Juntos por el Cambio apuesta a una "reconfiguración" tras una reunión caliente

Macri quiere garantizar la gobernabilidad de Milei desde el Congreso, con Ritondo al frente de Diputados. Se espera una reunión en breve para destrabar la negociación envuelta en las tensiones de la alianza. Un grupo de legisladores se despegó del comunicado de gobernadores.

29 de noviembre, 2023 | 00.05

Pese a las diferencias, Juntos por el Cambio persigue lo mismo: la gobernabilidad. El problema surge a la hora de pensar el lugar desde donde ésta podría garantizarse. Para Mauricio Macri, es en el Congreso de la Nación con una conducción propia que pueda darle experiencia y votos a la gestión de Javier Milei. Para los gobernadores y quienes decidieron referenciarse en ellos, es desde las provincias y desde el parlamento en el lugar de acompañante responsable pero no de co-gobernante.

El fin es el mismo, los medios son diferentes. El entorno de Macri niega que el ex mandatario persiga una división de las responsabilidades ejecutivas. Para Mauricio, los acuerdos deben darse en el marco legislativo porque “la gobernabilidad se da o se acompaña desde el Congreso”. Cristian Ritondo, actual titular del bloque PRO en Diputados y posible jefe de la cámara Baja, forma parte de ese acuerdo de gobernabilidad. “No es un cargo en el Poder Ejecutivo”, se justificó para distanciarse de la idea del co-gobierno.

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Con la intención de destrabar las negociaciones parlamentarias, se espera que en las próximas horas haya una reunión entre Macri y Milei pero, según se informó desde La Libertad Avanza al cierre de esta nota, el encuentro no había sido confirmado. Desde el PRO se consideró que un mitin entre ambos “es lo lógico”. Para Mauricio, lo central pasará por el Congreso, donde no sólo se votarán las leyes sino que también se validarán o rechazarán los Decretos de Necesidad y Urgencia que pueda firmar el nuevo mandatario.

En medio de muchos rumores, Ritondo intentó aclarar el panorama aún incierto. Antes de ingresar a la reunión entre gobernadores electos y legisladores de Juntos por el Cambio, el diputado remarcó que la propuesta para presidir la Cámara la debe hacer Milei, que su objetivo es buscar la gobernabilidad, aprobar leyes de cambio y no condicionó su acompañamiento a la jefatura del cuerpo.

"Yo puedo aportar experiencia y diálogo, pero para mí lo importante es apoyar a un presidente que no tiene la fuerza parlamentaria", sostuvo el ex ministro de Seguridad bonaerense. Esas características pasaron a ser el centro de la negociación. La otra opción, la de Florencio Randazzo, apareció como más moderada pero con menos puentes de diálogo con un Juntos por el Cambio que todavía no se sabe cómo terminará.

La reunión de gobernadores y legisladores dejó algunas impresiones. Los mandatarios provinciales expusieron todos en el mismo sentido, en garantizar la unidad para volver a ser opción electoral y para proveer de gobernabilidad. Se pasó de “oposición responsable” a “acompañamiento responsable”. Esa línea se rompió cuando habló Silvana Giudici, diputada electa.

Giudici, que integró la lista porteña de Patricia Bullrich, planteó que los legisladores cambiemitas deberían acompañar a Milei y sus proyectos. Esto generó molestias y algunos de los presentes cuestionaron que no fueron al encuentro para recibir una directiva de parte de alguien que no gobierna un distrito. Incluso hubo algunos abandonos ante esa exposición.

El caso Ritondo, íntimamente relacionado a esta discusión, fue abordado. Salvo la posición de Giudici, las voces mayoritarias apostaron por no quitarle la presidencia de la Cámara al nuevo oficialismo al ir en clara contradicción con lo planteado y demandado por los gobernadores.

Los cruces se calificaron como lógicos pero se buscó desdramatizarlos. “Se tensiona pero no se rompe”, dijo uno de los presentes. En esos tire y afloje, se identificaron dos grupos claros. Por un lado, los que se ubicaron más cercanos a Milei y la lógica de la fusión de espacios; por el otro, los que se abroquelaron detrás de los gobernadores y el concepto de no co-gobernar con el libertario.

En este último grupo se ubicó, mayoritariamente, la UCR aunque con diferencias. Algunos plantearon una postura más combativa, de oposición total al líder de La Libertad Avanza. El Peronismo Federal de Miguel Ángel Pichetto se perfila a formar parte de esa alternativa de centro, en acuerdo con los radicales, para encarar una negociación ley a ley.

En este sector no estaría representado mayoritariamente el PRO. Por eso, Ritondo planteó que si la porción más grande del bloque apoya su conducción de la Cámara, aceptará. Los números le dan.

Antes de entrar, Ritondo prefirió no hacer referencia a una ruptura de Juntos por el Cambio sino a una “reconfiguración política” que terminó de confirmarse con la no adhesión al documento publicado después de la reunión y que sólo contempló, en forma lavada, la “ayuda” de un sector de la alianza al espacio de Milei.

Rápidos de reflejos, los legisladores más combativos fueron los que salieron a despegarse acusando que ningún legislador participó de la redacción y aprobación del texto. El documento no llevó la firma de diputados o senadores. "Se cortaron solos", dijeron cerca de un importante legislador. "El comunicado es de los gobernadores, por eso lo firman los gobernadores", se justificó en un entorno provincial. La guerra es pública.

Si hasta hace unas horas se planteó la imposibilidad de rebelarse ante los gobernadores, este fuego amigo apareció como una resistencia a ese mandato. Los mandatarios pidieron unidad en el parlamento, no uniformidad, pero las señales se mostraron complejas. La sensación general fue que faltarán muchas más reuniones para redactar una hoja de ruta para los jefes provinciales y que se necesitará “conversar bastante” para no romper lazos.

De concretarse la ruptura del puente entre gobernadores y algunos legisladores, los mandatarios perderán poder de negociación, pero los diputados rebeldes contarán con una menor cantidad de bancas para ofrecerle al libertario. Quienes respondan a los jefes provinciales podrían no apoyar un vínculo que los distancie de sus provincias. Sin quórum propio, sin votos y sin gobernadores. Un problema para los milei-macristas. Una fuente muy molesta con los socios radicales y lilitos reforzó la idea de la separación, sin importar el costo. 

Tal vez, la reconfiguración política los encuentre unidos bajo otro formato, más circunstancial. “Lo partidario va a pasar a un segundo plano y va a haber un armado con mucha más centralidad de una mesa de gobernadores”, dijo Ignacio Torres, gobernador electo de Chubut, antes de entrar a la reunión. Una posibilidad.