Gobernadores de Juntos por el Cambio apoyan las reformas, pero piden gestos de Milei

Los mandatarios opositores quieren colaborar con la gobernabilidad. Ante Francos y Caputo rechazaron la suba de retenciones e impuestos a economías regionales, como también la reforma electoral. Con condiciones, visto bueno a superpoderes.

12 de enero, 2024 | 20.25

Tras una semana de intenso debate en el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados por la ley ómnibus que envió el gobierno de Javier Milei, los gobernadores de Juntos por el Cambio expresaron su intención de acompañar el proyecto, aunque marcan condiciones. Rechazan la suba de retenciones y toda regulación que afecta las actividades de las economías regionales. El Gobierno escuchó los reclamos, pero no dio certezas sobre que vayan a aplicar los cambios. 

Los ministros Guillermo Francos (Interior) y Luis Caputo (Economía) recibieron esta mañana de forma presencial y virtual a nueve de los diez gobernadores de Juntos por el Cambio. De arranque, los mandatarios del PRO, UCR y fuerzas provinciales dejaron en claro que “la idea es apoyar” las reformas, pero rechazaron toda regulación que afecte a las actividades económicas de sus provincias. Ya sea la vitivinicultura, como la pesca y los biocombustibles.

El encuentro, según precisaron varios de los asistentes a El Destape, fue en “buenos términos” y los gobernadores plantearon trabajar “más mancomunadamente” y que sus pedidos de modificaciones se materialicen y no queden solo en buena predisposición a realizar cambios. “Lo único que hacen es escuchar”, soltaron a modo de queja desde el entorno de uno de los gobernadores radicales.

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“Apoyamos gran parte de las reformas, pero planteamos que no acompañamos el aumento de retenciones como tampoco los cambios que afecten a los intereses estratégicos de las provincias”, relató uno de los gobernadores a este medio sobre la posición ante la denominada “ley Bases” como Milei quiere que sus funcionarios la llamen. “Estamos para acompañar y se lo hicimos saber a los ministros, queremos colaborar con la gobernabilidad y sacar la ley”, agregó.

Pero restan gestos y los mismos tienen que venir de Casa Rosada. Tanto Francos como el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y otros funcionarios admitieron que habrá modificaciones. Una de ellas es en lo relativo al capítulo que se refiere a la actividad pesquera. En otro encuentro días atrás, Francos prometió “clarificar algunos puntos de la ley” para evitar confusiones aunque aclaró que junto a los gobernadores de las provincias afectadas compartían “el espíritu” de la reforma.

Todavía los cambios en esos artículos no llegaron y hoy los gobernadores se lo hicieron saber. También les expresaron a los funcionarios que no aceptarán la reforma electoral que elimina las PASO e instala el voto por circunscripción uninominal. Si se aplica este cambio, que deja de lado el método de proporcionalidad actual, afectaría la representatividad de las provincias en la Cámara de Diputados. La Ciudad de Buenos Aires sería la más afectada ya que perdería ocho bancas, mientras que la provincia de Buenos Aires quedaría como la más beneficiada con 27 escaños más.

Los superpoderes que Milei pretende que el Congreso le delegue también se tocó. En el proyecto se requirió, en base a la declaración de emergencia pública, la delegación legislativa de facultades en materia económica, financiera, fiscal, previsional, de seguridad, defensa, tarifaria, energética, sanitaria, administrativa y social.

Los gobernadores no se oponen a la delegación porque aducen que “esa herramienta la tuvieron todos los gobiernos” aunque reparan en la extensión de la misma. La iniciativa marca que sea “hasta el 31 de diciembre de 2025" y la posibilidad de extenderla por dos años más con la simple voluntad del Poder Ejecutivo. En Juntos por el Cambio no hay una posición unánime sobre qué hacer al respecto. Están quienes lo rechazan y quienes aceptan que se otorguen al menos por un año, con la posibilidad de renovarlo por otro aunque esa definición debe ser potestad del Congreso.

La discusión por los fondos para las provincias se trató. La idea de restituir el impuesto a las ganancias se abordó, aunque sin mayores precisiones. Casa Rosada se opone a coparticipar el impuesto al cheque como propusieron en un primer momento los mandatarios porque aducen que “afecta el camino hacia el equilibrio de las cuentas públicas”. Desde el entorno de un mandatario amarillo se quejaron ante esa respuesta: “Ellos quieren que los apoyemos, pero dicen ‘no hay plata’”.

Volver a poner un impuesto al salario de los trabajadores es hoy la única respuesta para fortalecer las arcas provinciales, necesarias para dar respuesta a reclamos salariales de los estatales. Si bien no participó de este encuentro, el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, le reclamó a Nación que envíe los fondos que le corresponde a la provincia para poder descongelar los salarios. 

El problema de esta discusión que tendrá que enfrentar el Congreso es que nadie se quiere pagar el costo político ante los trabajadores porque un recorte salarial en un contexto de fuerte suba de inflación es una medida antipática. “No quieren hacerse cargo ninguno, ni los gobernadores ni Nación”, graficaron desde el entorno de JxC. Por este tema hay una negociación cruzada para ver cómo se implementa y con qué piso ya que no puede haber una marcha atrás a las escalas que existían previo a su eliminación.

Junto a Francos y Caputo estuvieron en forma presencial los gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe). De forma virtual participaron Carlos Sadir (Jujuy), Claudio Poggi (San Luis), Marcelo Orrego (San Juan), Alfredo Cornejo (Mendoza), Ignacio Torres (Chubut) y Leandro Zdero (Chaco), y el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri. No participó Gustavo Valdés (Corrientes) ya que se encuentra recorriendo zonas afectadas de su provincia por las inundaciones e intentó dos veces conectarse sin éxito.

Se turnaron para hablar y plantear la situación de cada provincia, aunque mostraron coincidencias. Desde que ganó Milei, se propusieron apostar a la unidad y que la misma tenga un correlato en el ámbito legislativo. Ningún gobernador está por encima del otro, no hay un líder más allá de la mayor experiencia en gestión que pueda tener alguno. “Es bastante horizontal la relación entre ellos, nadie se pone por encima del resto”, resaltaron a este medio.

En los próximos días no se descartan encuentros entre los gobernadores con los diputados de sus respectivos partidos para alinear posiciones. Descartada la posibilidad de que haya un cónclave conjunto ya que si bien los mandatarios se muestran en bloque, en el Congreso Juntos por el Cambio está fragmentado y ya no funciona como interbloque. “Esa conversación se tiene que dar pronto”, soltaron desde el bloque del PRO, que cuenta con dos gobernadores y un Jefe de Gobierno.

La pelota quedó del lado del Gobierno y la última palabra será la de Javier Milei, quien ya hizo saber a su tropa que su postura es que “la ley salga como está planteada”.

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