Juran los senadores y la guerra radical se muda a la Cámara Alta por un cargo de Lousteau

Este jueves, antes de la jura de los nuevos senadores, la interna radical dará otro show parlamentario. A las 9:30 el partido definirá todo. O sea, comunicará autoridades, algunas de las cuales ya se adelantaron por consenso, y develará uno de los grandes misterios en torno a la puja de poder. Antes de la sesión preparatoria convocada para el mediodía, dirán si Martín Lousteau seguirá ocupando la vicepresidencia de la Cámara o si ese lugar quedará en manos de Carolina Losada, la gran ganadora de la elección en Santa Fe, como parte de una jugada de la UCR tradicional versus la autopercibida renovadora. 

Humberto Schiavoni ya fue reelecto como jefe del bloque PRO y el formoseño Luis Naidenoff consiguió los avales mayoritarios para seguir al frente del de la UCR. En tanto, según adelantaron desde el partido centenario, Alfredo Cornejo será el titular del interbloque Juntos por el Cambio, acuerdo al que se llegó con todos los sectores del radicalismo y en consenso con el macrismo. De este modo, mantendrá un lugar de relevancia en la mesa nacional de la oposición, aún luego de haber dejado la presidencia de su espacio a nivel país - habrá elección de autoridades el viernes 17 - y conservará un importante protagonismo mediático.

Sin embargo, todas las miradas estarán posadas sobre Lousteau. Si el senador llegara a ser desplazado de la vicepresidencia de la Cámara, sufriría otra derrota importante en tan solo una semana. Perdió en la elección de la Juventud Radical; su espacio se dividió de la UCR tradicional en Diputados, se mantuvo en minoría y los medios opositores le dedicaron páginas y minutos de crítica a la ruptura; podría quedar sin una silla importante en el Senado y, según analizaron desde la tribu histórica, lo mismo sucedería la semana que viene en la elección del Comité Nacional.

Según informaron desde las conducciones radicales que empezarán a funcionar a partir del 10 de diciembre, el jueves a la mañana se definirá todo. Eso incluirá autoridades de bloques, interbloque y cargos parlamentarios. Hace tiempo se instaló la posibilidad de que la vicepresidencia podría quedar en manos de Losada para reconocerle la elección y como parte de una jugada del sector radical tradicional, motorizada por Gerardo Morales - enemistado con Lousteau - mediante Naidenoff.

Desde el sector Lousteau, en tanto, buscaron ganar tiempo y, reglamento en mano, quisieron ponerle un freno a la avanzada con el argumento de que el cargo debe elegirse el 24 de febrero, tiempo de sobra para la rosca. La conducción dijo, sin embargo, que se sabrá este jueves antes de la sesión preparatoria y que es "probable" que haya un cambiazo de figuritas aunque se prefirió guardar cierto manto de incertidumbre.

Más que un cargo

La pelea por la silla de vice no se limitó a eso. La puja entre Lousteau y Morales es de larga data pero, al menos al cierre de esta nota, nadie vio una ruptura de bloque en el Senado. Sin embargo, la intención tradicional giró en torno a la erosión del legislador capitalino. Desgastarlo para buscar quitarle la oportunidad de ser el nuevo presidente del Comité radical. Incluso, si llegara a ser posible, que ni siquiera se presente a la elección el viernes 17.

A las piñas post comicios de la Juventud Radical, al cruce en el Comité por la ruptura en Diputados y al quiebre que lo dejó en una posición minoritaria, el ala histórica buscará sumarle la corrida en el Senado. Entendieron que después de tantos traspié de Lousteau en la última semana, Morales podría encaminarse a ser el nuevo jefe del partido. Con esas maniobras, el bando mayoritario de la UCR hará lo posible para dejar al líder de Evolución casi en soledad, reservado al territorio porteño y su relación con Horacio Rodríguez Larreta.

El jefe de Gobierno jugó un rol fundamental en toda la interna, al menos así lo analizó un importante dirigente del radicalismo. Aliado con Lousteau, se entendió, motorizó la ruptura del partido centenario que podría beneficiar al hombre PRO en el 2023. Para contrarrestar eso, Morales y Mario Negri ya avanzaron en un acuerdo con Facundo Manes para levantar la figura del neurocientífico y recorrer el país con el objetivo de hacerlo conocido para disputar la presidencia de la Nación. 

Manes se quedó con Negri porque éste logró acaparar a casi todo el radicalismo en su bloque en Diputados y porque no terminó de entablar una relación de seguridad plena con Lousteau. Cerca del senador dejaron trascender una buena relación con el neurocientista a quien se describió como "especial". Traducido, tampoco confían en él. Pero no es el único, en Morales tampoco. Como un mil hojas de desconfianzas, ninguno mira con buenos ojos al otro.

Puja en Diputados

Después de que 12 diputados decidieran romper con el bloque radical de Negri para conformar Evolución, llegaron pedidos de UCR provinciales para debilitar todavía más al nuevo espacio y pedir la reunificación. Desde Neuquén, La Pampa y Entre Ríos instaron a los legisladores Pablo Cervi, Martín Berhoharay y Marcela Ántola a rever la decisión tomada y volver al gran bando de - por ahora - 33 bancas. De prosperar las solicitudes, los lousteauistas quedarían con 9 escaños. 

"Creemos firmemente en los valores, los principios y la buena fe de nuestro Diputado Nacional Pablo Cervi. En tal sentido, lo instamos a que lleve adelante las gestiones necesarias para la reunificación del bloque radical. En el caso que ello no fuera posible, se le solicita su reincorporación al bloque de la UCR", manifestó el partido provincial de Neuquén en un documento firmado por su presidente, Juan Pelaez, y su secretaria general, Jorgelina González.

El Comité de La Pampa también emitió un documento en el que expresó su "preocupación y desacuerdo" con la ruptura del bloque e instó al legislador de esa provincia a "rever su decisión y a que realice todos los esfuerzos a su alcance para que las demás diputadas y diputados lo acompañen en la búsqueda de los acuerdos que permitan la inmediata reunificación de ambos sectores" porque ningún interés "personal puede ser superior a la unidad partidaria". El texto fue firmado por toda la mesa de conducción encabezada por su presidente, Diego Marcantonio.

Desde Entre Ríos, el Comité manifestó que la UCR es "única, compacta" y se mostró en desacuerdo con "cualquier acción que resulte en la división o sectorización innecesaria" por lo que le solicitó a la diputada Marcela Ántola que "retome el bloque de la Unión Cívica Radical" comandado por Negri.