El gobierno quiere asegurarse el número necesario para sacar aprobados los tres proyectos clave que enviará al Congreso en las próximas horas. Ley Bases, pacto fiscal e impuesto a las Ganancias son los textos que se llevan todas las miradas y los esfuerzos, la causa de una nueva reunión entre el Poder Ejecutivo y, para arrancar la semana, enviados del bloque Hacemos Coalición Federal, centrales para conseguir quórum, votos a favor y vínculo con las provincias. También hubo un round similar con la UCR después de la ronda de consultas con jefes provinciales.
En la reunión con el espacio comandado por Miguel Ángel Pichetto se hablaron generalidades puesto que los detalles se discutirán en las comisiones. Se sugirió que nuevamente el proyecto podría tener giro a tres de ellas, como en el el verano, pero desde Diputados no se confirmó que fuera a ser así. Pese a ello, los legisladores de HCF se llevaron el mensaje de que recibirán el texto este martes.
Si bien Martín Menem planteó que el debate por Ganancias quedará para más adelante, el impuesto ganó una centralidad importante por ser un factor de negociación con los gobernadores. “Lo que se coparticipa es Ganancias”, dijo Ricardo López Murphy al finalizar la reunión y confirmó que no se habló ni de distribuir lo recaudado por el tributo PAÍS ni el que se cobra al Cheque.
En el marco del debate por Ganancias, los Coalición Federal pidieron mejores condiciones para monotributistas y autónomos, la inclusión de la reforma laboral al debate (como ya había charlado el gobierno con el PRO) y alguna especie de premio al “buen contribuyente” para que quien se acoja al blanqueo de capitales no tenga más beneficios que aquel que cumplió con sus responsabilidades financieras.
Ganancias no será un debate sencillo. A la Patagonia no le cierra el tributo y el costo político, en caso de restituirlo, pasaría a ser importante. Sin ir más lejos, el año pasado, cuando se desempeñaron como diputados, los actuales gobernadores de Neuquén, Rolando Figueroa, y Santa Cruz, Claudio Vidal, acompañaron la eliminación de la cuarta categoría que afectaba a trabajadores y jubilados. Es de esperar que los legisladores que responden a ellos actúen en la misma línea.
Otros votos que acompañaron la eliminación del tributo provinieron del Frente Renovador de la Concordia Misionero, que mantiene esas mismas bancas. También lo hicieron dos actuales Hacemos Coalición Federal, como Natalia de la Sota y Mónica Fein, de críticas notorias a los primeros pasos parlamentarios del gobierno.
Dentro de los gobernadores que participaron del debate en 2023, dos de ellos – que también ingresaron por Juntos por el Cambio a la silla central de sus provincias – se ausentaron en el tratamiento. Claudio Poggi, de San Luis, y Marcelo Orrego, de San Juan.
Por ese entonces, los actuales bloques dialoguistas también tuvieron comportamientos disímiles hacia dentro, lo cual dificulta la proyección de votos para este año. Por ejemplo, la UCR tuvo siete ausencias de las cuales cuatro todavía están en sus bancas. El PRO tuvo cinco, dos de ellos siguen en el cargo.
El radicalismo fue uno de los bloques que pasó por Casa Rosada. Se fueron con la sensación de que el gobierno estuvo receptivo a los planteos a la ley Bases y esperan devoluciones sobre algunas observaciones. Sobre la cuestión de los fideicomisos, los boina blanca enviarán una redacción final alternativa para poder acompañar esa parte del proyecto sin perjudicar tanto a los goberadores.
La cuestión de las privatizaciones apareció complicada y se volvió a hablar de un desagregado por empresa. Según la información que les dieron, el paquete fiscal se trataría el mismo día, tal vez en forma simultánea pero en proyectos diferenciados. Probablemente sin Ganancias.
Actualmente, 24 radicales que se opusieron a la eliminación de Ganancias siguen en sus bancas. El número podría servir para orientar pero de ninguna manera podría tomarse como definitivo ni trasladarse de forma lineal a este debate. De hecho, una de las personas que se opuso al proyecto de Sergio Massa no garantizó, hoy por hoy, su acompañamiento al de Javier Milei.
“Hoy, voy a votar en contra así como está”, sostuvo esta fuente enojada por el “desastre” que hicieron desde el gobierno y su intención de encontrar alguien a quien culpar por esta medida. Para torcer su voluntad, el mínimo no imponible debería ser más alto que el conversado públicamente por estas fechas, además de dar marcha atrás con las exenciones que se darán de baja de avanzar el texto oficialista.
Se habla de la eliminación de exenciones del bono por productividad, fallo de caja, aguinaldo, remuneraciones en concepto de guardias para el personal de salud, deducción por viáticos y gastos por movilidad, tratamiento diferencial para las horas extra gravadas, entre otros. Todas medidas perjudiciales para los trabajadores.
La intención de la UCR es que el diseño del impuesto sirva para recomponer los ingresos de la Nación y de las provincias, volviendo a la radiografía previa a la reforma de Massa. O sea, que el tributo no sea pagado por más trabajadores que los que pagaban antes de ese proyecto de ley, y que empiecen pagando alícuotas bajas.
En Julio del 2023, aproximadamente un millón de trabajadores pagaba el impuesto a las Ganancias. En octubre, con la sanción del proyecto, se redujo a 90 mil. Desde la UCR se calculó que un mínimo no imponible de alrededor de $1.800.000 serviría para no incrementar el universo más allá de esa foto previa a la ley, además de alícuotas que comiencen en el 5%.
Las escalas son la preocupación central de este bloque, y de todos. El temor es que se ponga un mínimo no imponible elevado pero que las escalas no estén lo suficientemente espaciadas. Eso haría que se salte muy rápido de uno a otro, incrementando exponencialmente la alícuota a pagar por cualquier ingreso extra. Por ejemplo, se habló de un 5% para el primer millón "extra" y de un 9% para el segundo.
Un diputado del PRO planteó una preocupación similar respecto a las alícuotas. Cómo hacer para que se trate de un impuesto escalonado y que respete el espíritu de progresividad sin que, por cobrar unos pesos extra un mes, el trabajador pague un porcentaje excesivo.
El macrismo, que no tiene una postura tomada como bloque, le había propuesto al gobierno que eleve el mínimo no imponible, pasando del $1.200.000 propuesto a $1.500.000 o $1.800.000 exceptuando a servidores públicos. De los 37 diputados que tiene el espacio, 23 votaron en contra de la eliminación de la cuarta categoría y siguen en sus cargos.
En el caso del actual Hacemos Coalición Federal, integrado por 22 miembros, doce decidieron no acompañar la quita de Ganancias en 2023 y siguen ocupando una banca en la Cámara.