Jorge Macri se la jugó al 100% para ser el candidato del PRO en la Ciudad de Buenos Aires. Renunciará, en los próximos días, a su doble gentilicio. Ya no será porteño y bonaernse sino simplemente porteño. La decisión llegó luego de que las últimas semanas lo encontraran empapado por el conflicto vinculado al orden de los “papeles” legales que lo habilitarían, por domicilio, a jugar en la CABA sin abandonar el pie en la provincia. En Vicente López quedará una leal, Soledad Martínez, que se hizo cargo del municipio cuando el ministro de Horacio Rodríguez Larreta apostó por la Capital Federal. La única mujer alcalde del partido amarillo. No llegó a ese lugar como resultado del voto popular pero lo intentará en esta oportunidad.
Con Macri de viaje por Estados Unidos después del shock de las elecciones concurrentes, un sector del peronismo bonaerense del conurbano norte empezó a pedirle la renuncia. Días más tarde, él accedió. Y no será la única. En este caso, la justificación pública fue la políticamente correcta. En Radio Mitre, dijo haber comprobado que el equipo funcionó, que Soledad Martínez hizo un gran trabajo y lanzó la probabilidad en torno a su renuncia. Según dijeron a este portal, será “en estos días”.
Martínez quedará al frente del municipio, como hasta ahora, ya que, en términos administrativos, la licencia tuvo el mismo efecto que una renuncia. Ella pasó a ejercer todas las funciones y así permanecerá hasta el 10 de diciembre, momento del cambio de gobierno. Soledad será la candidata en un bastión clave del conurbano para el PRO.
De los 22 municipios gobernados por el macrismo, el único liderado por una mujer es este. Y no porque haya sido sometida al voto popular sino porque su jefe político se mudó de distrito. En 2023 habrá mucha más presencia femenina por parte del partido amarillo. Aldana Ahumada, en Merlo, por ejemplo, será una de las apuestas halconas. Un gran déficit para el PRO que se empezó a notar hacia adentro y generó movilización interna para sumar paridad.
Además de la renuncia a Vicente López (que sus adversarios recién creerán una vez consumada porque se habló de “probabilidad” pero no se firmó ninguna carta documento), seguramente aparezcan otros movimientos fuertes en el corto plazo. Sobre este ítem particular, “no le quedaba otra”, se dijo desde la orilla contraria. Tuvo que apostar y elegir. No podía ser de las dos tierras.
Pero así como dejará el municipio, también en noviembre dejó la conducción del PRO bonaerense para acercarse a la CABA. La vice del partido es Daniela Reich, senadora provincial, de Tres de Febrero y parte de “la generación del 23”, o sea del larretismo. Si bien aún se lo vincula al máximo manejo del espacio, en la última reunión de la mesa provincial el acta ya no llevó su firma Por traspaso lógico, la posta le quedó a Reich, quien puso el gancho en el papel oficial, pero también el partido podría someterse a elecciones para elegir un nuevo conductor y Néstor Grindetti conseguiría picar en punta. Por el momento, no apareció en los planes.
En lo político, un paso de tal magnitud podría ser muy importante para el intendente de Lanús bajo licencia. Tendría el manejo del partido y, con él, la toma de decisiones clave. Un escalón interesante en la disputa para conseguir el lugar codiciado de candidato a gobernador de Patricia Bullrich. En materia de conocimiento, probablemente no le aporte mucho pero el combo con Independiente podría ser, de salir bien, una gran apuesta.
Desde que Grindetti tuvo que asumir temporalmente la presidencia del club de Avellaneda tras la renuncia intempestiva de Fabián Doman, su popularidad en las redes sociales creció. Hasta ahora, consiguió un técnico y no perder ante Racing, el clásico rival, en un partido clave, de local. Pero le tocará jugar contra River y necesita que la pelota entre.
En materia de encuestas, por el momento el mejor posicionado no es ninguno de los nombres de Patricia Bullrich en Buenos Aires. Ni Grindetti, ni Javier Iguacel, ni Joaquín de la Torre, ni el probable Cristian Ritondo. Distintos sondeos de marzo y abril colocaron a Diego Santilli como el mejor ubicado para una PASO. En las generales, lo mostraron en segundo lugar, detrás de Axel Kicillof pero al PRO tercero, después del desconocido nombre de Javier Milei, en caso de que el diputado colorado no sea el elegido.
