Guillermo Francos confirmó que Javier Milei se inclinó por un nombre de La Libertad Avanza para manejar Diputados, lo que deja a Cristian Ritondo y Florencio Randazzo fuera de la competencia. Con este movimiento, empezó el tiempo de redefiniciones en la compleja Cámara baja. La imposibilidad de todos los bloques de acercarse al quórum y a la media sanción de leyes por cuenta propia abrió un panorama complejo, lleno de sentimientos y remordimientos a la hora de armar grupos.
La prueba de fuego llegará el 10 de diciembre, cuando Martín Menem tenga que conseguir manos levantadas para avalar su mandato. El bloque de La Libertad Avanza cuenta con pocos legisladores y necesitará del visto bueno del resto de las fuerzas. Una cuenta para nada sencilla si se tiene en cuenta que la oposición no le dio votos a Cecilia Moreau en 2022.
En la carrera para comandar Diputados, Ritondo se mostró como un dirigente con experiencia, tanto de manejo de bloque como de cuerpo legislativo en su conjunto; se puso como la llave de una negociación difícil para Javier Milei al tener puentes con los socios de Juntos por el Cambio; se propuso abiertamente interesado y la indefinición sobre su futuro fue una de las grandes tensiones con el partido libertario.
Su posible desembarco en la presidencia de Diputados fue analizado, por Mauricio Macri, como la base de la gobernabilidad para Milei. No concentrarse en ministros sino en el parlamento, donde estará la disputa real. Con un libertario en la silla, el apoyo incondicional ya no estará sobre la mea. La Libertad Avanza deberá negociar con el PRO como con cualquier otro partido de la oposición.
Randazzo tuvo un perfil mucho más bajo. De estrecha relación con Guillermo Francos, futuro ministro del Interior, sus oídos escucharon que era el hombre deseado para ocupar el lugar que, finalmente, quedará en manos del futuro oficialismo. Ambos hablan prácticamente todos los días, y esta semana no fue la excepción. Ahora, el bonaerense seguirá en el lugar que ocupó hasta este momento, el Interbloque Federal, con la intención de ampliarlo.
El futuro del PRO todavía está por definirse. El miércoles, el bloque se reunirá para elegir autoridades, además de afinar su conformación. Después de la consagración de Menem empezaron a correr algunos rumores.
Se barajó la posibilidad de que la presidencia del sector quede en manos de María Eugenia Vidal, amiga de Ritondo, y que el bullrichismo, de mala relación con Macri, arme un espacio aparte. Este murmullo fue calificado como “humo” por parte del sector implicado.
Por otro lado, también se especuló con que el larretismo no rompa el bloque PRO en Diputados. La anticipación de las elecciones partidarias serán un buen escenario para discutir el espíritu del espacio político sin necesidad de romper. Si todos los sectores mantuvieran los pies dentro del plato, será un espacio clave para cualquier negociación.
La UCR reunirá a su tropa parlamentaria el martes. Tendrán que definir dos cosas, por un lado la reunificación del bloque en Diputados y, por el otro, la designación de autoridades. Con la llegada de Javier Milei a la presidencia y las internas en Juntos por el Cambio, pareció acertado reconstruir la unidad boina blanca y, a la fecha, se espera que Evolución se reincorpore.
Hace dos años, sin los lugares que creyeron adecuados y sin la renovación esperada, los dirigentes que se referencian en Martín Lousteau armaron un bloque aparte pero, este año, se limaron asperezas en el camino electoral. Desde Evolución aseguran que la relación entre el senador y Gerardo Morales, actual titular del Comité Nacional, está muy afianzada.
La unidad demandará, luego, una elección de autoridades. Gustavo Valdés, gobernador de Corrientes y su par electo de Mendoza, Alfredo Cornejo, se inclinaron por Rodrigo de Loredo. Las charlas tienen varias semanas.
Hace dos semanas, después de una reunión de gobernadores en la Casa de Mendoza, Cornejo, Valdés y Leandro Zdero, mandatario electo de Chaco, se encontraron fugazmente para conversar este asunto y el futuro de la UCR. De esa charla surgió que Evolución declinaría sus intenciones de pelear por los bloques para hacerlo por el Comité, pero la situación cambió.
La decisión de impulsar a De Loredo también es acompañada explícitamente por Evolución. El poder pasará por el Congreso y no se pudo abandonar una pretensión en ese lugar. El cordobés formará parte de un tándem integrado junto a Karina Banfi, bonaerense de la línea de Ernesto Sanz y Maximiliano Abad, dos combativos en las filas centenarias.
Por ahora, se calcula que los números acompañarían a este sector. De ser así, el perfil radical en Diputados será combativo pero no de oposición absoluta como, se sostuvo, busca Facundo Manes. El neurocientífico también tendría intenciones de competir por la conducción, pero no los números.
Se especuló con que, ante ese escenario, Manes pueda romper el bloque y armar uno propio con entre siete y nueve legisladores, pero otro sector radical no le encontró sentido a ese movimiento y confió en una unificación total. Estos sostienen que, pese a que se echaron a correr rumores de un alejamiento entre Lousteau y Morales por un acercamiento del primero al Grupo Malbec, la relación entre el porteño y el jujeño transita por buenos carriles.
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Ese apoyo será clave para la próxima gran decisión que llegará, salvo cambio de planes, el 15 de diciembre. La UCR tendrá que elegir a su presidente y la batalla está entre Lousteau y Valdés. Los números lo dan arriba al porteño pero el gobernador correntino vio crecer los votos favorables a su figura y dará la pelea, aunque sea en la conformación de la mesa. Su aspiración será la de plantarse como la renovación.
En el Senado, donde LLA propondrá a Francisco Paoltroni como autoridad, también se espera una elección de autoridades ligadas al Grupo Malbec. El correntino Eduardo Vischi y la mendocina Mariana Juri serían los elegidos para comandar al grupo en esta nueva etapa. Estos acuerdos se mostraron como una barrera de contención frente a Gerardo Morales.
El jujeño apareció con intenciones de mantener cierto poder pese a las decisiones electorales de este año, que no dejaron satisfecho al partido. Desde su postulación a una vicepresidencia que naufragó en las PASO hasta la derrota en la Capital Federal, pasando por el llamado a la neutralidad en el balotaje que nunca existió.
Todos estos movimientos serán clave, además de para conocer el rol de este sector de la oposición, para terminar de definir cómo actuará la UCR a futuro. Si la Coalición Cívica recuperó autonomía pero no se negó a coordinar con quien haya que coordinar para llevar adelante el trabajo parlamentario, los boina blanca piensan en un armado de centro que pueda dar una alternativa electoral a futuro.