Rupturismo o acuerdo por negociación, las dos puertas que abrió el radicalismo en la Cámara de Diputados. La novela escribirá su capítulo final el próximo lunes en una reunión de bloque que definirá si la UCR será representada por dos bandos o si, discusión de cargos de por medio, mantendrá la unidad que, algunos esperan, siga comandada por Mario Negri. Con el pedido de cambio de jefatura por un lado y la ratificación de la voluntad mayoritaria por el otro, el sector referenciado en Martín Lousteau y el encolumnado detrás del cordobés terminaron de inaugurar la interna por la presidencia del partido a nivel nacional que, también, podría tener su broche de oro en diciembre.
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Si la interna radical pudiera graficarse con emoticones, aparecerían dibujos de bombitas y fueguitos, lo necesario para entender lo que pasó (y pasa) en la fuerza centenaria. Durante la mañana del martes, Negri publicó una serie de tuits en los que planteó la necesidad de dejar de lado las tensiones y construir una UCR unida y fuerte. La jugada, lejos de ser una proclama, buscó anticipar una movida planificada por sus contrincantes con Emiliano Yacobitti a la cabeza, nombre que sonó para sucederlo al frente del bloque.
Minutos más tarde, efectivamente, quince diputados firmaron un comunicado en el que pidieron "cambiar para ganar" y para reflejar el resultado de una elección que, en Córdoba, lo tuvo a Negri como perdedor. Según informaron desde el sector referenciado en Lousteau, los legisladores no están dispuestos a "bancar" una cuarta reelección del histórico radical que perdió las PASO por 250 mil votos. Sobre un total de 45 bancas conquistadas a partir del 10 de diciembre, quien quiera instalar un jefe de bloque necesitará 23 o más, lejos de los 15 que pusieron su nombre en la carta pública que pidió el cambio de la conducción.
"Estoy orgulloso de que un grupo mayoritario de diputados del Bloque UCR me pidiera que continúe en la presidencia de la bancada. Esta ha sido una decisión colectiva, no personal. Para mí es un honor enorme, que espero retribuir con compromiso y trabajo denodado como hasta ahora y aún más", dijo Negri en medio de la disputa. Según el poroteo, el cordobés cuenta con 27 voluntades y el otro bando con 14 porque, calcularon desde el Negrismo, perderían uno. Los restantes se abstendrían y la resolución de la disputa llegará el lunes 6 de diciembre.
Ese día, se escribirá un final u otro. La actual conducción esperó una ruptura que no llegó el martes y que, en caso de fracasar las negociaciones, podría darse el lunes. Desde el sector retador dejaron trascender que no habría un quiebre y la jugada se interpretó como parte de un tire y afloje por cargos, lugares en las comisiones y vocerías. En principio, ese espacio de concesiones llegaría recién el jueves, una cita compartida. Si no llegaran a acordar, cada uno podría seguir por su lado y la pelea girará en torno a quién fue el garante de la fisura. Si fue Negri por no correrse del cargo o si fue el lousteauismo por no respetar el llamado a la unidad.
El fondo de la disputa tuvo, al menos, tres aristas. Más allá del amor radical por las internas - en este caso en torno a cargos, algo lógico post elecciones -, los dichos de Elisa Carrió el sábado terminaron de encender una mecha corta. Por otro lado, el acercamiento de Lousteau a un Horacio Rodríguez Larreta que le dio más espacios de poder dentro del Gabinete porteño producto de la coalición de gobierno que supieron construir. Esa relación generó tensiones dentro del partido centenario porque algunos temieron una intervención de facto por parte del PRO. Finalmente, el anticipo de la elección del presidente del Comité Nacional que, por ahora, sería el 20 de diciembre.
Estos idas y vueltas fueron observados desde el macrismo con calma de espectadores después de la experiencia previa. Hace sólo una semana, Patricia Bullrich quiso correr a Cristian Ritondo pero perdió en la votación interna. Globalmente, a Juntos por el Cambio la disputa no le significará pérdidas pero una ruptura radical podría fortalecer a un PRO que perdió dos diputados en las últimas horas. Sebastián García de Luca y Domingo Amaya se irán a un nuevo espacio conformado por Margarita Stolbizer y Emilio Monzó, siempre dentro de la alianza.
Con menos espectacularidad, el lunes también se definirán las autoridades radicales en el Senado. No es que no haya tensiones, existen pero en voz baja. A días del momento cumbre, se afianzaron las tendencias que señalan a Luis Naidenoff manteniendo la titularidad del bloque de la UCR y a Alfredo Cornejo como jefe del interbloque. Humberto Schiavoni, en tanto, seguiría al frente del PRO. En Diputados, el macrismo también ratificará a Cristian Ritondo a comienzos de la semana que viene.
El 7 de diciembre jurarán los nuevos diputados y diputadas, el 9 lo harán los senadores y senadoras para, el 10, asumir formalmente en sus cargos. Para ese entonces, las decisiones estarán tomadas. Hasta hace unas horas, los bloques tenían dueños y los interbloques estaban en disputa, por eso, dentro de las opciones barajadas, se abrió la posibilidad de entregar los segundos a figuras que no estén al frente de los espacios partidarios. Momentos de definiciones.