejar de golpear la imagen del aparato tradicional. Por lo tanto, una información de este estilo podría llegar a manchar una estrategia de posicionamiento.
Desde el entorno de Mauricio Macri negaron a El Destape cualquier tipo de participación suya en la difusión de la información, pero su figura cobró especial importancia. Aunque la información pudo provenir de sectores del Poder Judicial, el ex presidente ya mostró y dejó trascender su molestia con las actitudes de quien fuera su jefe de Gabinete en la Ciudad. Según dijo una fuente cercana al líder PRO, el enojo fundacional tuvo lugar con el intento de jubilarlo en 2020.
Con una alta proyección nacional de Larreta producto de las medidas adoptadas durante la pandemia, combinada con la ausencia pública de Mauricio, el año del Covid generó todo tipo de suspicacias. El jefe de Gobierno se transformó en el nombre “natural” para buscar un segundo tiempo amarillo en la Casa Rosada, organizó las candidaturas legislativas en la Ciudad y la provincia de Buenos Aires y hasta osó, en un acto, con saludar y sacar a Macri, casi en el mismo momento, del escenario.
Esa actitud, junto al desafío de una PASO contra Mauricio, posibilidad arrojada ante el círculo rojo en el Llao Llao, no le gustó al ex presidente. Desde entonces, se estableció todo un mecanismo para complicar al jefe de Gobierno, algo reconocido por personas que están al tanto de los armados de campaña.
La disputa escaló de tal manera que, cuando Larreta dijo soñar con ser parte de la solución de los problemas de los argentinos, un ejército de trolls le negó la posibilidad en redes sociales y lo hizo tendencia en Twitter. El manejo de la virtualidad por parte del ejército macrista no es desconocido, pero su actitud tacaña a la hora de invertir plata de su propio bolsillo puso en duda que haya financiado semejante acción.
Sin embargo, según adelantó El Destape, ambos bandos empezaron a trabajar un acuerdo que pueda volver a alinearlos. Con enviados larretistas y macristas, los dos dirigentes apostaron por negociar espacios en un eventual futuro gobierno, con fuerte incidencia de Mauricio, tal vez mayoritaria, para garantizar el apoyo del ex presidente y liberar la acción de un jefe de Gobierno que tuvo que acostumbrarse a quedar como “tibio” frente a la aparición del líder PRO, con una agenda y discurso combativos.
Mientras tanto, Larreta optó por seguir fortaleciendo no sólo su candidatura sino una eventual gobernabilidad post 10 de diciembre de 2023. Los encuentros con miembros del Poder Judicial, aseguraron fuentes porteñas, fueron estrictamente institucionales y, según publicó La Nación, para dar a conocer el proyecto que el capitalino tiene para el sector. En esa línea también fueron las reuniones con otros actores de la vida política, social y económica del país.
Los mitin reservados hasta ahora fueron complementados con los anuncios de gestión, un aspecto que el porteño no quiere descuidar en medio de la campaña. Tanto para minimizar los riesgos de comandar un distrito como para aprovechar la amplificación que genera la Ciudad a nivel país. Las comunicaciones gubernamentales estuvieron y seguirán enfocadas, más que nada, a cuestiones económicas y de seguridad, los dos temas que más le importan a la ciudadanía según los resultados de los focous group. Por ejemplo, este jueves lanzó nuevos canales de denuncia y, poco después, viajó a Lanús para recorrer comercios.
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La foto con Néstor Grindetti, intendente del municipio del sur del conurbano, generó ciertas especulaciones. El cacique, muy cercano al armado larretista en 2021, se distanció del jefe de Gobierno cuando este no cumplió el pacto sellado el año pasado y decidió lanzar a Diego Santilli en la provincia. Desde entonces, el mandatario de Lanús volvió a trabajar por el proyecto nacional de Macri, la persona que lo inició en política, pero sin negarle la visita a ningún otro nombre de la oposición.
Los alcaldes bonaerenses cobraron protagonismo esta semana con dos encuentros junto a Axel Kicillof. El miércoles, el Foro de Intendentes del Radicalismo mantuvo una extensa reunión con el gobernador para repasar problemáticas vinculadas al trabajo entre los municipios y la provincia. En dos horas y media, se solicitó una mayor agilidad para la aprobación de proyectos de infraestructura, de los trámites jubilatorios, planes de seguridad y la situación del IOMA, entre varios puntos.
El jueves, en tanto, llegó el turno de los dirigentes de PRO. Dos por el conurbano – Julio Garro de La Plata y Diego Valenzuela de Tres de Febrero - y dos por el interior de la provincia – Pablo Pretecca de Junín y Guillermo Montenegro de General Pueyrredón -. En la reunión, los opositores transmitieron su “preocupación” por la situación económica, la inflación, la brecha entre el dólar oficial y el paralelo, los “altos impuestos y cepos varios”.
Además de rechazar cualquier tipo de colaboración al entender, como lo bajó el discurso nacional, que “el primer consenso debería ser hacia dentro del Frente de Todos”, los alcaldes aseguraron que “nada de lo que acordamos a fines de 2021 tiene hoy validez” por la volatilidad económica y cuestionaron la repartición de fondos coparticipables dentro del territorio bonaerense.