Por ahora no hubo grandes definiciones pero en las últimas semanas empezó un operativo clamor para tener un solo nombre en la provincia, el de Santilli, y agrupar fuerzas. Aunque todavía está en estado de maduración. Al igual que la fórmula, que probablemente se busque cruzada con algún nombre radical.
Algo así pasará en la Ciudad. Martín Lousteau ya expresó que buscará tener un acompañante de fórmula del macrismo, lo que podría poner en una situación incómoda al PRO. Jorge Macri, en caso de ser el elegido, también podría estar secundado por alguien de la UCR. En provincia el escenario podría ser similar, sobre todo teniendo en cuenta que el partido centenario no encontró un candidato competitivo y, pese a los intentos, Facundo Manes no demostró ninguna intención de volver al distrito bonaerense. De hecho, después de algunas semanas de reflexión, empezará a dar mensajes de presidenciable.
El otro pendiente que deberá definir Macri primo es el de su rol en la Ciudad. Como ministro de Gobierno, tendrá que estar a cargo de la organización de una elección en la que espera participar bajo una metodología con la que se mostró en desacuerdo. Le propuso a Horacio Rodríguez Larreta, en las últimas horas, que el ordenamiento de los comicios porteños esté en manos de otra Cartera, tal vez Justicia. Eso aún no fue definido.
Quitarse de encima la responsabilidad de llevar adelante la elección lo posicionaría como un candidato indiscutido frente a la populosa rivalidad que se supo ganar. Todavía siguen en carrera Soledad Acuña, Fernán Quirós y la quieren subir a María Eugenia Vidal. La coincidencia entre los cuatro es que el PRO debería tener un solo nombre.
De a uno, se irán cayendo con el correr de los días hasta quedar sólo con el nombre final. Si bien se mostró cierta confianza en que Macri tiene los papeles al día, también se le prestó atención al asunto. Se espera que él sea el hombre indicado pero todavía nada quedó cerrado. Patricia Bullrich no le quitó su apoyo, pareció amenazar con una PASO porteña pero sólo para sacarle poder de decisión a Larreta, su adversario. El jefe de Gobierno tendrá que elegir.
Una vez consolidadas las candidaturas, habrá otro momento de definición. Macri, en caso de ser el elegido, probablemente deba abandonar su cargo como ministro de Gobierno para hacer campaña. Hasta ahora, la única que se tomó licencia en el puesto fue Patricia Bullrich. No podía ser la jefa del PRO y competir contra alguien de su mismo espacio. Larreta ya descartó una opción similar porque, dijo, él fue elegido por la gente. ¿Qué hará Jorge? ¿Qué hará cualquiera de los otros ministros en caso de ser señalados?.
Hasta ahora, el único antecedente es la renuncia a todo de Diego Santilli. En 2021 abandonó su cargo como vicejefe de Gobierno porteño y ministro de Seguridad para encarar la campaña bonaerense para ser diputado nacional por esa provincia. Este año será diferente para los aspirantes a un cargo ejecutivo que hoy ocupan un lugar legislativo. No se podrán tomar licencia porque debilitarían el bloque. Es dar un paso al costado para que asuma el suplente o quedarse y hacer los dos trabajos.
Mientras tanto, Martín Lousteau pareciera disfrutar de la igualdad de condiciones y del cumplimiento de un pacto que algunos temieron que Larreta no respetara. Las presiones del macrismo para no desdoblar las elecciones porteñas fueron fuertes pero el capitalino cumplió con su promesa y la UCR irá a la cancha sin tener el ancla de una boleta presidencial perdedora.
Por el momento, el senador seguirá concentrado en las caminatas micro. El miércoles estuvo en Soldati y en Parque Avellaneda. El concepto de Evolución es claro. Hace tiempo, en la Ciudad se configuró un gobierno de coalición del que ese espacio forma parte pero con algunos déficits vinculados a lo social y a la generación de condiciones de igualdad. Mantener lo bueno y mejorar lo que falta.