Horas clave para la ley ómnibus: ¿Qué hará JxC?

El PRO, la UCR y Hacemos Coalición Federal se reunieron para establecer una posición ante los cambios anunciados por el Gobierno. Se prepara un dictamen aparte, aunque también habrá firmas para el proyecto de Milei con disidencias.

23 de enero, 2024 | 00.05

En otra jornada frenética de diálogo interno, los bloques del ex Juntos por el Cambio avanzaron en posicionamientos ante la ley omnibus. Las inclinaciones adoptadas dejaron en claro que ya no funcionarán como un espacio homogéneo sino que cada uno tendrá autonomía y se verán más lazos entre los sectores de "centro" que no están ni cerca de Unión por la Patria ni demasiado próximos a las filas de La Libertad Avanza.

El Gobierno todavía tiene la pretensión de mover fichas lo más rápido posible, de hecho a medianoche anticiparon la convocatoria al plenario de comisiones para las 18 del martes, pero el número se vio complicado. El macrismo, que se encontró por zoom, resolvió acompañar el dictamen de mayoría con algunas disidencias, puntualmente en materia de retenciones a la soja y la fórmula jubilatoria, por lo que le dará al oficialismo la posibilidad de sumar firmas a la hora de intentar imponerse en las comisiones.

El PRO fue el primer espacio en salir a apoyar públicamente los cambios impulsados por Javier Milei después de las negociaciones la semana pasada. Incluso, fue el primer bloque en ingresar al despacho de Martin Menem, el jueves, y anunciar el "principio de acuerdo".

Pero el camino para el Gobierno es de ripio. Los más moderados mantuvieron muchos reparos. "No alcanzan" las modificaciones hechas por el Ejecutivo, confió un diputado de la UCR. Este sector todavía mantiene abierta la puerta para negociar con el oficialismo e introducir nuevos retoques al texto pero, en caso de no lograrlo, preparan un dictamen propio.

Después del comunicado de la Convención radical de la semana pasada, los diez diputados de la UCR más combativos impulsaron la idea de preparar un dictamen propio ante la falta de movimientos profundos del Gobierno. Este espacio ya se mueve con mucha determinación para marcar disidencias hacia adentro al cuestionar la ley, pedir un camino separado y apurar el rechazo al DNU.

El radicalismo también tuvo su encuentro. La mayoría estuvo presente pero otros tuvieron que sumarse en forma virtual. Los legisladores no mostraron satisfacción con la devolución del Ejecutivo y una parte importante se mostró incómoda ante la posibilidad de acompañar el dictamen oficialista con disidencias, como hará el PRO. Ante esa incomodidad, se plantearon dos opciones: el texto propio o la creencias en algún tipo de acuerdo con él oficialismo, incluso aunque eso implique ignorar la molestia.
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El problema es que los diputados boina blanca encontraron diferencias con una enorme cantidad de artículos, incluso ausencia total de puntos en común, por lo que muchos de ellos serán rechazados en el recinto, en caso de prosperar ese dictamen. Entre los puntos cuestionados están la suba de retenciones, salvo de 35 economías regionales, con incrementos en industrias de distintas zonas del país y derivados de la soja.

Tampoco achicaron diferencias con la cuestión de las privatizaciones, que aún se presentan en paquete salvo cuatro empresas, sólo con aval de una comisión bicameral sin pasar por las Cámaras. La delegación de facultades en materia de salud, tarifas y provisional todavía aparece como un problema, como así también la fórmula jubilatoria que debería sacarse del texto. El financiamiento de los partidos políticos – parte de la reforma electoral que quedó en pie – no gustó por permitir el aporte privado a las campañas, en forma indiscriminada, con temor por el posible ingreso del narco.

Por todo ello, por ahora avanzarán en dos sentidos: tener un dictamen propio escrito junto a bloques con los que hay sintonía, como Innovación Federal y Hacemos Coalición Federal, mientras siguen insistiendo para que La Libertad Avanza consolide estas modificaciones.

Desde el bloque que comanda Miguel Ángel Pichetto construyeron en el mismo sentido. Los 23 diputados insistirán con la introducción de nuevos cambios y, en caso de que el Gobierno no acepte, avanzarán con un dictamen propio junto a la UCR. De todos modos, no se descartó la posibilidad de acompañar el oficialista con disidencias, pero no fue la posición mayoritaria al cierre de la nota.

La suba de retenciones apareció como un punto clave, de mucho rechazo. No hubo economía regional que no planteara problemas para su futuro. En ese contexto, los diez gobernadores de Juntos por el Cambio realizaron un zoom del que también participó el ministro del Interior, Guillermo Francos, para adelantar el retorno del impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría, un rumor que puso en alerta a los bloques.

El financiamiento provincial es un tema de preocupación. Los mandatarios ya se habían reunido el domingo y, según comunicó Carlos Sadir, de Jujuy, conversaron sobre la restitución de fondos perdidos por la eliminación del impuesto a las Ganancias para trabajadores y jubilados; retenciones; y preocupación abierta por la “devolución de la coparticipación a CABA”.

“Hoy pareciera que las provincias pagan la mayor parte de ese esfuerzo”, dijo Nicolás Massot, de Hacemos Coalición Federal, un bloque de tinte cien por cien federal, en referencia al ajuste y a la repartición de recursos. Miguel Ángel Pichetto, jefe de ese espacio, fue muy claro respecto este tema. “El planteo es no acompañar ningún aumento de retenciones”.

Un diputado del PRO lanzó, ante el problema de dinero de las provincias, que será necesario que los gobernadores se hagan cargo del costo político para darles el aval de acompañar la iniciativa. Habrá que ver si lo hacen o no. Pero, por otro lado, también habrá que ver si esa moneda de cambio les alcanza o es imposible negociar las retenciones.

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